El virus de Epstein-Barr es un herpes virus humano que tiene la capacidad de poder infectar a más del 90% de la población mundial.
La infección causa varias enfermedades, incluyendo mononucleosis infecciosa, desórdenes autoinmunes y problemas de salud graves.
Las pruebas acumuladas en los últimos años apoyan el papel de este virus como agente patógeno de la enfermedad periodontal porque las actividades bacterianas por sí solas no explican varias de sus características clínicas.
A pesar de ello, sigue sin estar claro cómo se reactiva el virus en la cavidad bucal y cómo la activación del mismo conduce a la progresión de las enfermedades periodontales.
Se cree que el secreto se encuentra principalmente en la interacción microbiana que existe entre bacterias y virus en la etiología de la enfermedad infecciosa, cuyo patógeno periodontal es el Porphyromonas gingivalis el cual podía inducir la reactivación del virus.
La periodontitis es una enfermedad crónica inflamatoria que se caracteriza por el daño en los huesos y las encías ubicados en la boca, la reabsorción del hueso alveolar, el dolor y la eventual pérdida de piezas dentales.
Se considera que la patogénesis de la periodontitis implica complejas interacciones entre los micro factores, los factores del huésped y una variedad de factores ambientales.
La placa subgingival es necesaria para la iniciación de la enfermedad.
Relación positiva entre Epstein-Barr y la enfermedad periodontal
Existe una relación compleja entre los virus del herpes, como el Epstein-Barr y la enfermedad periodontal grave.
En particular, este tipo de infección con frecuencia se detecta en varios tipos de enfermedades periodontales, como la periodontitis del adulto, la periodontitis juvenil, la gingivitis ulcerosa necrotizante aguda y la periodontitis asociada al VIH.
Aunque se considera que varias bacterias están asociadas con la periodontitis crónica, cada vez es más evidente que los virus del herpes participan en la etiología de varios tipos de la enfermedad.
La actividad bacteriana por sí sola no basta para explicar las siguientes características clínicas de la periodontitis como lo son la destrucción rápida del periodonto con una placa mínima; especificidad del lugar en la enfermedad periodontal; y presencia de actividad de la enfermedad y fases de inactividad.
Infección del virus Epstein-Barr
La infección primaria por VEB suele producirse en la infancia y es asintomática o ligeramente sintomática, pero cuando se produce en la adolescencia o en la edad adulta puede causar mononucleosis infecciosa, una afección más importante.
Después de la infección primaria, el virus persiste de por vida en los linfocitos B de memoria y puede replicarse en los linfocitos B y en las células epiteliales produciendo una infección importante con el desprendimiento de partículas infecciosas al epitelio oral y al fluido oral con el potencial de transmisión viral.
Las partículas infecciosas del virus se encuentran en el fluido oral de los sujetos con una infección productiva asintomática, que luego tienen la capacidad de propagar el virus a sujetos no infectados.
En la orofaringe, el virus infecta principalmente el epitelio orofaríngeo o pasa a través del epitelio mucoso y posteriormente infecto los linfocitos B.
Hay un período de incubación de 30 a 50 días, en el que se produce la replicación y propagación dentro del sistema.
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Fuente:
www.sciencedirect.com
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