En los últimos años los piercings se han convertido en una forma de auto-expresión, son colocados en cualquier parte del cuerpo, como el ombligo, las orejas, las cejas, la nariz, los labios, la lengua, las mejillas, etcétera, etcétera, etcétera.
Las piezas que se colocan vienen en diferentes estilos y se han instalado como una moda; pero la mayoría de personas no conoce todos los riesgos que implican para su salud bucal, por eso, si estás pensando en colocarte uno sigue leyendo para que evalúes los posibles riesgos:
Infección
El primer riesgo es adquirir una infección provocada por los microorganismos alojados en las manos, pinzas y herramientas utilizados para su colocación; a pesar de todos los cuidados nunca se podrá tener certeza en que estén desinfectados; además, al perforar la piel que recubre la parte interna de la boca se abre una vía de entrada para que los millones de bacterias que tenemos ingresen el interior de nuestro organismo, finalmente la inclusión de un material extraño en la boca rompe el equilibro microbiano que existe y podrían favorecer a los más patógenos causando así una severa infección.
Sangrado prolongado
Si un vaso sanguíneo se pincha con la aguja durante la perforación, la hemorragia será difícil de controlar y la pérdida de sangre podría ser grave.
Dolor e inflamación
Estos son síntomas comunes de todas las perforaciones, por lo que debes tener presente que si eres susceptible a ellos en tu caso serán más serios; en casos extremos una lengua muy inflamada es capaz de cerrar las vías aéreas y restringir la respiración.
Fracturas o dientes rotos
El contacto de los dientes con la joyería bucal tiende a debilitar las piezas dentales, a la larga se generan micro fracturas que en el peor de los casos termina con dientes rotos, además las piezas que tienen restauraciones como resinas, amalgamas, incrustaciones y/o coronas son las más susceptibles y se pueden fracturar con mayor facilidad.
Lesiones en las encías
No solo lesionan el tejido suave de las encías también hace que las mismas se retraigan, esto hace que los dientes sean más vulnerables a las caries y enfermedad periodontal.
Interferencia con la función oral normal
Las piezas (Piercings) en la boca interfieren con la capacidad de hablar, masticar y deglutir adecuadamente, lo que se traduce en otros problemas; además, provocan aumento del flujo salival que es muy incómodo para las personas con quienes se convive.
Enfermedades transmitidas por la sangre
Como lo han señalado los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos, las perforaciones bucales son un posible factor en la transmisión de angina de pecho, herpes y hepatitis B, C, D y G.
Endocarditis
La endocarditis es una inflamación de las válvulas cardíacas o tejidos, la herida creada durante la perforación oral proporciona una oportunidad para que las bacterias bucales entren en el torrente sanguíneo viajando hasta al corazón.
Hasta la fecha la perforación que genera más problemas es la que se realiza en la lengua, una gran cantidad de personas nunca se los quita porque la lengua se cura y cierra con bastante rapidez, a pesar de ello la presión constante de la perforación contra la parte posterior de los dientes hace que se aflojen y muevan, creando huecos donde antes no existían, a esto se llama diastema.
Es fácil chocar la joyería de la lengua contra los dientes al hablar o comer sobre todo al principio, este contacto habitual entre los dientes y la perforación debilita el esmalte dental dejando al descubierto las capas sensibles de la dentina, incluso causa grietas en el esmalte que se extiende a los nervios de los dientes acompañado de dolores intensos.
Si a pesar de los riesgos decides colocarte un piercing
Acude un establecimiento formal, evita a toda costa los ambulantes.
Verifica la higiene de la pieza y del instrumental que utilizarán para colocarla, exige que usen guantes quirúrgicos nuevos y que los desechen luego de su uso.
Prefiere ubicaciones fuera de la boca y la nariz para que no ingresen bacterias de ellas hacia tu organismo.
Si te pones un piercing dentro de la boca refuerza tus hábitos de higiene para mantener limpia la boca, los dientes y la lengua , usa cepillo, enjuague e hilo dental todos los días,
Evita jugar con la joyería, es algo tentador y hasta divertido pero causa daño a los dientes, lengua y encías.
Asegúrate que los extremos de la perforación están correctamente conectados y compruébalo de forma diaria para mantenerlos en su lugar.
A la hora de practicar algún deporte retira las piezas.
Si presentas inflamación mayor a la esperada, fiebre, escalofríos, enrojecimiento en la zona o dolor, consulta inmediatamente con tú Odontólogo, si te recomienda retirar la pieza hazle caso, él sabe porqué te lo recomienda.
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