Como hemos visto en artículos anteriores, es muy importante cuidar los dientes de los niños aunque sean temporales. Muchos papás creen –erróneamente– que no importa que presenten caries “ya que se van a caer”.
A este respecto hay tres temas fundamentales:
- Los hábitos de higiene bucal se adquieren en la infancia temprana siguiendo las indicaciones y el ejemplo de sus padres, los niños harán lo que les enseñen a hacer sus papás; si les enseñan a limpiar sus dientes, así lo harán toda su vida; si le restan importancia a ese cuidado, ellos no le darán importancia al aseo.Como los primeros dientes erupcionan alrededor de los seis meses, es fundamental que desde esa edad los padres adquieran el hábito de limpiar los dientes de sus hijos por lo menos dos o tres veces al día. La mejor manera es enredarse una gasa estéril en el dedo índice, humedecerla con agua limpia y frotar con ellas los dientes del bebé. El secreto es hacerlo con suavidad, sin prisa y todos los días para lograr que se haga un sano hábito, que acompañará al niño durante toda su vida.
- Las caries en los dientes temporales avanzan muy rápidamente, por lo que en pocas semanas pueden acercarse al nervio dental y provocar los universalmente odiados dolores de muelas, más aún, afectarán la pulpa y provocarán infecciones que requerirán antibióticos, analgésicos y tratamientos complejos y costosos.Todo ello se puede evitar muy fácilmente: aseando la boca y los dientes desde los seis meses y durante toda la vida.
- La pérdida prematura de los dientes temporales afectará la armonía de los dientes permanentes, porque los dientes vecinos se moverán y ocuparán el sitio del perdido, cerrando el espacio al diente permanente que erupcionará fuera de su lugar y afectará no sólo la estética, sino la función de la boca y de los dientes.
A los seis años se presenta otro momento clave para la salud bucal de los niños: erupcionan los primeros molares permanentes. A esa edad los niños tendrán veinte dientes, diez superiores y diez inferiores, que serán substituidos por los permanentes; pero alrededor de los seis años erupcionan los primeros molares permanentes por detrás de estos temporales. Los papás piensan que también son temporales y que se caerán en poco tiempo, así que no les dan mayor importancia aunque presenten caries.
Este grave error hace que los primeros molares permanentes sean los dientes que presentan con mayor frecuencia caries, por lo que son a los que se les realizan mayor número de tratamientos como obturaciones, coronas y endodoncias, además de ser los que se extraen con mayor frecuencia.
La pérdida prematura de los dientes temporales (y en especial del primer molar) provocan desplazamiento de los dientes contiguos, lo cual genera mal oclusiones estéticas y funcionales; por tal motivo es especialmente importante cuidar el “Molar de los seis años”, como también se le conoce.
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