Entre las diversas malformaciones que involucran la estructura ocular se encuentra el telecanto, una condición definida como “una anomalía palpebral”. Es decir, que afecta la estructura de los parpados, más que al globo óptico como tal.
Según el diccionario médico de la Universidad de Navarra, el telecanto es una “malformación congénita que se caracteriza por un aumento del espacio intercantal, siendo la distancia interpupilar normal y existiendo un aumento de los tejidos blandos frontonasales”.
En términos más simples, el telecanto es una anomalía que se evidencia físicamente como una distancia superior de lo normal entre los cantos oculares y que, además, involucra una presencia excesiva de tejido blando en las zonas de la frente y de la estructura nasal.
Estructura de los cantos oculares
Para entender qué es el telecanto resulta fundamental comprender qué son los cantos oculares y cómo se estructuran. Al respecto, el oftalmólogo Markus J. Pfeiffer señala que son “los puntos de unión entre el párpado superior e inferior”.
Los cantos son aquellas zonas anguladas, dada la unión de los parpados, en los límites de los ojos. En resumen, son aquellas especies de triángulos que se forman en los bordes oculares.
Cada ojo cuenta con dos estructuras cantales: la lateral, que es aquella que se encuentra en el lado externo del ojo; y la medial, que se ubica en la parte interna, donde se ubica el lagrimal.
Definición de telecanto
En la literatura médica existen definiciones discordantes de lo que puede considerarse telecanto. Mientras ciertos conceptos indican que es una “malformación congénita”, algunos autores afirman que puede producirse por traumatismos causados por accidentes, por ejemplo.
Otra de las diferencias conceptuales se relaciona con el canto ocular en el que se produce la anomalía. La mayoría de los autores se refieren al telecanto como una distancia anormal entre los cantos internos.
Por el contrario, otros investigadores aseguran que también existe el telecanto lateral, es decir, en los cantos externos.
Telecanto medial
Markus J. Pfeiffer indica que los cantos mediales o internos cuentan con una mayor complejidad anatómica que los laterales. De allí que los defectos de los cantos mediales sean más variados y complejos que en los externos.
Este oftalmólogo detalla que además de la presencia de la estructura lagrimal, en los cantos internos “hay ligamentos profundos y superficiales, que corresponden a dos vectores en direcciones distintas (anterior y posterior)”.
Cuando la distancia visible entre los cantos internos de ambos ojos es excesiva puede que se deba a telecanto, pero solo en caso de que las pupilas mantengan una distancia normal. Según el cirujano Christopher R. Forrest ese distanciamiento “es producido por una inserción o longitud anormal de los tendones cantal medial”.
Telecanto lateral
A pesar de que, generalmente, los autores médicos se refieren al telecanto como una anomalía en los cantos mediales, investigadores como Markus J. Pfeiffer arguyen la existencia de un telecanto lateral.
Pfeiffer detalla que en los cantos laterales o externos también se producen anomalías de telecanto, aunque en ese caso los defectos se diferencian considerablemente de los que se producen en el canto interno, puesto que, en lugar de un mayor distanciamiento, se produce una sensación visual de acercamiento.
Ello sucede porque “el punto de la unión del párpado superior e inferior está desplazado hacia dentro acercándose a la córnea del globo ocular”, lo que significa que el canto lateral tiende a superponerse sobre el ojo.
Telecanto traumático
Christopher R. Forrest explica que el telecanto puede producirse por una lesión facial, en la que los tendones del canto interno resulten lacerados como consecuencia de fracturas en la zona nasal u orbital.
En este caso, el cirujano plástico detalla que “el canto medial puede desplazarse hasta un 30% del ancho palpebral normal, y se puede mantener una distancia interpupilar normal”.
Por su parte, Pfeiffer revela que un telecanto lateral no congénito puede producirse como efecto de cirugías en la zona del párpado “para eliminar tumores o para tratar la laxitud”.
Telecanto frente al hipertelorismo
Médicos e investigadores son categóricos al diferenciar al telecanto de otras anomalías similares como el hipertelorismo. Este último es una atrofia que se evidencia en los ojos, pero que específicamente se trata de una malformación de las órbitas oculares, que se alejan de la línea media del rostro.
La diferencia entre ambas condiciones radica en que en el hipertelorismo la atrofia implica que los globos oculares se distancian demasiado, con una tendencia hacia los lados, por lo que la separación interpupilar también es excesiva.
Mientras tanto, en el telecanto, la distancia entre las pupilas es normal, ya que las órbitas oculares ocupan una posición adecuada.
Cirugía
El tipo de cirugía de ojos para tratar el telecanto medial requiere del uso de “un tornillo de tendón cantal medial de titanio diseñado a medida”.
El procedimiento consiste en colocar el tornillo en el hueso de la cresta lagrimar, a través de una incisión. El tornillo está conformado para el acceso de las suturas y alambres que se utilizarán para fijar los tejidos de los cantos mediales en la posición apropiada.
Por su parte, la cirugía del telecanto lateral, llamada cantoplastia, consiste en reforzar o reconstruir los ligamentos cantales laterales y consecuentemente reinsertar el músculo.
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