Según estudios realizados en los Estados Unidos, a 178 millones de personas en ese país le falta al menos un diente y más de 35 millones de personas no tienen ninguno en absoluto. La pérdida de los dientes ocurre debido a una serie de problemas, que incluyen desgaste, cáncer, lesión, y también padecer de la cada vez más común enfermedad de las encías.
Sin embargo, independientemente de la razón por la que puedas haber perdido un diente, el impacto que este tiene en tu vida es a menudo significativo, por ello, la pregunta principal es:
¿Sabes qué consecuencias puede traer el no reemplazar un diente faltante?
Además de la preocupación común por tener un diente menos, que de cierta manera puede hacer que te sientas algo mayor de lo que eres, hay otros problemas y peligros presentes si no reemplazas los dientes que te faltan.
Aprender más sobre los riesgos y los costos a largo plazo de no reemplazar los dientes faltantes puede ayudarte a entender por qué las opciones de reemplazo dental son tan importantes. Por lo que te presentamos algunos de los efectos que podrías experimentar de no solucionar cuanto antes este problema:
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Pérdida Ósea
Uno de los peligros más significativos que puedes enfrentar al no reemplazar un diente faltante es la pérdida ósea, también conocida como resorción ósea. La pérdida ósea se produce después de que un diente se ha caído porque las raíces naturales del diente ya no están incrustadas en el hueso, dejando un vacío. Con el tiempo, la mandíbula o el maxilar, según el caso, comienzan a deteriorarse.
Desafortunadamente, la resorción ósea no sólo afecta al diente faltante, sino que también te pone en riesgo de perder los dientes vecinos, afectando eventualmente tu apariencia facial. A medida que pasa el tiempo y no reemplaces tus dientes faltantes, podrás notar que la forma de tu rostro cambia gradualmente, a la vez que tus labios pueden empezar a parecer asimétricos y hundidos.
Y por si fuera poco, haber perdido uno o varios dientes puede aumentar la posibilidad de que desarrolles la temida caries o enfermedades de las encías junto al área donde se encontraba el diente ahora faltante.
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Capacidad reducida para hablar claramente y comer ciertos alimentos
Además de afectar tu apariencia, otro serio riesgo de no reemplazar una pieza dental faltante es la capacidad reducida de comer ciertos tipos de alimentos.
Dependiendo de qué diente o dientes faltan, tareas muy sencillas como comer o masticar pueden tornarse complicadas. En un intento de evitar morder y masticar cerca del diente que falta, lo más probable es que comiences a usar en exceso otros dientes para compensar el diente o los dientes faltantes.
En general, esto puede conducir eventualmente a una salud disminuida y a una mala nutrición. Por ejemplo, un efecto secundario común de esta situación es el padecer de problemas digestivos a medida que empieces a comer alimentos más blandos o a no masticar completamente los alimentos antes de tragarlos.
Si faltan ciertos dientes, como los del frente, también puede esto afectar la forma en que hablas y tu capacidad para pronunciar con claridad ciertas palabras. Es posible que termines desarrollando un ceceo o cualquier otro cambio al pronunciar ciertas palabras o sonidos.
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Reducción de la autoestima
Mientras que los ejemplos anteriores son todos los efectos tangibles, también hay algunos efectos intangibles que puede acarrear esta situación. Si bien quizás no seas capaz de ver estos efectos mediante un espejo, siguen estando presentes y pueden afectar tu vida de maneras significativas.
Si se puede ver el espacio del diente que falta cuando sonríes, comes o hablas, es probable que empieces a evitar sonreír, comer y hablar con la gente en público. Esto puede tener un impacto significativo en tu vida social, tu trabajo y, como resultado, en la cantidad de dinero que puedes ganar en el mismo. Si tus encías empiezan a enfermarse debido al diente que falta, también podrías empezar a padecer de mal aliento.
Dependiendo de tu edad, trayectoria profesional y relaciones, los costos de por vida de un diente perdido pueden sumarse si no eres capaz de sonreír, comer o hablar con seguridad frente a otras personas.
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Opciones para reemplazar un diente faltante
Ahora que conoces muchos de los riesgos y costos potenciales de no reemplazar una pieza dental que pierdas, es posible que desees saber qué opciones de reemplazo tienes disponibles. En este aspecto, hay varias a considerar, incluyendo las prótesis dentales, los puentes dentales, y como opción más eficiente, estética y duradera: los implantes dentales.
Los implantes dentales son resistentes, y comparados con las otras opciones, mucho más duraderos. Además de ofrecer las ventajas ya mencionadas, estos también pueden ayudar a preservar tu mandíbula debido a que el titanio utilizado como parte del implante se fusionará con la mandíbula al cabo de un tiempo. Esto ayuda a continuar estimulando el crecimiento y minimiza el potencial de pérdida ósea. Los implantes dentales también ayudan a restaurar tu confianza, ya que se ven y se sienten como dientes reales una vez terminado todo el proceso.
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