El paso del tiempo trae consigo nuevos elementos para afrontar retos actuales. Es aquí donde la tecnología se hace presente y sus avances nos han asegurado más años de vida, gracias a la serie de implementos creados con la necesidad de detectar y acabar de forma más rápida y efectiva con enfermedades que antes eran casi imposibles de atacar.
Esa es la constante de nuestros días: no se trata de verse obligado a inventar algo que determine el rumbo del presente, sino de apoyarse en lo que ya existe para mejorarlo. Así es como su función hará las labores de quienes manejan la tecnología mucho más fáciles.
También está el tema del alcance, pues estamos frente a herramientas que pueden beneficiar a millones de personas. Y hacer de la medicina una práctica de ayuda para todos en el mundo, convirtiendo lo que era antes para unos pocos, en algo masivo.
Tecnología por el bien de nuestra boca
Con nuestros dientes existe también un nicho de mercado en el cual se han establecido nuevos elementos. ¿Su influencia? Ha sido más que positiva y redujeron los tiempos de respuestas. Así como también, los costos, para la mejora de los pacientes.
Una de esas prácticas gira en torno al uso de láser.
Todo lo que debes saber sobre la odontología láser
Hoy es cada vez más común el uso de la odontología láser como herramienta de trabajo en el mundo de los dentistas. Se ha encargado, poco a poco, de sustituir a los utensilios que tradicionalmente utiliza el especialista.
Esas máquinas cuyo ruido hacían sentir pánico a más de un valiente siguen vigentes. Pero el tiempo le ha dado también su espacio a equipos que realizan el mismo trabajo, sin generar ese efecto sobre las personas.
Esta es una idea creada para abarcar una serie de usos comunes pero importantes dentro del campo odontológico. ¿Su función? Es la de disminuir cada vez más la molestia y brindar mayor confianza al afectado.
Se trata de innovar cada día en el proceso
Puede que estemos frente a un campo en el que aún falten muchos pasos por dar, pero la odontología láser se remonta a la década de 1960. Cuando se realizaron las primeras pruebas con aparatos que ya apuntaban a un futuro mejor. Sin embargo, fue a finales del pasado milenio cuando tomó forma para el público.
Pero lo que más incertidumbre generaba era su impacto sobre las piezas dentales y hacia dónde podía apuntar. Al principio solo se trataba de una herramienta que debía usarse sobre los dientes.
Sin embargo, poco a poco se fue adaptando para abarcar mucho más espacio en la rama, participando en cirugías de zonas como las encías y sumándose a la limpieza de las piezas dentales.
Beneficios de la odontología láser
Cuando la tecnología se usa a favor de los beneficios en los pacientes, sus puntos positivos siempre serán mayores y aquí te presentamos cada uno de ellos:
Confianza. La dentofobia es una realidad y se trata del miedo irracional al dentista y lo que gire sobre las consultas con el especialista. Esto ha llegado al punto del uso de analgésicos de manera controlada, pero el tratamiento odontológico con uso de láser quiere acabar con esto.
A diferencia de los aparatos más viejos, cuyo sonido hace creer que nuestra boca (y nuestra vida) está corriendo peligro, el láser no genera ruido, menos dolor y, por consiguiente, brinda mayor seguridad al paciente.
Ganarle al tiempo. Esta tecnología es capaz de hacer que el traumatismo sea menor, lo que conlleva también menos inflamación en la zona tratada, y a su vez tiempos de recuperación mucho más veloces, en comparación al uso de utensilios del pasado.
Menos analgésicos. Al no generar dolor en las piezas a reparar, se pasa a eliminar de manera automática el uso de anestesia sobre las personas. Acabando con las opciones de buscar alternativas sobre aquellas alérgicas a ciertos fármacos.
Directo al grano. El uso del láser en el entorno odontológico tiene como otro punto importante su precisión, por lo que se pierde menos de la pieza tratada.
Imagina que una caries está muy avanzada y se debe eliminar parte de un diente cuyo tejido no tiene recuperación alguna, será ahí cuando se gane terreno y, de ser posible, el afectado no se verá en la necesidad de perderlo todo por completo.
Factores que no puedes dejar a un lado
Si bien son mayores sus beneficios, también debes conocer algunos aspectos que invitan a tomar otras decisiones sobre si es mejor o no ser parte de esta tecnología. El primero de ellos tiene que ver con que, como aún se trata de algo “novedoso”, suele ser más costoso al compararlo con el mismo tratamiento donde se emplean herramientas tradicionales.
Además, cuando se trata de una caries, los especialistas aún aconsejan manejarla, si es muy profunda, con equipos básicos. Pues el láser conlleva cierto riesgo que, si hace contacto con el nervio dental, puede provocar resultados negativos.
Más allá de los mencionados, esta opción está ganando cada vez más terreno, siendo la preferida hoy en día por aquellos que deben acudir al odontólogo.
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