Las visitas al médico son una tarea que todos debemos cumplir. Así sintamos, y comprobemos, que nuestra salud está a tope, no es esta una señal para descuidar y dejar de pautar citas con el especialista. Sea cual fuere la zona de tu cuerpo, es una responsabilidad que debes cumplir una o dos veces al año.
En el caso de nuestra boca, el dentista cobra una importancia enorme, pues muchas de las enfermedades que la afectan se manifiestan una vez ya se encuentran desarrolladas.
Así que, si apenas están en etapas prematuras, solo puede ser averiguado por quien realmente sabe dónde están presentes y cómo atacarlas.
Pero algo es muy común: las personas que temen a este tipo de citas.
Hoy en día esto se conoce como dentofobia, y no es más que desconfianza al odontólogo. Esta situación puede ser normal en niños, cuya adaptación tarda un poco más, pero existen casos en los que los adultos aún sostienen esto y deben ser tratados de otra forma.
Sedación dental para quienes sufren de fobia
La forma más confiable para aquellos con este tipo de problemas es la sedación consciente odontológica, una práctica que ayuda al afectado: lo coloca en un estado en el cual es medicado, pero de manera controlada, dejando que el dentista se encargue de realizar el tratamiento en las mejores condiciones.
Esto se creó con la finalidad de poder atender de forma satisfactoria a personas con padecimientos que, por el miedo señalado anteriormente, no acuden con el especialista. Y cuyas consecuencias llegan a niveles extremos, perdiendo piezas dentales y poniendo la vida en riesgo.
El pasado es uno de los motivos que lleva a muchos a desarrollar esta fobia.
Una experiencia propia o la de otros, incluso viejos miedos inculcados en los que no existen pruebas de tales situaciones se encargan de formar estos patrones que inmovilizan a la persona.
Debes saberlo: no correrás peligro
A diferencia de otro tipo de padecimientos en los que los niveles de medicación llevan al paciente a quedar en un estado inconsciente, aquí la persona solo se verá disminuida de ciertas actividades, pero sin perder por completo la lucidez, por lo que se considera una práctica que no implica riesgos.
Antes, claro está, el dentista deberá discutir contigo el tipo de medicinas que va a utilizar. Esto con fines de saber si no tienes permitido el uso de alguna de ellas y así buscar alternativas para evitar males con consecuencias peligrosas.
Al conseguirlo, esta forma de aplicar los tratamientos necesarios genera mucha más confianza en el paciente.
Incluso se han alcanzado puntos en los que el paso del tiempo le brinda mayor seguridad con su odontólogo, lo que les ha permitido a los pacientes superar sus miedos y tratarse sin analgésicos.
Formas de hacerlo
Son varios los tipos de sedación y aquí te los presentamos:
- Intravenosa. Como en casos médicos de otro tipo, por esta vía se administran los fármacos de forma endovenosa, buscando soluciones que ayuden a tranquilizar al afectado.
- Consciente. La manera más controlada de todas. En ocasiones, esta conlleva menores cantidades de anestésico, pues permite a la persona aún responder a los estímulos de manera rápida.
- Profunda. A diferencia de la anterior, esta se utiliza en pacientes con una fobia aún más marcada. Lo que invita al uso de una dosis un poco más fuerte, evitando que el paciente tenga alguna reacción física y que esto empeore el caso.
Qué usará el dentista
El óxido nitroso es uno de los principales medicamentos utilizados en esta práctica. Es de uso masivo y el dentista no necesita de la ayuda de un anestesiólogo para poder suministrarla a la persona.
También existen una serie de fármacos para hacerlo por la vía oral. Estos, como ya explicamos, deben ser revelados por el odontólogo antes de su ingesta, pues cuestiones patológicas podrían desencadenar una reacción alérgica sobre la persona.
Algunos de los más populares en esta práctica son el propofol, midazolán, lorazepán y diazepán.
Aspectos que debes tomar en cuenta
Debes saber que luego de haberte sometido a un tratamiento odontológico mediante la sedación dental, existen una serie de reglas a cumplir por recomendaciones del dentista y que tienen como finalidad darle tiempo al analgésico para que termine con su tarea en el organismo.
Con la misión de que todo en el cuerpo esté de nuevo de la mejor forma posible, se aconseja al paciente no conducir. Muchas terminaciones nerviosas aún se mantienen “dormidas”, es preferible no colocarse detrás del volante y correr riesgos que involucren a otras personas.
Ante este mismo panorama es recomendable que asistan a la cita odontológica con algún acompañante, en caso de que el tipo de tratamientos implique el uso de fármacos fuertes. Sobre todo, aquellos en los que los reflejos se disminuyan.
De esa manera, cuando se encuentre en la calle deberá ir guiado por una persona de confianza y responsable.
Estos efectos ya mencionados, según informan los especialistas, deberían tener una duración máxima de 24 horas, por lo que al día siguiente deberías estar a plenitud de condiciones para seguir realizando tus tareas diarias.
Como vimos, se trata de un proceso sencillo, que requiere de valor y mucha planificación.
Nancy Falcón Rossette dice
Buenos Días:
Deseo saber el costo de sedación ya que mi hijo tiene dos añitos, y no se deja revisar su boca, ya hemos intentado y no desea abrirla, me puede ofrecer el costo por la sedación y el costo de consulta diagnóstico por favor?
Dr. Roberto Gómez G. dice
Estimada Nancy:
Agradezco tu confianza y te comento que el costo de la sedación varía mucho entre países, ciudades y colonias, no quisiera aventurar precios y sugiero lo vea directamente el Clínicas y Hospitales.
Lo fundamental es que lo haga un Médico Especialista en Anestesiología para seguridad de tu niño.
Saludos
Nancy Falcón Rossette dice
Una pregunta en seguros centauro realizan esta técnica de anestecia?
Dr. Roberto Gömez G. dice
Seguros Centauro tiene una amplia Red de Odontólogos Generales y Esoecialistas, algunos de los Odontopediatras realizan esta sedación,, por lo que habría que comunicarse con el de su preferencia y preguntarle directamente.
Gracias