La higiene dental es una de las principales obligaciones para las personas. El descuido en esta zona trae consecuencias con alto impacto negativo, derivando en situaciones de alto riesgo para la vida del afectado.
Lamentablemente, son muchos los que evitan ir al odontólogo pues consideran que su salud bucal es óptima. Esto no es más que un concepto errado, pues creen que no sentir dolor es más que suficiente para asegurar que todo está en orden.
Primeras señales
Son muchos los factores que generan padecimientos bucales, siendo la alimentación el más importante. El alto consumo de azúcar favorece a la conformación de la placa bacteriana, común entre las personas. Esta se genera por la multiplicación de bacterias en la zona, afirmándose en los dientes y perjudicándolos.
El tabaco es otro elemento negativo. Su influencia tiene relación con el sarro, que no es más que la placa totalmente endurecida por la falta de tratamiento médico para removerla. Fumar es capaz de multiplicar rápidamente la producción de placa, haciendo mella en dientes y encías.
Boca y corazón
A pesar de que sea sorpresivo, existe una relación bastante estrecha entre las enfermedades bucales y aquellas relacionadas con el corazón.
El punto principal que enlaza una situación con otra es el torrente sanguíneo, donde las bacterias pueden pasar de una zona a otra, aumentando su poder y capacidad de afectar al paciente. Al instalarse en el corazón, el virus logra inflamar el área.
Efecto y otros males
De acuerdo con información de la Asociación Americana del Corazón, los gérmenes bucales tienen influencia en enfermedades cardiovasculares que antes no tenían relación alguna, como la arteriosclerosis, que es la obstrucción de las arterias.
La apoplejía, o accidente cerebrovascular (ACV), otro de los resultados que pueden nacer de las enfermedades orales.
Inflamación de las encías
La gingivitis es uno de los padecimientos bucales más comunes entre las personas. Es causada por la placa y se considera una etapa primeriza entre las enfermedades de la zona.
Pero no te confundas; el hecho de ser habitual en la población no indica que su impacto no sea dañino. Según Juan Álvarez, ex presidente de la Asociación Dental del Distrito Federal (México), la periodontitis es la primera señal de que las cosas no van bien.
Este es el desgaste de los ligamentos que sostienen los dientes, generando debilidad en los mismos. Durante este proceso, el deterioro del área puede ser tan fuerte que las personas pueden perder los dientes.
Casos de estudio
La inflamación en las encías es una alarma para visitar a un especialista en la materia, pues señala que las opciones de padecer alguna enfermedad coronaria incrementan.
Los primeros indicios de estos casos y su relación salieron a la luz a final de la pasada década, cuando Frank Scannapieca, odontólogo de la Universidad de Nueva York, comenzó a recoger datos sobre materia epidemiológica.
“La higiene dental debe de ser ya contemplada dentro de los programas de prevención coronaria”, confesó el especialista.
Gingivitis en el embarazo
Mientras la mujer se encuentra en estado, sus cambios hormonales desequilibran zonas que se vuelven más vulnerables y sensibles y las encías son una de ellas.
La gingivitis puede ser más propicia durante la recta final del embarazo, manifestándose entre el sexto y séptimo mes, y con consecuencias negativas tanto para ella como para el bebé. La mujer puede ser víctima de un parto prematuro a causa de la periodontitis.
Un estudio publicado en Journal of the American Dental Association señaló que aquellas mujeres con gingivitis crónicas cuentan con una posibilidad de entre 50% y 70% de que el bebé nazca con un peso más bajo del promedio.
Atentos con la diabetes
Las enfermedades periodontales suelen ir de la mano con la hipertensión de los pacientes.
Esta no discrimina, ni se hace más fuerte sobre unos u otros por su edad. Al igual que en los males cardiovasculares, el tránsito de las bacterias por el sistema circulatorio también genera males en otras zonas.
Parte de estas variantes de enfermedades de las encías pueden desarrollarse al punto de generar derrames cerebrales, sobre todo a aquellos pacientes que padecen diabetes, siendo más vulnerables a verse en una situación severa.
Cómo prevenirlo
Un estudio realizado en Taiwán detectó que aquellas personas que se sometieron frecuentemente a limpiezas dentales y a la eliminación de sarro tuvieron menos riesgo de ser sorprendidas por un infarto o un ACV
Crear un hábito no solo tiene un efecto positivo en las acciones del día a día, atacar directamente la placa disminuye las posibilidades de sufrir mal aliento, otro mal común en la sociedad. Además, hacerlo después de cada comida mantiene a raya las enfermedades ya mencionadas.
Especialistas también recomiendan:
- Cambiar el cepillo dental cada tres meses.
- Usar a diario hilo dental para limpiar zonas en las que el cepillo no tiene alcance.
- Completar la limpieza con un enjuague bucal para acabar con las bacterias.
- Visitar al odontólogo al menos una vez al año.
Sonreír es una de las más bonitas acciones que tenemos y hacerlo sabiendo que nuestros dientes están en buen estado, nos hace ver mejor.
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