Como bien sabemos la odontología es la rama de la medicina que se ocupa del cuidado dental. Está a su vez se ramifica en diferentes especialidades, una de las cuales es la ortodoncia, que es la tiene bajo su cargo el diagnóstico, la prevención, y el tratamiento de las diferentes anomalías que pueden presentarse en los dientes y en las estructuras maxilofaciales. Esto deja más que claro que ortodoncia no es precisamente un sinónimo de brackets.

Un ortodoncista es un dentista que además ha cursado toda una especialidad odontológica, y es por lo que los dentistas remiten con ellos a sus pacientes en caso de que se requiera algún diagnóstico y/o tratamiento especializado.

Con esto queda explicado que la labor del ortodoncista no es solamente “enderezar” los dientes desviados con la finalidad de que se vean “parejitos y bonitos”, es decir, por cuestión puramente estética sino de estructura y funcionalidad. Para elaborar el tratamiento a seguir, el especialista tiene primero que realizar toda una serie de estudios que no solamente incluyen los dientes y su alineación sino también otros aspectos como la edad del paciente, las características de sus estructuras dentales, óseas, y muchos otros aspectos.

Para los seres humanos la perfección física es muy importante desde muy remotos tiempos. ¿Sabías que los historiadores han encontrado algunos registros de que ya en el siglo VIII a.C. se hacían intentos para corregir algunos problemas de estética y funcionalidad dental? En serios estudios etnográficos se han hecho importantes hallazgos de aparatos ortodónticos de diseños verdaderamente sorprendentes y evolucionados, pertenecientes a griegos y etruscos.

¿Sabías que no siempre es necesaria la extracción de los premolares y/o de las llamadas muelas del juicio? Algo que es muy común es dar por hecho que si se va llevar un tratamiento de ortodoncia entonces sin duda se van a requerir algunas extracciones y la utilización de brackets.

Es muy frecuente en la actualidad ver en medios masivos de comunicación una muy abundante publicidad sobre soluciones de ortodoncia con resultados casi milagrosos, que se logran en muy poco tiempo y a costos muy reducidos. ¡Cuidado! Lo mismo se puede decir de los novedosos tratamientos del tipo “hágalo usted mismo”. ¡Cuidado con esto también! El gran atractivo que ofrecen estos anuncios es por un lado el factor económico y por otro la rapidez con que puedes comenzar a notar los resultados, además del tiempo que ahorras al no haber necesidad de realizar estudios y acudir a citas para revisiones y ajuste de los aparatos.

Por otro lado, hasta hace no mucho tiempo se creía que la ortodoncia era solamente para niños y adolescentes, y que una vez que se llegara a la edad adulta las irregularidades y malformaciones de los dientes se volvían imposibles de corregir. Y esto es completamente falso en la mayoría de los casos.¡Imagínate nomás cuántas personas podrían haber corregido algunos defectos en su dentadura! Lo triste de esto es que en muchos casos al no haber puesto remedio a ello sus problemas se agravaron.

Los ortodoncistas en la actualidad demuestran que aún en adultos existe la posibilidad de corregir una gran cantidad de problemas bucodentales, ya sea mediante la ortodoncia, la cirugía maxilofacial o algunas otras técnicas. Pero esto nos lleva a otro problema, y es que no todos los adultos están conformes en lucir una sonrisa con brackets u otros aparatos ortodónticos. Y esto no solamente se trata de la apariencia de la sonrisa sino también de algunas otras molestias e incomodidades propias del uso de los aparatos. Algunas de ellas son ciertas y otras en realidad no son más que mitos. Y todas estas creencias, mitos, leyendas y por qué no decirlo, también realidades, son parte importante de lo que ha dado lugar a que las técnicas de ortodoncia también evolucionen no solamente en cuanto a funcionalidad sino también en cuanto apariencia.

Hoy en día existen aparatos ortodónticos que son prácticamente invisibles. Algunos de ellos son transparentes, otros están elaborados en materiales como el zafiro y se ven del color de los dientes, por lo que no se notan. Otros más van colocados por la cara interna de la dentadura, por lo que aunque se sienten con la lengua no resultan notorios a simple vista ni son molestos.

¿Sabías que existen aparatos ortodónticos removibles? Esto significa que los puedes quitar y poner cuando sea necesario. Esto es ideal para un buen cepillado, para poder comer con toda comodidad, etc. Pero este tipo de aparatos no siempre es el indicado para todos los pacientes, y es el especialista quien decide si pueden funcionar en cada caso particular. Por lo general se utilizan como tratamiento final o para solucionar algunos problemas muy leves.

En cuanto a los tratamientos del tipo “hágalo usted mismo” resultan verdaderamente atractivos , ya que por lo regular se adquieren por internet y basta enviar algunas fotos de los dientes de la persona, responder algunas preguntas, y a vuelta de mensajería o paquetería se recibe el aparato, que generalmente consiste en sistemas de ligas. Uno de los grandes incentivos es el ahorro que ofrecen tanto en pesos y centavos como en vueltas a las citas de ajuste y revisión con el especialista. Pero de ninguna manera son métodos recomendados por los dentistas u ortodoncistas ya que pueden ser causa de heridas bucales, inflamación de las encías, dolor, problemas de la raíz, infecciones e incluso pérdida de los dientes.

Como puedes darte cuenta ¡vale la pena informarse bien!