La higiene bucal lo es todo si el objetivo es tener una boca saludable, durante la adultez los problemas bucales pueden tornarse más serios puesto que, a diferencia de cuando somos niños, no tenemos la oportunidad de mudar dentadura y a veces adquirimos hábitos que perjudican directamente la cavidad bucal.
Para evitar la incomodidad de sufrir algún trastorno relacionado con la salud bucal es necesario tomar las siguientes previsiones:
- Cepíllate al menos dos veces al día: de preferencia a la hora de levantarte y de acostarte, con una pasta dental que contenga flúor para asegurarte de eliminar la placa bacteriana que se forma constantemente alrededor de los dientes y las encías.
- Usa eficientemente el hilo dental: aprende a manejarlo incluso si no tienes un espejo frente a ti, esta es la única herramienta práctica que tienes para eliminar los depósitos de placa que se alojan entre los dientes y en la parte baja de las encías, lugares difíciles para ser alcanzados por el cepillo dental. Haciéndolo evitarás que la placa se endurezca y se convierta en sarro.
- Utiliza enjuague bucal: si existen bacterias que el cepillado no pudo matar, el enjuague se encargará de ellas, úsalo después de cepillarte los dientes.
- Evita el azúcar y los almidones: los alimentos con estos componentes tienen ácidos que atacan directamente el esmalte cuando se transforman en placa dental. Por consiguiente, trata de no consumir caramelos, gomitas, marshmallows, gaseosas, entre otros.
- Visita al dentista más de una vez al año: tu cavidad bucal necesita atención, programa consultas periódicas con un profesional de la odontología para que te examine y realice limpiezas.
Enfermedades dentales comunes en los adultos
A pesar de tener una higiene dental completa no estamos exentos de contraer enfermedades en la cavidad bucal. Cabe destacar que la mayoría de estas afecciones se pueden prevenir con ayuda de su dentista:
Gingivitis: es una inflamación de las encías ocasionada por el depósito de una película suave, pegajosa, transparente y llena de bacterias que se denomina placa dental. En su etapa inicial es reversible y sus síntomas más notables son encías rojas, sensibilidad y sangrado durante el cepillado.
Apenas aparezcan indicios de gingivitis es necesario que visites al médico, pues esta enfermedad puede traer problemas más serios que pueden terminar en pérdida de la dentadura si se le permite avanzar.
Periodontitis: es una infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes, esta ocurre cuando la gingivitis no es tratada a tiempo. La inflamación causada por la periodontitis hace que los dientes se vayan aflojando hasta llegar al punto de caerse.
La placa y el sarro de la boca se van acumulando en la base de los dientes hasta formar bolsas o huecos, que son las causantes de la dolencia. El daño se va extendiendo poco a poco hasta que logra tocar los huesos.
Esta afección es la principal causa de caída de los dientes en los adultos, aún en la adolescencia se puede sufrir de esta enfermedad.
Caries: es la destrucción de los tejidos de los dientes generada por los ácidos que producen las bacterias alojadas en la placa dental. La mala higiene bucal es la principal causante de las caries, no obstante, la herencia genética y algunos alimentos también tienen que ver.
Existen varios tipos de caries:
- Caries de corona. Aparecen sobre las superficies de masticación o entre los dientes.
- Caries radicular. Se generan en la raíz de los dientes, es más común en adultos que en jóvenes y niños.
- Caries recurrentes. Se forman alrededor de obturaciones y coronas donde se pueda acumular placa.
Halitosis: también conocida como mal aliento, es generado por mala higiene bucal, caries y en algunos casos por tabaquismo. Esta enfermedad se puede curar rápidamente con la ayuda de un dentista, generalmente se detiene con productos dentales comunes.
Las personas con halitosis deben adoptar la costumbre de cepillarse sin falta después de cada comida y aprender técnicas efectivas de cepillado para contrarrestar su afección.
Sensibilidad dental: algunas personas son más propensas a sentir dolor cuando consumen alimentos o bebidas frías y calientes, en algunos casos también pueden ser afectadas por comidas ácidas o dulces.
El menú del día y la salud de los dientes
Un equilibrio en la alimentación es fundamental para tener una salud óptima, en este caso para mantener los dientes y las encías saludables. Lo ideal es comer a diario alimentos fibrosos como las frutas y los vegetales para que ayuden a limpiar la cavidad bucal.
Las manzanas, zanahorias, apio, fresas, frambuesas, kiwis, naranjas, entre otros son buenos para los dientes, los mantienen sanos y limpios. Mientras, comidas blandas y dulces como las golosinas y las gaseosas ayudan a la producción de más placa bacteriana.
Cuando el azúcar entra a la boca tiene un rango de ataque hacia los dientes de alrededor de 20 minutos, reduciendo el esmalte dental. Para evitar esta situación es necesario consumir productos nutritivos como queso, yogurt y leche.
Incluso algunas infusiones como el té verde ayudan al fortalecimiento de los dientes, beber una taza de este líquido al día reduce la posibilidad de padecer enfermedades en las encías y en las piezas dentales.
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