Es probable que hayas oído una y otra vez que fumar y masticar productos de tabaco tiene un grave impacto en tu salud y bienestar, pero ¿Sabías que también afecta tus dientes, lengua y tejidos orales? Sigue leyendo para que descubras los secretos de este hábito tan dañino para tu cuerpo y tu salud oral.
Dientes amarillentos
Con los años el hábito de fumar trae consigo algunas manchas de coloración amarilla producto de la nicotina y alquitrán que se encuentran en los cigarrillos y otros productos de tabaco, los dientes amarillentos son extremadamente difíciles de blanquear y su tratamiento dependerá de lo profundas que sean y por cuanto tiempo hayan estado expuestas a los diversos químicos encontrados en los productos de tabaco.
Exponer los dientes a estas sustancias debilita el esmalte dental, la mala noticia es que hasta la fecha no existe alguna tecnología que reemplace a esta capa protectora haciendo que los dientes se tornen vulnerables y sensibles al consumir alimentos extremadamente fríos o calientes, con el paso del tiempo estas manchas se hunden profundamente en las piezas dentales generando otros problemas que van más allá de los estético.
Dientes en descomposición
Los componentes químicos en los productos de tabaco con el tiempo debilitan el esmalte protector de los dientes haciéndolos más susceptibles a las bacterias, ácidos y otras sustancias destructivas, sin una capa protectora estas sustancias son capaces de iniciar un proceso de descomposición dental y si dejamos pasar el problema en el peor de los casos es posible que la raíz del diente se pudra, este es un cuadro realmente doloroso que da paso a otros problemas como el mal aliento (halitosis) y algunos dientes flojos.
Esta situación también conduce a infecciones bacterianas graves que cambian el pH de la boca así como sus funciones de protección naturales, en pocas palabras fumar provoca una falta de oxígeno en la sangre que tu cuerpo necesita para luchar contra estas infecciones, y al tener problemas para luchar naturalmente contra las infecciones se crean otros problemas.
Enfermedad periodontal
Al disminuir los niveles de oxígeno en sangre el sistema inmunológico se debilita dejando tu boca vulnerable ante cualquier agente, esto significa que las bacterias que se encuentran en la cavidad oral posiblemente se acumulen e infiltren fácilmente en las encías llegando a destruir rápidamente el tejido haciéndolas retroceder y volverse flojas e insalubres.
Las encías ayudan a anclar los dientes en su lugar por lo tanto cuando su salud se ve comprometida aumentan las probabilidades que las piezas dentales se caigan, posteriormente cuando la enfermedad de las encías progresa afecta los huesos y tejidos circundantes haciendo que se descompongan con el tiempo, los estudios recientes han demostrado que las personas que fuman constantemente tienen el doble de probabilidades a contraer enfermedad periodontal ante aquellos que nunca han fumado en su vida.
Cáncer oral
Los productos del tabaco como los cigarrillos, pipas, tabaco de mascar y otros son altamente carcinogénicos, incluso los químicos encontrados en estos productos han sido citados como los principales causantes de muchos tipos de cáncer incluyendo el oral. Según la Fundación de Cáncer Oral en Estados Unidos existen aproximadamente 7,000 productos químicos encontrados en el humo del tabaco, incluyendo más de 70 conocidos que apoyan la aparición de células cancerígenas.
Lo realmente peligroso del cáncer oral es que en sus primeras etapas no produce efectos secundarios dolorosos hasta que se ha diseminado, por lo tanto los pacientes no acuden al dentista a tiempo y la enfermedad avanza sin ni siquiera notarlo. Históricamente más del 75% de las personas mayores de 50 años que han tenido cáncer oral eran fumadoras regulares de tabaco en algún momento de su vida, además el cáncer oral avanzado toma múltiples formas incluyendo golpes inexplicables, sangrado en las encías, hinchazón, entumecimiento, dolor y dificultad para tragar.
Sensibilidad dental
Como el tabaquismo debilita y erosiona el esmalte dental, a menudo los dientes de los fumadores son vulnerables y llegan a ser extremadamente sensibles a temperaturas frías y calientes siendo realmente doloroso y restrictivo a la hora de comer.
Por otro lado el tabaco modifica las funciones bucodentales y por esta razón en el existen en el mercado pastas dentales y enjuagues bucales especiales para esta población, sin embargo no son tan eficaces en el tratamiento de cuestiones orales provocadas por fumar como deshacerse de la costumbre, estos productos especiales son más duros y abrasivos en un intento de apuntar a bacterias destructivas, pero no tienen ningún efecto en la restauración del esmalte, solo retrasan la pudrición de los dientes, podredumbre de las raíces y encías.
Los usuarios de tabaco deben visitar a su dentista con frecuencia para tener un control detallado de su salud oral, y es importante tener en cuenta que el único tratamiento realmente efectivo para restaurar la salud bucal en este caso es dejar de fumar.
Raga Ortodoncia dice
Un artículo muy didáctico, ¡felicidades!
Entre todos debemos concienciar a la sociedad sobre este problema.
Un saludo