La blancorexia es una obsesión por tener dientes blancos y mantenerlos siempre relucientes, bien sea con tratamientos profesionales o caseros, hace poco fue incluida en la lista de adicciones en todo el mundo.
Los tratamientos para blanquear los dientes son ahora el número uno dentro de los procedimientos dentales cosméticos, su uso aumentó en más de un 300% desde 1996 según la Academia Americana de Odontología Cosmética, ello se debe, entre otras causas a que los productos están al alcance de los pacientes con solo ir a una farmacia , en donde conseguirán un sinnúmero de kits de blanqueamiento dental, incluyendo todos los materiales, instrucciones y hasta descuentos; lo que en opinión de los Dentistas hace que algunas personas se exceden en la búsqueda de la sonrisa perfecta y ahí es donde aparecen los efectos secundarios que incluyen la sensibilidad dental, irritación de las encías y hasta el cambio indeseable hasta colores azulados, ¿Imaginas andar con los dientes azules? Lo peor del caso es que es totalmente irreversible.
En pocas palabras la blancorexia está presente cuando alguien tiene los dientes blancos pero piensa que son de color amarillo, obsesionándose con blanquearlos en consulta odontológica o en casa además de cepillarse a todo momento con la misma finalidad, constantemente buscan espejos para evaluar signos de manchas, decoloración o zonas oscuras para tener una excusa y comprar inmediatamente un blanqueador dental, además expresan una constante sensación de insatisfacción con el color de los dientes, podría sonar extraño pero cada día son más las personas que se suman a este grupo.
El problema viene cuando ya no es solo algo estético, sino que involucra la salud oral del individuo, es verdad que estas personas no tienen que ser ingresadas a un hospital para curarse pero si necesitan mucha orientación odontológica y hasta psicológica, una de las recomendaciones es documentarse para saber hasta dónde llega el alcance de los procedimientos dentales, conocer que en la mayoría de los casos las manchas se van pero no significa que el blanco será reluciente además debe evitarse el consumo de café, vino y refrescos oscuros que contribuyen a que los dientes se tornen amarillentos.
Posterior a la aplicación de tratamientos innecesarios para blanquear los dientes es común que la persona presente hipersensibilidad en las piezas dentales (debido a la erosión del esmalte), irritación bucal (que afecta a las encías, el paladar y la garganta), mareos (debido a la ingesta accidental de soluciones blanqueadoras). Una cosa es querer verse bien pero otra muy diferente es hacerse daño por razones vánales y sin sentido.
La gente sólo quiere el blanco de Hollywood, físico perfecto y sonrisas brillantes sin darse cuenta se están obsesionado cada día más con esto, es cierto también al inicio los resultados son agradables pero llega un punto en que el abuso se vuelve en contra de la salud de la persona, un dato curioso es que los bordes de los dientes se vuelven de color azul translúcido y es totalmente irreversible.
Algunas personas inician usando solo pasta de dientes ordinaria blanqueadora luego tiras, gel de acción rápida y finalmente un producto de bandeja y gel (donde la solución se comprime en una bandeja y se deja por una hora), al pasar los meses las encías están irritadas, los dientes súper sensibles y con dolores por simplemente comer un helado o tomar té caliente, todo esto por someter a los tejidos orales a soluciones toxicas por demasiado tiempo.
En este caso el uso de la palabra ‘adicto’ suele ser fuerte, pero un estudio reciente muestra lo que parece ser, la tolerancia (es decir, la necesidad de más y más productos blanqueadores de dientes para conseguir «arreglo») esto abarca rotundamente una adicción, el hecho de que no inusual, no significa que debemos ponerla de lado, al contrario si consideras que algún conocido o familiar está pasando por esta situación háblalo, la idea no es atacarlo y mucho menos hacerlo sentir mal, es brindar una mano amiga antes que sea tarde, las consecuencias no son solo dientes azules sino incomodidad para comer, masticar y en ciertos casos hasta para hablar.
Otra área en la que el blanqueamiento dental se ha examinado es desde una perspectiva psicológica vinculándose con el trastorno dismórfico corporal (TDC), esta es una alteración psiquiátrica que afecta alrededor del 2% de la población occidental donde las personas observan imperfecciones de su cuerpo por todos lados y los dientes no se quedan atrás.
Otro estudio realizado en Reino Unido encontró que las personas con trastorno dismórfico corporal son nueve veces más propensos a tener en cuenta blanquear los dientes, seis veces más propensos a considerar el tratamiento de ortodoncia y cinco veces más insatisfechos acerca de su tratamiento más reciente.
En la actualidad diferentes estudios avalan la blancorexia como una obsesión que debe ser tratada a tiempo para no acarrear problemas de salud oral más adelante.
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