La odontología tiene múltiples especialidades, una de las más curiosas es la odontología forense que tiene dos tareas fundamentales: identificar cadáveres por sus piezas dentales y determinar quién o qué atacó a la persona cuando existen marcas de mordidas.
Primero que nada debemos saber que los dientes no son huellas dactilares, la razón es que no nacen con nosotros (en la mayoría de los casos) pero la pregunta clave es ¿Qué los hace identificables? La respuesta es sencilla: cuando erupcionan lo hacen de forma diferente en cada persona por lo tanto son únicos, además como los dientes crecen en promedio 4 micrómetros por día es posible dar una estimación aproximada de la edad de una víctima sólo con medirlos.
También existe la posibilidad de distinguir la etnia de la persona, ya que algunos asiáticos y americanos nativos tienen incisivos con superficies cóncavas, por otro lado los patrones de desgaste juegan un papel importante y varían con el tiempo, lo asombroso de la odontología forense es que no solo se puede identificar un cadáver sino también saber cómo fue su estilo de vida y hábitos al estudiar sus dientes.
A nivel mundial no existe una base de datos dental similar a las de huellas dactilares o ADN, por lo tanto los registros dentales en los hospitales y clínicas privadas son la única forma en que los dentistas forenses identifican a los muertos.
Como el esmalte dental (la capa externa de los dientes) es más dura que cualquier otro elemento en el cuerpo humano, por lo tanto los dientes permanecen después que todas las partes del cuerpo se han deteriorado, de manera que las víctimas de incendios a menudo son identificadas por sus dientes, la razón es que las piezas dentales soportan temperaturas de más de 1 000 grados centígrados; pero los dientes que han pasado por estas temperaturas son muy frágiles y suelen deformarse, los tratamientos dentales como una corona parcial o de oro serán distorsionados por el fuego pero ayudan aún más en el proceso de identificación ya que existen registros previos.
En el caso de un incidente que involucra muertes múltiples, los dentistas forenses reciben una lista de posibles individuos y comparan los registros disponibles, examinar los dientes de un cadáver intacto a menudo requiere trabajar en una morgue para exponer las mandíbulas quirúrgicamente, incluso si no están los dientes completos los profesionales son capaces de hacer identificaciones certeras, las mejores comparaciones vienen de los rayos X pero si no están disponibles las anotaciones en tablas dentales ayudan al dentista a saber si los dientes son iguales.
Identificar a una persona sin registros dentales es mucho más difícil, sin embargo cosas como dientes rotos, perdidos y coronas de oro podrían ser reconocidos por los amigos y familiares de los fallecidos, inclusive las referencias del estilo de vida se reflejan en las piezas dentales, por ejemplo los fumadores tienen un patrón de desgaste distintivo, las modistas y sastres por lo general tienen dientes astillado por colocar alfileres y agujas en su boca.
Otro hecho curioso es que los investigadores son capaces de extraer ADN de la pulpa dental porque puede durar cientos de años,
Hay que tomar en cuenta que la identificación dental es uno de los últimos recursos; pero no siempre es posible hacerlo porque hay una enorme carencia de registros.
Análisis de la mordida
La identificación de mordidas es más difícil porque se contemplan otros elementos aparte de los dientes; además el tiempo afecta las marcas, así como el movimiento del cadáver y la presión ejecutada, por esa razón en los juicios deben ir acompañadas de otros tipos de evidencia física.
El análisis de las mordidas es extremadamente complejo, son muchos factores implicados en la capacidad de un dentista forense para determinar la identidad del autor. El movimiento de la mandíbula y la lengua de una persona cuando muerde contribuyen enormemente al tipo de marca que deja, dependiendo de la ubicación de la mordedura será su proceso de identificación, no es típico encontrar marcas de mordida donde tanto los dientes superiores como los inferiores dejan impresiones claras.
Si un investigador ve algo en una víctima que se parece a una mordedura, el dentista forense debe ser llamado de inmediato porque las marcas cambian significativamente con el tiempo, un ejemplo claro es que la piel suele deslizarse a medida que el cuerpo se descompone haciendo que la mordedura se mueva.
Un paso importante dentro de la identificación es saber si la mordida fue provocada por un humano o un animal ya que dejan patrones totalmente diferentes, al igual que las mordidas auto-infligidas luego la herida se limpia para recolectar ADN del agresor que pudo haber quedado.
También se toman medidas de cada mordida individual y se registran por medio de fotografías más videos utilizando reglas y otras escalas para representar con precisión la orientación, profundidad y tamaño de la herida, luego las fotos se agrandan, mejoran y corrigen las distorsiones para estudiarlas en detalle.
Finalmente las marcas de mordeduras en las víctimas fallecidas se cortan de la piel en la morgue y conservan en un compuesto llamado formalina, luego los dentistas forenses hacen un molde de silicón con la marca de la mordedura, una vez que los investigadores han identificado a un sospechoso obtienen una orden para tomar un molde de sus dientes, así como fotos de la boca en varias etapas de apertura y mordida, se comparan las transparencias de los moldes y las fotos para determinar coincidencias.
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