Ir al dentista puede ser un momento de tensión, especialmente cuando escuchas que necesitas un tratamiento en específico y cuesta mucho dinero, pero eso no va a cambiar el hecho de que es necesario prevenir y tratar problemas dentales graves, por esa razón debemos contar con un seguro dental para que la única preocupación en dado caso sea el miedo.

Si sufres de este tipo de ansiedad no estás solo,  un estudio realizado sobre este tema demostró que aproximadamente el 75%  de los adultos sufren algún tipo de ansiedad relacionada con una experiencia dental, hasta un 20%  acude  al dentista a menos que sea absolutamente necesario y un 5% evita por completo la visita debido al miedo.

Hay muchas razones de por qué las personas experimentan ansiedad cuando se trata de ir al dentista, los expertos refieren que alrededor de dos tercios de los pacientes relacionan su temor a una mala experiencia previa en el consultorio, el tercio restante tiene otras razones tales como trastornos del estado de ánimo, ansiedad u otro trauma en el pasado.

El miedo al dolor no es la única razón para la ansiedad dental, algunas personas se sienten vulnerables estando en la silla del dentista en la que casi no pueden hablar o responder a las preguntas, esta situación genera tensión en los pacientes ya que no tienen control en ningún momento.

¿Por qué debemos dejar ir la ansiedad dental?

Esta no sólo afecta tú salud dental también lo hace con la salud en general, cuando nos sometemos a situaciones de estrés el cuerpo produce una hormona llamada “cortisol”, la misma acelera el ritmo cardíaco, aumenta la cantidad de oxígeno en el cerebro y otorga más energía para ayudarte a lidiar con el estrés, realmente esto es lo que ocurre en una situación de lucha, además cuando tienes ansiedad con frecuencia el cerebro limita la cantidad de cortisol que se envía a través del torrente sanguíneo que puede dar lugar a la fatiga.

El estar cansados a largo plazo afecta nuestras vidas ya que podemos experimentar niveles de interés bajos, falta de motivación y una falta de interés en actividades sociales; el estrés crónico afecta la producción de estrógeno en la mujer, lo que mantiene el sistema reproductivo en condiciones de funcionamiento provocando una caída en el deseo sexual. La fatiga también afecta el sistema digestivo involucrando hormonas liberadas por la glándula tiroides y hormonas sexuales llamadas andrógenos poniendo a flor de piel el acné.

En lugar de preocuparte por las visitas al dentista lo mejor es tomar algunas medidas para mantener la ansiedad al mínimo, aquí hay tres maneras naturales para hacer frente a la ansiedad dental:

1. Buenos hábitos de higiene dental

Cuando tomamos las medidas necesarias para asegurar que los dientes están fuertes y sanos no tenemos porque preocuparnos, cuando vamos al dentista para una limpieza regular no hacen falta más tratamientos que pongan a nuestros nervios de punta.

Pero una buena higiene dental requiere algo más que cepillarse los dientes dos o tres veces al día, usar hilo dental al menos una vez al día y conseguir una limpieza de dientes profesional regular, también requiere mantener una dieta bien balanceada.

Ser consciente de cómo tratamos a nuestros dientes puede afectar positivamente la salud dental, esto incluye esperar unos treinta minutos antes de cepillarse después de consumir alimentos ácidos y bebidas tales como jugo de naranja, el ácido en los alimentos y líquidos ayuda a descomponer el esmalte de los dientes, por esa razón enjuagarse con agua después de comer alimentos ácidos neutraliza las diferentes reacciones, brindando a nuestros dientes una oportunidad para remineralizar antes de que los frotes con un cepillo repleto de pasta arenosa

Un dato curioso es que al no mantener una buena higiene dental las bacterias estarán al orden del día y si tenemos alguna herida en la boca estás pueden ingresar al torrente sanguíneo, causando estragos en el sistema inmunológico, corazón y pulmones. Además es vital evitar malos hábitos como morderse las uñas, masticar hielo y usar los dientes como herramientas.

2. Reducir el estrés

El estrés causado por otros factores como problemas en el trabajo, amor o la familia exacerban la ansiedad en otros ámbitos de la vida en este caso la visita al dentista, así que es importante evaluar que está pasando actualmente en tú vida y buscar la solución que más se ajuste a ti, lo importante es encontrar una actividad que te ayuda a despejar tus pensamientos, calmar los nervios y reducir la tensión en el cuerpo.

3. Habla con tú dentista

Lo creas o no hay dentistas que se especializan en el tratamiento de los pacientes temerosos, hasta suelen adaptar el espacio para que puedas sentirte mejor y especificar detalladamente que contempla cada procedimiento, suelen entablar charlas antes de iniciar el tratamiento recuerda que cada persona es diferente así que ambos deben buscar que se adapta mejor para el caso.

Es importante elegir un profesional con el cual te sientas cómodo y sea comunicativo en todo el proceso, explicando lo que sentirás y por cuánto tiempo hasta la finalidad de cada procedimiento, dejando tiempos de descanso y que permita detener el  procedimiento con una simple señal si no te sientes bien.