Los sonidos extraños o crujidos en tu mandíbula son una señal que algo está funcionando mal. Algunas veces pasamos por alto este tipo de problemas sin medir las consecuencias. Estos sonidos evidencian que la mandíbula puede estar sufriendo de algún trastorno. Si no puedes cerrar adecuadamente la boca, puede que estés sufriendo del trastorno de la ATM.
La ATM es la forma abreviada de referirse a la Articulación Temporo Mandibular, que como su nombre lo indica es la unión de la Mandíbula con el hueso Temporal del cráneo, que podrás localizar si pones tus dedos justo delante del oído y abres y cierras la boca, sentirás cómo la mandíbula gira y se deslaza y poco, exactamente como lo hace al masticar y hablar.
Algunas veces la ATM puede estar afectada, unos de los síntomas son los crujidos. La articulación temporomandibular se forma por los maxilares superior e inferior. Estas articulaciones a su vez se unen directamente al cráneo, siendo una de las más complejas de la anatomía.
Conoce el Trastorno de la Articulación Temporomandibular
Este trastorno puede evidenciarse durante la mordida, la mandíbula emite sonidos que no son frecuentes. Esto puede causar molestias en el proceso normal de cierre y apertura de los maxilares superior e inferior. Puedes constatar el funcionamiento de la mandíbula colocando tus dedos bajo las orejas. Luego cierra y abre tu boca, podrás notar el trabajo que realizan las articulaciones.
Cuando hay algo que está funcionando mal, notarás que la mandíbula sufre al momento de cerrar y abrir tu boca. Los ruidos extraños pueden surgir de manera muy frecuente. De igual forma, cuando realizamos movimientos laterales de la mandíbula. Una razón del crujido puede ser que el menisco o disco no está colocado en la posición correcta.
También los chasquidos pueden generarse por degastes en los huesos de la mandíbula. Por ello, diversos estudios han determinado que los traquidos son un síntoma para detectar el trastorno. Sin embargo, esto no quiere decir que todas las personas con chillidos en su mandíbula sufran del trastorno de la ATM.
El ATM: cuestión de milímetros en un pequeño espacio
Una pequeña desviación de un milímetro puede ser perjudicial para sufrir de ATM. Así de delicado es el funcionamiento de la mandíbula. Por ello, expertos consideran que esta parte del rostro es una de las más complejas de nuestra anatomía. De modo que, si existe un desvío milimétrico de la mandíbula, es normal que ocurran crujidos. Otro evidencia común del ATM es el dolor.
El dolor al cerrar y abrir tu boca, también se considera como un síntoma del ATM. El dolor puede trasladarse a diversas zonas de la cara. Por ejemplo, el oído, la sien, los dientes, el cuello, y por supuesto la mandíbula. Aunque exista dolor simultaneo o individual en estas zonas, un dentista será el que determine si el trastorno el real. Muchos pacientes se abstienen de visitar al especialista hasta que el dolor es notorio.
Lo correcto es visitar al odontólogo lo antes posible en el primer momento cuando aparece el crujido. La observación del médico siempre será vital para descartar si existe el trastorno. No puedes dejarte llevar por lo que tú u otros piensen. El dentista es el único capacitado y con las herramientas necesarias para un diagnóstico.
Opciones para evitar el dolor mandibular
Individualmente podemos poner en práctica diversos hábitos que eviten el dolor mandibular. A veces optamos por una mala postura al momento de posicionar la mandíbula. Esta solo tiene una forma correcta de posicionarse, incluso, cuando se estás respirando.
Cuando estamos molestos por algo, solemos apretar fuertemente nuestros dientes. Este hábito que es muy común pero puede traer problemas a largo plazo. El desgaste dental y de las articulaciones de la mandíbula es una causa probable. Este desgaste óseo de los huesos de mandíbula provocaran los sonidos posteriores.
Existen malas posturas de la cara que provocan a la aparición del ATM. Una mala posición de la cara afectará las articulaciones de la mandíbula y cuello. Estos ligamentos se exponen a tensiones innecesarias que pueden debilitarlas. La postura al estar frente a la computadora debe ser con la cara recta y no inclinada.
No poder dormir bien también termina siendo una causa potencial del ATM. No descansar adecuadamente genera un estrés que tensiona las articulaciones de la cara. Estas tensiones no recurrentes debilitan los ligamentos del rostro y generan una mala posición mandibular.
Masticación excesiva
Cuando consumimos algún alimento que requiere un esfuerzo mayor al masticar, afectamos el funcionamiento de la mandíbula. Masticar chicle, por ejemplo, requiere de un esfuerzo mandibular mayor, ya que se realiza de manera repetitiva. Existen otros alimentos duros o demasiados crujientes que no son recomendables. Los caramelos suelen ser muy duros para masticar y requieren un mayor esfuerzo articular.
Debemos tener cuidado incluso cuando bostezamos. Cuando el bostezo es muy exagerado y abrimos la boca en exceso afectamos los ligamentos de la mandíbula. Asimismo, debes tener en cuenta que la boca tiene una posición ideal cuando se encuentra en reposo. Se deben mantener los dientes y labios alineados. Cualquier desviación milimétrica puede tener efectos negativos a largo plazo.
Si percibes algún sonido no habitual en tu mandíbula, debes acudir de inmediato con un odontólogo. La mejor forma de descartar la presencia del trastorno temporomandibular es a través de un chequeo médico. El odontólogo cuenta con todos los equipos necesarios para realizar un diagnóstico adecuado. Recuerda, chequeo a tiempo te evitará males mayores. Después de todo, mantener la salud de tu boca en cada momento es lo que importa.
Roberto Gómez García dice
Carmen:
Son problemas similares a los de la articulación de la boca; pero corresponden a la columna vertebral, por lo que debes hacerte examinar por un Médico Ortopedista, mientras más pronto mejor para que no avancen los problemas.
Saludos
carmen villegas dice
Que hago si estos ruido aparecieron también en mi cuello y también me duele