Finalmente llegó el gran día que tú o tu hijo han estado esperando. Está en el calendario: “Quitarme los frenos”
Mucha gente hace planes para celebrar o hacer algo especial para rememorar el día en que finalmente le dice “adiós” a los frenos.
Vas de camino al consultorio del dentista, y mágicamente, tus dientes lucen perfectos, te ves en el espejo con la misma felicidad que nos embarga cuando vemos a un gran amigo con quien habíamos perdido contacto mucho tiempo atrás o como cuando recibimos aquel regalo que tanto esperamos.
Has trabajado duro para llegar a donde estás, ¡y la recompensa ha valido la pena totalmente! Ahora tienes dientes magníficos y perfectamente alineados, han cambiado por completo. Tu apariencia, tu confianza en ti mismo aumenta de pronto, y por supuesto, ahora tienes toda una vida para disfrutar de tu nueva sonrisa más saludable.
Y luego, sucede. En medio de toda esta emoción, tu dentista lanza un balde de agua fría a tu pequeño momento de celebración. Él o ella quiere hablar contigo sobre: Retenedores.
¿Qué? ¿Qué significa esto? Te acabas de quitar los frenos, ¡en este mismo minuto! Y lo siguiente que oyes es una charla sobre retenedores, mantener los dientes rectos, etc., en pocas palabras, tu dentista aparentemente ha tomado la decisión de arruinar tu feliz momento.
Ahora, tu pregunta es:
¿Por qué necesito un retenedor?
Pues, sólo porque te quitan los frenos no significa que tus dientes no se moverán nunca más. El proceso de remodelación óseo que ha transformado tus dientes, en la sonrisa magnífica que tienes hoy, tomó un buen tiempo para dar sus frutos, y tomará un poco más de tiempo hacer que estos resultados sean permanentes.
La presión de tu arco envió un mensaje al hueso y tejido conectivo alrededor de tus dientes, diciéndoles que se relajaran un poco (por ponerlo de alguna manera), para luego cambiar de posición y últimamente reconstruir el hueso alrededor de los dientes en sus nuevas posiciones. Ese proceso ocurrió en pequeños incrementos, en un proceso lento y constante.
La eliminación de la presión del arco no detiene inmediatamente el movimiento de los dientes. Es por eso que los retenedores y el compromiso de usarlos es tan importante para asegurarse que disfrutes permanentemente de esos resultados satisfactorios por lo que tanto has perseverado.
¿Cómo funcionan los retenedores?
Los retenedores ayudan a frenar el movimiento de los dientes y evitan el desplazamiento. Naturalmente, los dientes querrán volver a sus antiguas posiciones poco a poco con el tiempo. Los retenedores envían pequeñas señales a las raíces de tus dientes para decirles que se mantengan en su lugar, y para mantener tus dientes correctamente alineados. Algunos retenedores están fijos en su lugar detrás de los dientes.
Entre otros mencionamos el retenedor de Hawley, que es el más común. El retenedor de Hawley está hecho de un alambre de guía de metal y acrílico que se ajusta a su boca. Tanto el Hawley como las bandejas de retención claras son removibles. Lo más importante, sin embargo, es que los retenedores sólo funcionan si realmente los usas.
¿Por cuánto tiempo debo usar los retenedores?
Los primeros 6 meses después del tratamiento ortodóntico activo son especialmente críticos porque tus dientes todavía están tratando activamente de moverse. La mayoría de los pacientes ortodónticos necesitan usar sus retenedores durante 6 meses a tiempo completo después de cumplir con su período de frenillos o el tratamiento Invisalign, y luego los retenedores extraíbles por la noche, para toda la vida.
Sí, para toda la vida.
Tus dientes son increíblemente fuertes, pero estos cambian naturalmente, y la mejor manera – realmente, la única manera – de mantenerlos luciendo tan bien dentro de 20 años como lo hacen hoy, es usando tus retenedores. Recuerda, la parte de «para siempre» es sólo por la noche. Durante el día, caminarás por la calle con tus dientes perfectos, y nadie nunca lo sabrá. No te preocupes, tu secreto está a salvo.
Cómo sacar el máximo provecho de su inversión de tratamiento ortodóncico
Has dedicado tiempo y recursos a tu tratamiento ortodóncico, y los resultados son fantásticos. Sin embargo, tenemos algunas recomendaciones sobre cómo asegurarte que disfrutes de los frutos de tu tiempo y esfuerzo, para el resto de tu vida.
- Usa tus retenedores según las instrucciones de tu ortodoncista, por el tiempo que lo recomiende. Si te pide que uses un traje de centinela para vigilar que cumplas a cabalidad con las instrucciones, pues hazlo.
- Si pierdes o rompes tu retenedor o aparato, pídele que lo reemplace lo antes posible.
- Cuida bien sus dientes en casa. Cepíllate por lo menos 2 veces al día, y usa hilo dental al menos una vez. Muchos pacientes de ortodoncia mantienen sus rutinas de higiene oral de forma impresionante después del tratamiento de frenos, mayormente debido a los hábitos que crearon de cepillarse después de cada comida.
Continúa realizándote revisiones y limpiezas dentales profesionales regulares cada 6 meses. Lleva contigo tus retenedores. Tus retenedores necesitarán ser reemplazados cada cierto tiempo. Si tu dentista u ortodoncista recomienda reemplazarlos, hazlo. Si dejan de encajar perfectamente en tu boca, debes hacérselo saber también para que solucione tu problema de la mejor manera y lo antes posible.
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