Morderse las uñas es un mal hábito que generalmente comienza en la niñez pero que se presenta en personas de todas edades. Es un problema no solamente de estética sino también psicológico y por supuesto de salud también, y se conoce con el nombre de onicofagia.

¿Por qué nos mordemos las uñas?

El “comerse las uñas” o o como mucha gente dice, “sólo me quito los pellejitos” es algo que se hace de forma inconsciente, generalmente por motivos de estrés, ansiedad, inseguridad, etc., ya sea que el hábito se haya originado en la infancia o posteriormente, aunque también se puede dar por imitación. El resultado de este hábito a su vez complica la situación de la persona ya que le origina problemas con su imagen y autoestima pues además de que el aspecto que ofrece una persona al morderse las uñas no es nada agradable y la apariencia de sus manos y uñas tampoco, puede provocar repulsión en las personas a su alrededor.

Este hábito es una cuestión de estigmatización que puede llegar a crear graves conflictos. Cuando se trata de niños generalmente los padres y maestros los regañan, los castigan, los amenazan, etc., de tal manera que los pequeños además de tener que lidiar con la causa original que los lleva a morderse uñas o piel, viven la angustia de ser descubiertos haciéndolo. En el caso de los adultos el problema es similar, aunque en este caso no se trata de no ser descubiertos por los padres o los maestros sino de todas las personas que los rodean tanto en el ambiente familiar como en el social y el laboral.

Según estudios al respecto la cantidad de personas que incurren en el hábito de morder sus uñas pertenecen, como ya hemos mencionado, a todos los grupos de edades. Entre los niños se calcula que hay un 30 % con este hábito, pero al llegar a los adolescentes no solo no lo han dejado sino que curiosamente ¡el porcentaje aumenta! Se calcula que un 45 % de adolescentes lo hace, mientras que al llegar a la edad adulta el porcentaje desciende pero de todas formas es alto, ya que es de aproximadamente el 25 %. Y es que lo grave de esto es que se hace de manera inconsciente.

Los peligros de morderse las uñas

Este desagradable y persistente hábito puede no solamente acarrearte problemas de imagen sino peor aún, pone en riesgo tu salud en muy diferentes aspectos. ¿Sabes por qué?

Ante esta pregunta seguramente piensas que por los microbios que llevas a tu boca. Y esto es cierto, pero es algo más complicado que eso.

Primero que nada el hábito daña tu imagen porque pone de manifiesto que tienes problemas como puede ser el manejo del estrés, ansiedad, y muchos otros. También arruina la parte estética de tus manos ya que aunque los demás no te vean en el preciso instante en que tienes los dedos en la boca, el resultado es más que evidente. Además puede haber heridas o lesiones que te impiden hacer cosas con las manos.

Por otro lado la cutícula ni sobra ni adorna, Tiene una función protectora de la unión de la uña con la piel. Si la cutícula es retirada, ya sea mordiéndola o mediante la manicura, entonces esa parte de los dedos queda expuesta a una serie de infecciones que pueden ser causadas por virus, hongos y/o bacterias.

Así se trate de morderse las uñas o la cutícula hay muchos microorganismos que viven en ellas, y que ya sea que con la humedad de la saliva se alojen y proliferen en pequeñísimas lesiones de la cutícula o bajo las uñas, o bien bajo la piel de la cutícula, causando diferentes tipos de infecciones. O bien se trasladan a la boca y penetran al organismo mediante la saliva, lesiones bucales, etc.

En la boca estos microorganismos pueden causar infecciones ya sea en los dientes o en las encías y mucosas bucales. ¿Sabías que las caries se contagian? ¡No es broma! Esto es algo muy cierto ya que son originadas por bacterias que se reproducen en forma desmedida en los depósitos de sarro y placa acumulados sobre los dientes. También pueden ser causa de infecciones en la garganta, vías respiratorias, enfermedades gastrointestinales, y por supuesto las verrugas, ¡si! ¡las verrugas! Son una infección causada por virus, entre ellos el tan temido VPH (virus del papiloma humano).

Y por supuesto está el problema de los dientes que se salen de su lugar gracias a la posición y presión que se hace en ellos al morder las uñas.

¿Tiene solución la onicofagia?

Sí tiene solución. Pero es algo que se debe tomar muy en serio y ser firmes y constantes.

Tanto en niños como adultos lo mejor es mantenerse ocupados en algo que nos interese o nos relaje para evitar sentir la necesidad de llevarnos los dedos a la boca. Algunos remedios tópicos pueden ayudar pero no son la solución definitiva. ]Si el problema persiste lo indicado es consultarlo con el médico, y en el caso de los niños también con sus maestros para determinar si se requiere algún tipo específico de terapia. Los castigos y las amenazas no ofrecen un buen resultado y sí pueden dañar la relación con los chicos y crearles problemas de autoestima.