Una hermosa sonrisa es generalmente tu mejor carta de presentación y esto no tiene nada que ver con la belleza de rasgos, el color de la piel, la figura o la edad. Gracias a los avances de la tecnología y sus aplicaciones a la odontología se cuenta actualmente con muy diferentes medios de corregir diferentes defectos o características para que todo el mundo pueda mostrar al mundo la mejor de sus sonrisas.
Todos sabemos que existen diferentes procedimientos y tratamientos para blanquear y/o desmanchar los dientes. Gracias a la ortodoncia es posible enderezar las piezas que no están bien alineadas, cerrar los espacios cuando hay dientes muy separados entre sí, etc.
Por otro lado están los diferentes procedimientos para restaurar dientes con caries o con fracturas, y también existen las carillas de porcelana, que se utilizan cuando hay dientes demasiado amarillentos que resulta imposible blanquearlos, cuando son demasiado cortos, cuando se desea modificar un poco la forma o para disimular algunas otras imperfecciones.
También hay innumerables avances en lo que se refiere a implantes dentales, ya sean fijos o removibles, y existen diferentes opciones por lo que ya no es necesario taparse la boca cuando se han perdido piezas ¡Y existen soluciones para todos los bolsillos!
Ciertamente, y por muy accesibles que sean los tratamientos disponibles hoy en día, y aunque dispongas de un seguro de atención dental, lo mejor es no dar lugar a que por un mal hábito pongas en riesgo no solamente el atractivo de una deslumbrante sonrisa sino que peligre la integridad de tu dentadura y por ende tu salud bucodental, ¡y que además tengas que pagar para ponerle remedio al problema!
Y ¿cuáles son esos hábitos?
En realidad los malos hábitos que pueden poner en peligro tu dentadura y tu sonrisa son muchos. Pero como el verano y las vacaciones ya están casi a la puerta nos vamos a enfocar en los que se cometen especialmente en esa fantástica época del año.
Durante el verano seguramente te apetece estar al aire libre y sobre todo comer, beber y vestir todo lo que sea sinónimo de frescura. Naturalmente la gran preocupación será conservar el peso para que los rollitos no se hagan presentes alrededor de tu cintura. Y entonces el cuidado de tu dentadura, fuera del cepillado diario, pasará a segundo plano. ¡Y es lógico! El verano es para disfrutar, relajarnos y olvidar el estrés y las preocupaciones que hemos cargado durante todos los meses anteriores.
- El primer mal hábito del que vamos a hablar no es precisamente algo que hagas sino que dejes de hacer. ¡Es tan frecuente que durante las vacaciones nos olvidemos de cepillarnos los dientes! Tal vez el mal sabor de boca después de una noche de diversión te recuerde al despertar que tienes que cepillar tus dientes.
Pero seguramente por las noches ya sea por el entretenimiento o el cansancio en lo único que pienses será en la frescura de tu habitación y la comodidad de la cama, dejando para “después” la rutina de aseo en la que se incluye el cepillado.
¡Recuerda que la placa bacteriana se acumula de inmediato! Sabemos que los monstruos nocturnos no existen, pero las bacterias en la boca, como si fuera historia de terror, se multiplican, se fortalecen y huelen terriblemente mal en el transcurso de la noche. - Beber jugos de botella o de caja. Siempre hemos escuchado que los jugos de frutas naturales son mejores que las bebidas gaseosas. Pero ¡cuidado! En el afán de beber algo natural recurrimos con mucha frecuencia a las bebidas pasteurizadas elaboradas con frutas naturales.
No pienses que porque la etiqueta dice “con fruta” o “natural” no te va a dañar. El hecho de que no contenga conservadores tampoco es garantía de que no te va a perjudicar ya que por lo regular contienen enormes cantidades de azúcares, que junto con los ácidos de las frutas resultan altamente abrasivos para los dientes e irritantes para el estómago.
Si bebes jugos de frutas trata de beber después agua natural para no debilitar el esmalte dental. - ¡Cuidado con los cubitos de hielo! Cuando el calor es insoportable y se han realizado actividades al aire libre no hay nada más apetecible que una bebida fresca y con hielos. Y casi todos tenemos la costumbre de morder algunos de ellos ¿cierto?
Puedes pensar que no hacen daño ya que son simplemente hielos y no engordan pues es agua simple y pura. Pero hay algunos cuya dureza puede ocasionar fracturas o grietas en los dientes, que si no son atendidas de inmediato, además de dejar los dientes terriblemente sensibles pueden dar origen a la tan temida caries. - Palomitas, rosetas o crispetas de maíz. A todo el mundo le encantan y durante las vacaciones es uno de los bocadillos más populares, tanto por su sabor como porque son de las pocas cosas “permitidas” en muchas dietas para conservar o bajar de peso.
Pero ¡Cuidado con los granos que no han reventado! Son muy duros y pueden dañar los dientes, arruinar los implantes o las restauraciones. - Usar los dientes como herramientas de corte ya sea para cortar el hilo de pescar, para tirar de alguna cinta, o como quienes por hacerse populares ¡usan sus dientes para destapar una cerveza! Cualquiera de estas acciones por sencillas que parezcan representan un riesgo para tu sonrisa.
Entonces ¡a romper con estos pésimos hábitos antes de que ellos rompan tus dientes y tu incomparable sonrisa!
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