Después de un concienzudo análisis bucal el especialista determina el tipo de implantes recomendados para cada paciente y por supuesto le informa sobre las opciones, duración del tratamiento, información de los procesos clínicos que se van a practicar, etc. Cabe mencionar que se requiere de varias citas tanto para evaluación como para la realización del trabajo.
En algunos casos los implantes pueden colocarse inmediatamente después de haber extraído las piezas que se van a reemplazar, pero no siempre es esto posible. Existen muchos factores que deben ser tomados en cuenta, como la presencia de infecciones, y muchos otros más. De cualquier forma el paciente no debe inquietarse por el aspecto estético ya que seguramente el médico colocará alguna pieza provisional de apariencia completamente aceptable y que además servirá para proteger el área.
Inmediatamente después de realizado el implante sigue una fase llamada de osteointegración, que puede decirse que es un período de adaptación. Los implantes se realizan generalmente en titanio debido a las características excepcionales de este elemento. Además de no producir rechazo en el organismo ofrece cualidades mecánicas similares a las del hueso por lo que soporta la carga de oclusión (mordida) y trabajo de las piezas dentales. A pesar de esto se requiere de un lapso de tiempo en el cual el se produce un fenómeno biofísico a nivel molecular entre el titanio y el hueso. Anteriormente se requerían de períodos de aproximadamente 6 meses entre la colocación del implante y la de la corona, Durante este tiempo quedaba fuera de discusión el ejercer cualquier tipo de carga sobre el implante. Pero en la actualidad, en algunos casos ya se utilizan técnicas que aceleran el proceso y permiten la osteointegración con el implante en funcionamiento no intenso, aunque el proceso de cicatrización no concluye sino en un lapso aproximado de entre 3 y 4 meses en el maxilar inferior y de entre 4 y 6 meses en el superior.
Para que este proceso se lleve a cabo sin complicaciones o interferencias se requieren ciertos cuidados. A toda costa se deben evitar las infecciones extremando las condiciones de higiene. También es muy importante, sobre todo cuando se emplean piezas provisionales, evitar hacer presión sobre estas al morder o masticar ya que toda la carga se transmite hacia el maxilar.
Se recomienda alejarse del tabaco al menos durante este período. Las estadísticas demuestran que la mayoría de las complicaciones durante el proceso de osteointegración se presentan en fumadores.
Las coronas o piezas definitivas se colocan sobre el implante una vez que el proceso de osteointegración se ha completado.
Aunque se trata de tratamientos muy seguros y generalmente a largo plazo es necesario brindar ciertos cuidados y mantenimiento posterior para evitar desgaste, filtraciones, infecciones, desajustes, etc. Es el especialista quien dependiendo de cada caso hará las recomendaciones pertinentes en lo que se refiere al aseo y mantenimiento de los diferentes implantes.
Una pregunta muy frecuente entre los portadores de implantes dentales es si al pasar por los diferentes puestos de seguridad los detectores van a emitir sonidos debido a ellos. La respuesta es que no, por lo que no hay necesidad de advertir o comentar que se llevan implantes dentales.
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