¡Hola! Sí, es contigo. Este artículo puede ser importante para ti, así que presta mucha atención. A continuación, te mostraremos cuáles son los hábitos en los que sueles incurrir que ponen en peligro el bienestar de tus dientes, pueden ser más tontos de lo que imaginas.
En la mayoría de las ocasiones, los detalles, es decir, las pequeñas cosas, son las que determinan el éxito o el fracaso de cualquier empresa. Y en ese sentido, la salud dental no es la excepción.
Seguro pensaste que fumar es uno de ellos, estás en lo correcto. Es definitivamente uno de los hábitos más dañinos para tu dentadura, además de amarillecerla, implica un problema para la salud de tu organismo.
Cuidar tus dientes de las amenazas externas debe ser tu objetivo a diario, ya que sin la defensa que esta nos beneficia, puedes llegar a tener serios problemas para mantener tu salud dental y una espléndida sonrisa sin ningún tipo de consejos.
De modo que te detallaremos los seis hábitos más frecuentes en los que posiblemente sueles incurrir.
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Cepillarse inmediatamente después de comer
Seguramente, tus padres te inculcaron que debes lavarte los dientes después de comer, pero déjanos decirte que eso no es tan cierto, porque en algunos casos se debes esperar un tiempo recomendado.
El problema radica en que algunos alimentos como las papas fritas, jugos cítricos, bebidas gaseosas y alcohólicas como el vino, contienen una alta concentración de ácido, que debilita nuestros dientes y los expone a la pérdida de placa dental. Por ello, cepillarlos inmediatamente después de comer solo empeora las cosas.
Lo recomendable ante el consumo de este tipo de alimentos es esperar alrededor de 20 a 30 minutos para proceder con el cepillado. Incluso, el vómito suele contener ácido y lo recomendable es lavar la boca con agua, mientras se espera el tiempo propicio para realizar la limpieza bucal.
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Morder o comerse las uñas
Si eres de los que te muerdes y comes las uñas (“Onicofagia”), las consecuencias pueden graves, ya que en nuestras uñas suelen acumularse gran cantidad de bacterias que pueden generarte serios problemas bucales.
Además de ser un hábito horrible, daña el aspecto de tus uñas y genera heridas, etc., pone en peligro tu salud dental. Es mejor prevenir que lamentar.
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Nadar en una piscina
Para mantener el pH en las piscinas suele usarse cloro, y esto puede ser perjudicial para ti y aquellos que entran en contacto inmediato con esta clase de líquido que es añadido al agua con regularidad.
Básicamente, el contacto con este químico afecta la vida útil de tu placa dental, que funciona como el parachoques de un carro, que evita que pueda verse perjudicado el motor ante un choque, similar sucede con nuestra dentadura.
Sin embargo, para los especialistas, el mayor peligro lo corren aquellas personas que se encuentran expuestos al cloro de las piscinas de 5 a 6 horas diarias. En este caso, el experto recomienda cepillarse inmediatamente al terminar de bañarse en la piscina.
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Utilizar los dientes como herramientas
Muchas veces solemos darles usos inadecuados a las cosas, lo mismo pasa con nuestros dientes, ante el desconocimiento de cuánto nos puede afectar, hacemos uso de ellos como si fueran una simple herramienta.
Los dientes están constituidos para consumir y triturar alimentos, por ello si eres de los que los usa como un destapador de botellas, ten en cuenta que a corto plazo implica un desgaste significativo de estos. Tampoco es recomendable destapar envases plásticos o frascos de medicinas.
Los expertos afirman que a veces podemos hacernos fisuras que no solemos percibir y ante un mínimo impacto el diente puede romperse. Imaginamos que si no deseas gastar dinero innecesario en ortodoncia, tomarás en cuenta este consejo.
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Masticar cubitos de hielo
Esto puede ser muy recurrente al momento de terminar una bebida. Seguro tienes el hábito de masticar los cubos de hielo, y en mayor medida cuando estás consumiendo alguna bebida alcohólica, ya que el consumo es mayor.
Bueno, fíjate que no es recomendable masticar los restos de hielo porque puedes fracturar tus dientes, incluso si no es un hábito que realizas frecuentemente. De hecho, las personas que se encuentran más expuestas a las fracturas de sus dientes son aquellas que tienen empastes y coronas.
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El modo de cepillarse los dientes
En este sentido, existen diversas interrogantes que seguro en algún momento te planteaste. ¿Los movimientos deben ser circulares o verticales? ¿Es mejor con un cepillo eléctrico?
Lo que recomiendan algunos odontólogos es que dividamos nuestra boca en cuatro partes. Comenzando a cepillar la parte superior izquierda para luego pasar a la derecha, y finalmente aplicar el mismo procedimiento con ambos lados de la parte inferior. Este proceso debe durar al menos dos minutos.
La importancia del cepillado radica en la suavidad con la que procedemos a cepillar nuestros dientes, esto con el fin de no lastimarlos. También debes tomar en cuenta cepillar la lengua donde se suelen concentrarse gran parte de las bacterias. Otro detalle a tomar en cuenta es el cambio del cepillo cuando percibas que está desgastado o en su defecto en un tiempo no mayor a los tres meses.
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