Hoy en día, es cada vez más común identificar a gran cantidad de personas afectadas por enfermedades visuales, las cuales los pueden afectar sin distinguir edad, raza o sexo. Entre las más populares, podemos encontrar la presbicia, la más frecuente entre adultos contemporáneos.
Cuando hablamos de esta condición ocular, también conocida como presbiopía o vista cansada, nos referimos a la poca capacidad de enfocar que tiene el cristalino del ojo humano, lo cual provoca que se pierda la nitidez al tratar de ver de cerca.
¿Cómo se genera la presbicia?
Esta anomalía visual, la cual afecta a la mayoría de los hombres y mujeres mayores de 40 años de edad, se inicia cuando el lente natural del ojo experimenta rigidez, se endurece y va perdiendo progresivamente su flexibilidad original.
Al suceder esto, le resulta más complicado al cristalino poder cambiar tan fácilmente su forma, perdiendo la capacidad para acomodarse y enfocar correctamente, lo cual ha llegado a afectar a millones de personas alrededor del mundo.
Al ser una condición visual, es común que las personas que sufran de presbicia, puedan experimentar al mismo tiempo otras enfermedades relacionadas a los ojos, tales como:
- Miopía: sucede cuando al paciente se le dificulta observar objetos lejanos, pero ve con claridad los que se encuentran cerca.
- Hipermetropía: ocurre cuando el ojo no refracta la luz adecuadamente y las imágenes no se enfocan claramente, caso contrario de la condición mencionada anteriormente.
- Astigmatismo: es el defecto del ojo que hace que se vean algo deformadas las imágenes y poco claro el contorno de las cosas.
Aunque estas enfermedades formen parte del grupo de condiciones visuales más populares en la población, la presbicia es la única que se relaciona directamente al envejecimiento del ser humano.
Sintomatología de la condición
Cuando un individuo alcanza los 40 años de edad, comienza a experimentar ciertos padecimientos en su vida diaria que le indican el inminente deterioro de su condición visual, lo cual lo obliga a estar alerta para tomar cartas en el asunto.
Uno de los más populares de la presbicia es el desenfoque visual de elementos a corto alcance, los cuales no logran determinar por completo, aunque se encuentren a una distancia prudencial del individuo. Cuando a una persona le cuesta leer el diario en las mañanas o descifrar mensajes en su teléfono inteligente, se encuentra ante una inminente presencia de presbicia.
Otra señal de que el paciente puede estar presentando una vista cansada es la fatiga visual que mantenga al tratar de enfocar, fuertes dolores de cabeza, las cuales acarrean un malestar general dependiendo de su intensidad, o simplemente sentirse cansado al realizar una actividad que involucre tener que ver de cerca.
Hipermetropía vs Presbicia
Por la similitud que se pueda presentar entre los síntomas de la presbicia e hipermetropía, es muy común que esta anomalía visual se vea confundida con ella.
Ante esta situación, se debe aclarar que la presbicia es una enfermedad que aparece con la edad, por lo cual las personas que se encuentren cercanas a los 40 años deben mantenerse alerta y consultar a su optometrista de confianza, que es la figura idónea para suministrar un diagnóstico acertado.
Realizando la evaluación pertinente
Una vez que el paciente asista al oftalmólogo, este procederá a realizar un examen ocular completo para proceder a dar un diagnostico apegado a su realidad. Durante la exploración, el especialista examina las partes de los ojos que sean más susceptibles de sufrir algún tipo de patología. En la mayoría de los casos se procede a dilatar la pupila para observar si se ha producido algún daño alarmante.
Además de cerciorarse de que el paciente no posea otros problemas oculares o en su defecto aplicar los correctivos correspondientes para mantenerlos bajo control, el médico determinará el grado de presbicia del paciente mediante una prueba básica de la visión, donde se le pide que lea las letras en una tabla colocada a una distancia prudencial y se evalúa la visión cercana después.
Durante este examen oftalmológico, también es común el uso de un foróptero, instrumento que mide la cantidad de error de refracción que el paciente pueda tener, el cual ayuda a determinar la prescripción correcta para corregir esta anomalía.
Aplicando el tratamiento necesario
Una vez que se tiene un diagnóstico preciso de la condición visual del paciente, los optometristas procederán a recomendar ciertas acciones, las cuales ayudarán a mantener controlada la presbicia en el afectado, entre ellas destacan:
- Lentes correctivos: se utilizan lentes convexos, estos pueden ser de montura o de contacto, a través de los cuales el paciente podría leer con claridad a una distancia de al menos 30 centímetros. Si el afectado también sufre de otro problema visual, necesitará utilizar lentes bifocales o multifocales, los cuales procederían a corregir ambas anomalías.
- Cirugía de ojos: consiste en corregir las condiciones asociadas a la presbicia a través de cirugía láser. Se realiza en dos fases: uno para la visión de cerca y la otra para la visión a distancia.
- Tratamiento farmacológico: se trata de la utilización de estimulantes en los receptores visuales, a través del uso de colirio oftalmológico para la rehabilitación del lente focal del ojo.
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