La enfermedad periodontal (EP) es una alteración crónica de los tejidos que soportan la dentadura. Muchas veces quien la padece no presenta síntomas y algunas investigaciones sugieren que hasta un 90% de la población llega a padecerla alguna vez a lo largo de su vida.
Son dos los padecimientos en los que se clasifica a la EP: gingivitis y periodontitis.
Gingivitis: afecta solamente a las encías y se revierte controlando localmente a las bacterias que la producen.
Periodontitis: afecta a los tejidos que soportan la dentadura, los ligamentos periodontales y el hueso alveolar, destruyéndolos y ocasionando eventualmente que los dientes se aflojen y se caigan.
Son varios los factores que conllevan a la enfermedad periodontal: genéticos, inmunológicos, ambientales y bacterianos, siendo estos últimos los más comunes.
La enfermedad periodontal se produce cuando el sistema inmune produce una inflamación ante la presencia de bacterias en los tejidos periodontales, esto permite que las bacterias penetren hacia el torrente sanguíneo y, desde él, se expanden a diferentes órganos y tejidos.
Cuando se forman bolsas periodontales, esto es, entre el diente y la encía, el tejido se inflama, se ulcera la capa externa y es así como los microorganismos penetran en el cuerpo, ocasionando problemas que van más allá del mal aliento, el dolor de encías y la eventual pérdida de dientes.
Numerosos estudios científicos han provisto evidencia de que las bacterias que ocasionan la enfermedad periodontal son un factor de riesgo y/o agravan algunas enfermedades comunes y con alto índice de mortalidad: la artritis reumatoide, el parto prematuro y bajo peso al nacer, las enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus, entre otras.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria crónica de las articulaciones, la cual se caracteriza por inflamarlas y destruir paulatinamente los tejidos de las mismas. Existen casos donde se han encontrado anticuerpos contra bacterias presentes en la periodontitis en el líquido sinovial de las articulaciones de pacientes con artritis.
También se ha encontrado DNA de este tipo de bacterias en las articulaciones de pacientes que padecen de artritis. De igual modo, se ha relacionado que pacientes con casos severos de enfermedad periodontal, tienen síntomas de artritis más agudos que pacientes que no la padecen, descartando que la falta de movilidad sea una causa de la enfermedad periodontal al impedirles llevar una higiene bucal adecuada.
En cuanto a los partos prematuros, se ha encontrado en diversos estudios científicos que las mujeres embarazadas que padecen periodontitis tienen 8 veces más riesgo de dar a luz antes de tiempo que quienes no la tienen. Lo anterior debido a la contaminación de la placenta por bacterias.
Respecto a las enfermedades cardiovasculares, la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo puede ocasionar eventualmente la obstrucción de vasos sanguíneos por inflamación, ocasionando daños en el tejido que es irrigado por dicho vaso.
Por todo lo anterior, es muy importante que a la primera señal de sangrado, inflamación de las encías o mal aliento, que son algunos de los principales síntomas de la enfermedad periodontal, se acuda al dentista para descartar o combatir a tiempo una infección bacteriana que puede dañar no solo nuestra sonrisa, sino nuestra salud en general.
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