¡Por supuesto todo el mundo debería contar con un seguro para la vista sin importar la edad!
Las aseguradoras ofrecen algunas pólizas de seguros en las que se ofrecen ciertas indemnizaciones en caso de daño o pérdida de la visión, pero no es a esto a lo que nos referimos, sino a los seguros de atención especializada para el diagnóstico y tratamiento de problemas de la vista.
Para el cuidado de los ojos o de la vista puede decirse que no existen límites de edad ya que los problemas de visión pueden ser originados por muy diferentes causas. Desde que nace un bebé existen pruebas adecuadas para poder detectar diferentes problemas de la vista.
Más adelante, dependiendo de las etapas del desarrollo en que los niños se encuentren pueden ir surgiendo algunos otros problemas de la vista. Esta es una etapa que puede ofrecer complicaciones ya que no siempre es fácil notar cuando un niño tiene dificultades para ver, independientemente de la magnitud del problema.
Por ello es importante monitorear su vista al igual que se hace con sus dientes, sus huesos, sus reflejos, etc. En una visita al pediatra éste puede detectar alguna anormalidad y canalizar al niño con el oftalmólogo. Pero esto no siempre sucede, sobre todo si se trata de algún problema leve. Por lo tanto lo ideal es que sea evaluado por un oftalmólogo.
En el caso de los adolescentes y jóvenes es muy posible que ni padres ni maestros perciban la existencia de problemas en la vista si los mismos chicos no se quejan. Tanto en niños como en adolescentes es posible que gesticulen de manera inconsciente para poder enfocar un poco mejor. Como ves cuando hay niños es muy importante contar con un seguro para la vista ya que de esa forma se les garantiza la atención de un especialista así como los anteojos o tratamiento adecuados.
Es posible que durante la infancia o la adolescencia no se hayan presentado problemas de visión, pero de pronto la sorpresa llega durante algún chequeo realizado para solicitar ingreso a determinada universidad o a algún puesto de trabajo y que los resultados indican que el o la joven tiene problemas de la vista y requiere atención especializada.
Para otras personas que jamás tuvieron un problema con la vista de repente notan que ya no ven como lo hacían antes y que requieren de ayuda para poder leer o trabajar frente al ordenador. O puede ser que debido a la diabetes, a la hipertensión o a algún otro padecimiento hayan ido perdiendo la vista a pesar de no tener una edad tan avanzada.
Es entonces muy útil contar con un seguro para la vista de manera que consultas, anteojos y algunos procedimientos no nos resulten demasiado costosos pero que tengamos la seguridad de que son de calidad y efectuados por especialistas ampliamente reconocidos.
Y en el caso de los adultos mayores sus requerimientos de atención de la vista deben estar bien cubiertos ya que a edades avanzadas el deterioro puede ser más rápido, y lo que se busca en general es que tengan una vida de calidad.
Vemos pues que no podemos hablar de una edad específica para comenzar a pensar en asegurar la atención oftalmológica sino que es algo muy conveniente para cualquier edad.
Afortunadamente existen diversos tipos de seguros, ya sean familiares, escolares, empresariales, y de muchos otros tipos por lo que seguramente encontraremos uno a la medida de nuestras necesidades y posibilidades.
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