A nivel mundial un promedio de 40 personas son diagnosticadas con cáncer a diario y uno de cada tres mueren por consecuencia de la enfermedad con el tiempo, el diagnóstico y tratamiento del cáncer oral son responsabilidad del dentistas, los cirujanos orales y los oncólogos trabajando como un equipo interdisciplinario.
Pocas personas saben que estos profesionales también tienen un papel importante que desempeñar en el caso de pacientes con otras formas de cáncer, incluyendo el carcinoma nasofaríngeo, cáncer de cabeza y cuello, otros profesionales claves son los cirujanos maxilofaciales, oncólogos, radiólogos y otros.
La importancia de obtener una evaluación y tratamiento dental para la detección del cáncer oral no es exagerada, muchas enfermedades dentales son silenciosas y no causan ningún síntoma clínico cuando una persona está sana.
Por otro lado, es importante buscar una evaluación dental previa al tratamiento con quimioterapia o radioterapia, porque casi con total seguridad habrá repercusiones dentales subyacentes, por ejemplo, resequedad de la boca, problemas gingivales y nuevas caries que necesitan tratarse antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer.
Esto se debe a que una vez iniciado el tratamiento de radiación la cirugía oral y periodontal posiblemente está contraindicada, ya que el sistema inmunológico se compromete significativamente una vez que el paciente comienza el tratamiento de quimioterapia.
La irradiación también aumenta el riesgo de complicaciones relacionadas con el tratamiento, tales como xerostomía (síndrome de boca seca), infecciones orales, fibrosis muscular oral y osteonecrosis (muerte de las células óseas).
Actualmente el uso de agentes quimioterapéuticos basados en bisfosfonato intravenosos se están volviendo más comunes, pero este compuesto a pesar de ser eficaz en la quimioterapia retarda la remodelación ósea y como resultado la capacidad de cicatrización del hueso se ve comprometida, una simple extracción dental después del uso de medicamentos con bifosfonatos puede resultar en necrosis ósea una condición complicada y difícil de tratar.
La cavidad oral contiene millones de bacterias incluso si la persona está perfectamente sana, la mayoría no causan ningún síntoma clínico y forman parte de la flora oral protectora, sin embargo las bacterias y hongos en la boca tienen la posibilidad de convertirse en una infección cuando el sistema inmunológico no está funcionando bien o existen recuentos bajos de glóbulos blancos.
En la mayoría de los casos los tejidos irradiados se adelgazan y presentan llagas en la boca (mucositis oral ulcerativa), esta complicación disminuye significativamente la calidad de vida del paciente es alarmante, que hasta el 54% de las consecuencias de muertes por cáncer sean de la cavidad oral, por esta razón es imprescindible realizarnos exámenes dentales completos ya que en un futuro podría ser la diferencia entre un tratamiento exitoso o fallido no solo en cuadros de cáncer oral, sino también otras complicaciones menores como caries dentales o enfermedad periodontal, el mayor riesgo es que las bacterias de la boca entren al torrente sanguíneo aumentando así el riesgo de infección para aquellos con inmunidad comprometida debido al tratamiento del cáncer.
En la boca sana la saliva equilibra el valor del pH, pero en el caso de pacientes con cáncer oral las glándulas salivales irradiadas producen muy poca o ninguna saliva y los ácidos en la boca aprovechan para atacar a los dientes y resto de tejidos orales, aumentando considerablemente el riesgo a padecer caries dental que en sujetos sanos toma años para llegar a la pulpa pero en pacientes con cáncer oral las cavidades alcanzan la pulpa dental en apenas unos meses
El someterse a una evaluación dental antes, durante y después del tratamiento para el cáncer es un paso que ayuda a ahorrar muchos costos, dolor y traumas psicológicos para los pacientes, pero también es útil para los especialistas ya que serán capaces abordar mejor la patología y todos sus signos.
Evaluación odontológica
Por lo general el dentista revisará la historia clínica y radiografías del paciente, además hará un examen físico de la boca, dentición, tejido duro y blando para detectar cualquier hinchazón, lesión o evidencia de infección dental crónica o aguda anormal.
Luego el dentista debe discutir con el equipo de tratamiento principal del paciente todas las opciones y plazos junto con el calendario de la próxima cirugía mayor o tratamiento enfocado en cáncer oral, es esencial estar familiarizado con diversos protocolos de radioterapia, quimioterapia y tratamiento quirúrgico.
La consulta inicial de evaluación previa al tratamiento debe tomar al menos de 1 hora, si no hay condiciones dentales preexistentes que necesiten ser tratadas antes de la cirugía mayor o el tratamiento del cáncer, el seguimiento se realiza después que el tratamiento médico haya sido completado, en el caso de que el tratamiento dental se requiera antes de la cirugía mayor debe hacerse de manera oportuna y con los mejores intereses en cuanto a la comodidad del paciente.
Los procedimientos dentales de pretratamiento idealmente son realizados por un equipo dental con experiencia en el manejo de pacientes con cáncer, ya que los procedimientos odontológicos de rutina como las extracciones son abordados en casos especiales porque la calidad ósea es débil después radiación, la razón es que estos tratamientos ralentizan o detienen significativamente el crecimiento de nuevas células óseas.
Es importante que el dentista identifique los dientes y determine si es necesario extraer alguno, ya que al iniciar el tratamiento contra el cáncer los procesos de curación tiene tiempos más lentos dando paso a posibles complicaciones, después del tratamiento dental los pacientes son capaces de reanudar sus actividades habituales sin problemas.
Cuidado bucal después del tratamiento
Una vez finalizado el episodio de cáncer el estado general de salud del paciente es aún más débil que el de una persona sana, por eso es importante que tanto el dentista como el paciente tengan registros dentales integrales sobre la historia médica antes de considerar nuevos procedimientos dentales. Por ejemplo, los efectos del tratamiento con bifosfonatos intravenosos y la radioterapia suelen durar años, y el riesgo de necrosis ósea postoperatoria nunca debe ser pasado por alto.
El tratamiento oral posterior es crítico para prevenir la incidencia y gravedad de las complicaciones orales
A pesar de que los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer no son mortales afectan en gran medida la calidad de vida del paciente incluyendo mucositis, xerostomia, caries dental y otros.
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