El proceso digestivo se inicia en la boca, y curiosamente, es también en ella en donde primero se aprecian los síntomas de una nutrición deficiente, precisamente en la salud bucal. El color, la fortaleza de las mucosas, la estructura dental fuerte, etc.
La importancia de tener una dentadura sana y completa no es meramente una cuestión estética. Es muy importante tener claro que los dientes son necesarios para morder y masticar correctamente los alimentos para que los nutrientes se asimilen durante el proceso digestivo. Pero la salud bucal general representa un factor igualmente importante.
Tener dientes y encías sanas no es únicamente cuestión de consumir alimentos ricos en calcio y lavarlos tres veces al día. Muchos otros factores intervienen en la salud bucal y es importante cuidarla aún antes del nacimiento ya que si la madre está sana y se alimenta adecuadamente entonces ofrece a su bebé mayores oportunidades de formarse y desarrollarse sano y fuerte. Sus dientes de leche comienzan a formarse desde la etapa embrionaria, y justo antes del alumbramiento, los dientes permanentes comienzan el proceso de calcificación. Aproximadamente a los 8 años todas las coronas de los dientes permanentes están ya formadas quedando pendientes únicamente las de las llamadas muelas del juicio. Por eso es muy importante cuidar la boca del bebé aún cuando no hayan aparecido los primeros dientes, pues ya desde allí puede depender la buena salud dental de toda su vida.
Llevar una alimentación para tener una buena salud bucal no consiste solamente en incluir alimentos ricos en calcio, que aunque ciertamente una deficiencia en este mineral puede tener consecuencias desastrosas para los dientes, no es el único importante para ellos o para la boca en general. Nuestro cuerpo es como han dicho algunos autores, una maquinaria con un funcionamiento muy complejo en la que todo se relaciona entre sí. Cualquier deficiencia alimentaria puede repercutir de maneras inimaginables. Por este motivo lo mejor es tener una alimentación muy bien balanceada de manera que incluya alimentos de todos los grupos en todas las comidas, y variar esos alimentos con la mayor frecuencia posible.
La composición de la saliva juega un papel muy importante no solamente en el proceso digestivo sino también en la salud bucal. Entre sus principales componentes hay algunas proteínas que forman una capa protectora que regula el equilibrio de ciertos microorganismos presentes en la boca.
Además de la alimentación es necesaria la actividad física. ¡Si! Aunque parezca que no existe relación alguna entre los dientes y el ejercicio, la verdad es que sí la hay y es muy estrecha. Entre muchos otros factores el ejercicio favorece la circulación, la oxigenación y distribución de nutrientes a cada una de las células del organismo y la eliminación de toxinas. Si el ejercicio se realiza al aire libre y periódicamente aunque con las debidas precauciones nos exponemos a la luz solar podemos tener la seguridad de que nuestro cuerpo está asimilando correctamente lo necesario para su mantenimiento y fortalecimiento.
Y si además de una buena nutrición y ejercicio regular tenemos una buena higiene bucal y visitas periódicas al dentista, entonces tendremos mayores probabilidades de tener una boca sana, sin caries, problemas de encías y otros problemas bucales.
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