Los problemas en la vista son muy comunes en todo el mundo, en especial la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, por eso es frecuente ver en nuestros conocidos usar lentes, sin tratarse esto de algo extremo, Y aunque la mayoría, por no asegurar que todos estos padecimientos, son corregibles con cirugía, los lentes son la gran solución que presentan los oftalmólogos.
Entre la gama que encontramos llega un momento en el cual la moda priva sobre la necesidad. Cuando el especialista nos receta la fórmula para los cristales, debemos elegir el tipo de montura. Es en este punto donde, de acuerdo con el presupuesto, impera el estilo de cada quien.
Pero algunos van más allá y prefieren otra serie de elementos, decantándose por los lentes de contacto.
Qué son los lentes de contacto
Su uso primordial es el mismo que los de montura: ayudar a corregir problemas en la vista. Sin embargo, estos últimos cuentan con una composición completamente distinta. Además, su tamaño los obliga a adaptarse exclusivamente sobre la córnea.
Se componen de hidrogel, un material resistente y de fácil manejo que no afecta al globo ocular.
Además, existen de varios tipos de lentes de contacto, según la enfermedad:
- Tóricas: para hacer frente al astigmatismo.
- Esféricas: contra la miopía y la hipermetropía.
También es posible adquirirlos para uso decorativo, pero solo deben ser elegidos para ocasiones que realmente lo ameriten, (también es preferible consultar con un especialista antes).
Por qué usar lentes de contacto
Son mayores las bondades que los motivos para rechazar la compra de lentes de contacto, por eso te presentamos las principales razones para optar por este tipo de elemento:
- Fijos. Si usas lentes de contacto, salvo con un impacto directo en tu ojo mientras está abierto, no se caerán. Esta es una de las mejores opciones para aquellas personas que hacen deportes. Si bien existen lentes de montura hechos especialmente para distintas actividades físicas, los de contacto son ideales para practicar tu disciplina favorita.
- Tu rango visual será mayor en comparación a los lentes de montura. Esto se debe a que, como ya explicamos, los lentes de contacto se adaptan perfectamente a la córnea, lo que obliga a moverse cada vez que volteamos hacia un lado u otro. Esto es tarea difícil con los de montura, sobre todo cuando debes enfocar hacia arriba o hacia abajo.
- Exactitud. A pesar de que apenas unos centímetros son los que separan a los ojos con los cristales de los lentes de montura, se genera un efecto distinto a lo que se obtiene con los lentes de contacto, pues se colocan directamente sobre el globo ocular.
- Limpieza. Es muy complicado que tus lentes de contacto se manchen si los tienes puestos. Puede que ocurra en muy raras ocasiones. Sin embargo, esto es algo mínimo, así que no tienes mayores motivos para preocuparte. Si eres de los que usa lentes de montura, debes estar atento a que no se ensucien durante una gran parte del día.
- Sin marcas. Los lentes de montura reposan sobre el tabique nasal, y pueden dejar marcas en esta zona. Olvídate de esto con los de contacto, porque evitarás que una estructura permanezca el tiempo suficiente para dejar su huella en algún lugar de tu cuerpo.
Mantén la atención sobre ellos
Si usas lentes de contacto sabrás que debes tener mucho cuidado con ellos porque se tratan de piezas pequeñas y delicadas. Pero si recién te inicias en esto, o aún no te decides, te presentamos una serie de advertencias para que su uso no atente contra tu vista.
Primero, visita a un oftalmólogo. Si padeces de alguna enfermedad en los ojos y debes verte obligado a usar lentes, este será el indicado para aconsejarte sobre qué tipo usar, y por qué uno será mejor que otro para tu condición.
Cuida tus manos, pues jamás debes manipular los lentes de contacto si se encuentran sucias, de lo contrario transmitirás bacterias a las piezas y posteriormente a tus ojos, generando más problemas sobre ellos. Elimina los rastros de jabón y sécalas.
Larga vida a tus lentes de contacto
Si en cada visita al oftalmólogo notas que tus condiciones no empeoran, entonces puedes mantenerlos un buen tiempo, puesto que no requieres cambiar tu fórmula. Eso sí, a mayor tiempo con ellos, más cuidado.
Ubica la solución para limpiarlos. No todas son las mejores, así que te tocará hallar una que cumpla sus funciones perfectamente. Debes limpiarlos un par de veces por semana, buscando eliminar antes de tenerlas, manchas sobre el estuche donde los guardas.
Debes cambiar el lugar donde los guardes una vez al año, según recomiendan los especialistas. No descuides esta recomendación.
El sueño, enemigo de los lentes
No te confundas, no te pedimos que dejes de descansar, solo que no duermas con ellos puestos. Este es uno de los mayores errores que alguien con lentes de contacto puede cometer. Así como no lo harías con los de montura, lo propio aplica para estos.
Mientras estés en casa podrías dejar de usarlos, siempre y cuando cuentes con unos de montura que solo utilices durante un par de horas antes de dormir, o si estás viendo tv o frente a al computador, así evitarás que el ojo se reseque con ellos puestos.
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