Por mucho tiempo hemos visto cómo familiares y compañeros hablan de que sufren miopía en algún momento de su vida. Esa condición que los obliga a utilizar lentes de forma constante pero que, en realidad, las personas que no lo sufren, les cuesta comprender el padecimiento.
Sin embargo, esta es una condición más común de lo que la mayoría de las personas considera. De hecho, uno de cada tres españoles sufre de miopía. Por otra parte, se sabe que esta es la condición ocular más extendida entre los menores de 45 años, por lo cual es recomendable saber cuáles son las señales que indican el inicio de la enfermedad.
No obstante, para poder identificar correctamente los síntomas de la miopía, primero hay que saber en realidad de qué se trata esta condición de la visión de las personas.
¿Qué es la miopía?
Esta es una condición en la cual existe un defecto en relación de las imágenes que percibimos a través de nuestros ojos. En lugar de enfocar sobre la retina, las personas miopes lo hacen delante de ella. Como consecuencia de esto, las personas tienen problemas para enfocar los objetos lejanos.
Hay que destacar que la graduación de los miopes se mide en dioptrías negativas, las cuales se calculan a través del test de la miopía. También, hay que aclarar que la miopía es una condición, por lo que, a pesar de que es tratable, no tiene un cura. Solo se puede corregir, pero una persona miope siempre lo será.
Síntomas de la miopía
Aclarado el tema de qué es exactamente la miopía, podemos dar paso a cuáles son los síntomas que se deben presentar para considerar que estamos sufriendo de esta condición.
- Visión borrosa: uno de los primeros síntomas de las personas miopes es que los objetos lejanos comienzan a lucir borrosos. Los objetos que se encuentran cerca se verán bien, pero a mayor distancia, más se dificulta la visión.
- Entornar los ojos: esto es una condición que va ligada al primer síntoma. Al no poder enfocar bien los objetos a la distancia, el paciente tiende a entrecerrar los ojos para buscar un mejor foco en la imagen que intenta percibir.
- Fatiga visual: como consecuencia del intento constante por enfocar las imágenes, la visión del paciente sufre de fatiga repetitiva, por lo que, al largo plazo, nos costará enfocar a cualquier distancia.
- Dolores de cabeza: de nuevo, esto es consecuencia del síntoma anterior. Ante el constante esfuerzo y el cansancio visual, es normal que comencemos a sentir dolores de cabeza constante.
Los síntomas de la miopía pueden presentarse desde la infancia y tienen la posibilidad de aumentar con el paso del tiempo al producirse cambios en la graduación. Por regla general, la miopía tiende a estabilizarse a partir de los 18 años. Puede presentarse asociada a otros defectos refractivos, como el astigmatismo (astigmatismo miópico) y la presbicia o vista cansada.
Así que si presentamos alguno o varios de estos síntomas, lo mejor que se puede hacer es visitar a tu oftalmólogo de confianza para que vea si, en definitiva, padeces de alguno de los tipos de miopía que se han detectado en la medicina ocular actualmente.
¿Cómo atacar la miopía?
Una vez que nos hayamos dado cuenta de los síntomas, lo más importante es consultar a nuestro oftalmólogo de confianza para que nos haga las pruebas necesarias y determinar cuál es el padecimiento.
Cuando lleguemos al consultorio, el doctor procederá a realizarnos el llamado “Test de miopía”, el cual te explicamos a continuación.
Test de miopía
La agudeza visual es el parámetro que evalúa la capacidad del sistema visual de cada persona para detectar y discriminar detalles de un objeto. Dicha capacidad se puede medir mediante un test específico que evalúa unos parámetros determinados:
- Tamaño.
- Contraste.
- Iluminación
- Distancia.
Tipos de miopía
Luego de practicarnos el examen, si damos positivo, el oftalmólogo nos diagnosticará con uno de los dos tipos de miopía que existen en la medicina ocular.
- Miopía simple: es la más básica de todas y suele ser inferior a 6 dioptrías.
- Miopía magna: esta se diagnostica cuando la graduación del paciente es superior a las 6 dioptrías y que está producida por una elongación excesiva del globo ocular.
¿Cómo corregir la miopía?
La miopía puede ser tratada empleando diferentes técnicas quirúrgicas (Lasik, PRK/Lasek, implantación de una lente intraocular…) en función de las características fisiológicas de cada paciente. Debe ser el oftalmólogo el que, analizando estas particularidades, indique qué tipo de operación es más adecuada para cada caso.
Los lentes con graduación especial o los lentes de contacto desplazan el punto focal hacia delante. Así se corrige el defecto de la miopía, ya que se consigue que los objetos o imágenes se proyecten adecuadamente sobre la retina.
Sin embargo, como ya te hemos dicho anteriormente, la miopía es una condición que no tiene cura. Esto solo aplacará la manifestación que tienes en los ojos, haciendo el día a día más llevadero y evitando que se presenten los síntomas secundarios como dolores de cabeza, cansancio visual y dificultad para tener un rendimiento diario adecuado.
Deja un comentario