El ojo como cualquier otro órgano del cuerpo necesita tener ciertos parámetros estables para poder funcionar correctamente.
En este sentido, la presión normal que deberían de tener tus ojos es de entre 10 y 21 mm Hg, pero cuando está por encima de este rango puede ocasionar problemas como la presión intraocular (PIO).
La presión intraocular es la compresión que ejercen los líquidos del ojo contra las paredes de este (esta es necesaria para que el ojo este aliviado). Esta elevación es un factor de riesgo para padecer otra enfermedad como lo es el glaucoma.
¿Tensión alta o hipertensión ocular?
Es muy común que las personas confundan la tensión alta con hipertensión ocular, no debes cometer este error. Existe una gran diferencia entre estas, pues, cuando hablamos de tensión alta nos referimos a la presión de la sangre que circula por las arterías todo nuestro organismo.
Mientras que el PIO está relacionada exclusivamente con nuestros ojos. Por ende, si usted sufre de hipertensión arterial no necesariamente tiene que padecer hipertensión ocular o viceversa.
Otro punto importante que debes tener en cuenta es el acudir a revisiones periódicas pues la presión intraocular alta no ocasiona síntomas visibles, por ello se le conoce como la enfermedad silenciosa.
¿Quiénes son más propensos a sufrirla?
Todo el mundo sin distinción de raza, sexo y edad puede sufrir de esta patología. Sin embargo, hay ciertos grupos que deben prestar más atención a sus ojos, estos son: los mayores de 60 años, aquellos que tienen antecedentes familiares de PIO o glaucoma, los que consumen esteroides y los diabéticos.
Recuerda que aunque esta es una enfermedad silenciosa, puede dar algunos síntomas solo cuando la PIO es desorbitada. De ser así puedes padecer de dolores de cabeza, inestabilidad o visión borrosa.
Aunque no tengas antecedentes familiares ni sufras nada de los antes mencionado, por prevención deberías asistir cada 1 o 2 años con el especialista, en especial si ya pasaste los 40 años.
¿Por qué se produce esta patología en nuestros ojos?
Los expertos afirman que no hay una causa clara o específica por la que se dé el aumento de la presión intraocular, pero cuando nuestros ojos están sanos se ven beneficiados por los antioxidantes que lo componen.
Ahora, cuando el ojo aumenta los radicales libres, automáticamente reduce el mecanismo de defensa antioxidante, produciendo estrés oxidativo y patologías oculares como el glaucoma.
¿Qué influye en este proceso? Los factores que más afectan son: la edad, el tabaco, la contaminación y la mala alimentación.
Tratamiento de la PIO alta
Una vez diagnosticada la PIO alta, será el especialista en oftalmología quien determine el tratamiento que más se adapte a ti. Pueden ser medicamentos o colirios, según sea el caso.
Si en tu caso se debe mejorar el paso del humor acuoso, entonces te recetarán colirios mióticos (pilocarpina) o epinefrina. Si por el contario debes disminuir este, entonces deberás usar gotas betabloqueantes e inhibidores de anhidrasa carbónica
Y en el último caso, si debes disminuir de forma más constantes el humor acuoso entonces te recomendarán inhibidores orales de la anhidrasa carbónica.
¿Qué te haría el especialista en la revisión?
Lo primero que te realizará el oftalmólogo o el óptico de optometria es una topometría; una prueba simple que no ocasiona ningún tipo de dolor y que en pocos minutos te hará saber tu presión intraocular.
Si el resultado del examen fuese alto deberás hacerte un examen de fondo de ojo, ya que este detectará el daño real que te ha ocasionado esta patología en el globo ocular.
Una de las ventajas del examen a fondo es que por ser extrapolable se puede hallar posibles daños en las arteriolas de otros órganos del cuerpo, por ejemplo las del cerebro, los riñones o el corazón.
¡Se me generó un glaucoma!
Cuando llegamos a sufrir de glaucoma estamos ante una enfermedad severa que de no ser tratada a tiempo puede dejarnos ciegos de por vida, ya que genera daños en el nervio óptico.
Esta enfermedad involucra múltiples factores y aunque los pacientes con PIO alta son los más propensos a desarrollar glaucoma, no te confíes, pues se ha dado en muchos casos en personas con PIO dentro del rango normal.
Según estadísticas del Consejo General de Colegios de Ópticos-optometristas la ceguera ocasionada por glaucoma se puede evitar en más del 90% de los casos si se realiza el diagnóstico a tiempo.
¿Qué síntomas me genera el glaucoma?
Cuando comienzan a aparecer síntomas visibles de la enfermedad es señal que la patología se encuentra muy avanzada y la pérdida de visión es irreversible.
Los síntomas más comunes que puedes sentir son:
- “Visión en túnel”, reducción del campo visual periférico.
- Ojos muy sensibles a la luz o el deslumbramiento.
- Ligeros dolores de cabeza.
- Percepción de halos alrededor de la luz eléctrica.
- Dificultad para ver en la oscuridad.
Hay que hacer énfasis en que no hay edad específica para padecer glaucoma. Sin embargo, el riesgo aumenta según la Organización Mundial de la Salud a partir de los 60 años con una incidencia del 2,1%, un 3,5% pasado los 70 años y 2,3% en personas que alcanzan los 90 años.
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