La miopía es una enfermedad muy común que se presenta a temprana edad. Aparece entre los ocho y los trece años. Es importante que los padres atiendan de manera adecuada esta afección para que no devenga en complicaciones a futuro.
Los padres que han sido miopes y tuvieron que utilizar lentes durante la niñez, por lo general están preocupados por las causas de la miopía y sobre si sus hijos también estarán condicionados a padecer de la misma.
Si esto ha pasado por tu mente, trata de no angustiarte mucho. La miopía es un error de refracción común, es fácil de tratar con lentes de contacto y anteojos, y no es estrictamente hereditaria.
Además, la miopía por lo general no afecta el rendimiento académico del niño ni lo retrasa de ninguna manera.
Causas: ¿por qué en niños?
Esta enfermedad se genera cuando los rayos de luz que son percibidos por los ojos no se enfocan en la retina sino enfrente. Esto puede darse porque la córnea tiene una curvatura anormal en su forma o porque el tamaño del ojo es grande.
Por lo general, los niños que presentan miopía tienen un globo ocular de mayor tamaño que el que posee un niño sin miopía.
De igual forma, hay diversos factores que predisponen a un infante a padecer de esta enfermedad ocular muy común:
Genética
Los niños que tienen padres miopes tienen un mayor riesgo de padecer o desarrollar miopía. Las investigaciones hechas al respecto indican que tienen casi un 60% de padecer la enfermedad. Incluso, el niño puede nacer con la enfermedad o se le puede desarrollar entre los 2 y 4 años.
Ambiente
Quizá si el niño es saludable, pero tiene factores hereditarios, y sumado a esto, con la llegada de la tecnología siempre está jugando videojuegos, maneja tabletas, o pasa mucho tiempo en el teléfono móvil o computador. Esto puede incidir en su salud visual a corto plazo.
Estudios demuestran que los niños que hacen más actividades al aire libre a diferencia de los que están en un computador o en un videojuego se encuentran visualmente más saludables.
¿Tiene cura?
La miopía se puede controlar mas no se puede curar durante el periodo de la infancia. Se colocan lentes correctores para detener el avance de la condición en cuestión e incluso disminuir su nivel.
Sin embargo, la miopía se cura a través de una cirugía que debe realizarse cuando el ojo se encuentra completamente desarrollado porque si no la enfermedad vuelve a reincidir.
Cómo se puede disminuir el riesgo de miopía en un niño Esto puede sonar sencillo, pero una de las mejores cosas que puedes decirle a tu pequeño para que contribuya a reducir su miopía o el riesgo a padecerla es: ¡Sal al aire libre y juega! Como mencionamos antes, diversos estudios han concluido que los niños que juegan o conviven mayor tiempo al aire libre tienen menos riesgos de sufrir de miopía.
Síntomas
Por lo general, los niños se dan cuenta en su salón de clases que no pueden leer y apreciar lo que está en el pizarrón, a diferencia del resto de sus compañeros. Esto explica que con frecuencia la primera persona en notarlo sea la maestra del curso.
Asimismo, pueden tener dolores de cabeza o forzar la vista para poder leer letras grandes y distinguir detalles a la lejanía.
Tipos de miopía
Lo usual es diferenciar la miopía en dos tipos: simple y magna. La primera es inferior a 6 dioptrías; la segunda, también conocida como alta o patológica, supera las 6 dioptrías, lo cual se debe a una elongación (alargamiento) excesivo del globo ocular.
Esta última si se considera como una patología visual, que puede ocasionar algunos cambios degenerativos, sobre todo en la retina. Lamentablemente puede ocasionar daños irreparables en la visión del paciente que la padece.
En caso de que tengas días, el término dioptría se refiere a la unidad que expresa el poder de refracción o la potencia de un lente. Esto equivale al valor inverso de su distancia focal expresada en metros.
El primer caso es el más frecuente y no se puede prevenir. Se detecta mediante un examen especializado, además de los síntomas más comunes. Para corregirla existen 3 opciones:
- Usar gafas.
- Lentes de contacto.
- Cirugías oftalmológicas con láser.
Lo normal es que las correcciones láser no superen las 12 dioptrías de miopía. Sin embargo, si el defecto es superior a este valor se pueden aplicar procedimientos distintos, como los lentes intraoculares.
El oftalmólogo determinará qué tipo de tratamiento le conviene más al paciente en cuestión. Para ello es necesario un estudio exhaustivo de todos los elementos que conforman el ojo.
¿Qué hacer?
Si tu hijo presenta esos síntomas lo ideal es llevarlo a un oftalmólogo para que sea revisado. No es nada de qué preocuparse, se puede solucionar con el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Afortunadamente, siempre y cuando no supere cierto rango de graduación, la miopía no se considera como una enfermedad. Más bien un defecto óptico de la refacción, ocasionado por algunas variaciones biológicas normales en los componentes que conforman el ojo. Entre ellas:
- Curvatura corneal.
- Longitud axial.
- Potencia del cristalino.
- Profundidad de la cámara anterior.
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