Pese a los avances científicos en materia de salud todavía hay mucho camino por recorrer para vencer los problemas que representa la salud bucal. A pesar de las intensas campañas que se realizan a lo largo y ancho del planeta, encaminadas a fomentar hábitos que mejoren la salud dental, todavía hay una gran cantidad de personas que por diversas causas van perdiendo piezas dentales.
En los maxilares, los huesos donde están los dientes son huesos alveolares. Estos huesos se van desarrollando al crecer los dientes formando el soporte. Los alvéolos son las cavidades en donde se asientan las raíces de las piezas dentales. Estos huesos tienen una gran cantidad de diminutas cavidades por donde pasan conductos nerviosos y vasos tanto sanguíneos como linfáticos. Cuando los dientes van desapareciendo el tejido óseo que rodea la raíz de cada diente va dejando de recibir estimulación y por lo tanto se reabsorbe o se retrae. Esto puede resultar perjudicial para los otros dientes, que pueden comenzar a inclinarse o a moverse para llenar los espacios donde debería haber dientes. Este proceso puede detenerse e incluso revertirse cuando los dientes faltantes son sustituidos a tiempo.
Anteriormente las piezas faltantes solamente podían ser reemplazadas por prótesis como coronas, puentes fijos o removibles, si quedaban piezas de dónde se sostuvieran, o por prótesis completas también conocidas como dentaduras postizas. Cuando una persona perdía varias piezas que estaban una junto a la otra podía resultar muy difícil elaborar una prótesis que no solamente llenara el espacio sino que resultara cómoda y funcional.
Afortunadamente en la actualidad se han desarrollado técnicas que junto con materiales de última generación hacen posible reemplazar las piezas perdidas aún cuando se hayan perdido desde la raíz.
Los implantes dentales podría decirse que son raíces artificiales fabricadas generalmente en titanio, que es un elemento químicamente puro. El implante se coloca directamente sobre el maxilar y queda oculto por la encía, de la cual solamente emerge el llamado pilar transepitelial, que es donde posteriormente se coloca la corona. Esta consiste en una pieza dental muy semejante a las naturales.
En el caso de las personas que han perdido completamente la dentadura es posible colocar una serie de implantes para fijar en ellos una dentadura completa sin necesidad de colocar un implante para cada diente. Esto ofrece grandes ventajas sobre las prótesis removibles ya que se puede hablar y masticar con mayor seguridad. Se evita el roce por fricción de una dentadura desajustada, la acumulación de alimento entre la dentadura y la superficie bucal, y sobre todo se detiene el proceso de retracción del hueso alveolar, que no puede ser detenido por las prótesis removibles. Es precisamente por esta razón que con frecuencia encontramos adultos mayores quienes en otro tiempo utilizaron su dentadura postiza sin problemas de ajuste y que de pronto la sienten floja, como si les quedara grande.
Cuando vemos imágenes de implantes dentales es normal preguntarnos qué tan molesto es el proceso. Hoy en día se trata de procedimientos con protocolos perfectamente establecidos por lo que las molestias son mínimas. Se trabaja bajo anestesia local y por lo regular las únicas molestias son los ruidos de los aparatos, como en cualquier otro procedimiento dental. En algunos casos pueden presentarse algunas ligeras molestias y/o hematomas después de algunas horas de realizado el trabajo, pero seguramente el especialista recomendará un tratamiento para evitar cualquier incomodidad.
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