La fobia dental es uno de los principales problemas que impiden a las personas acudir regularmente al dentista. La persona conoce que el chequeo dental es importante. Algunas veces sabe que tiene problemas dentales, pero la fobia puede más que él. Todos sabemos que si padeces ansiedad dental, es menos probable que visites al dentista con regularidad, lo que resulta contraproducente porque en vez de detectar y tratar las enfermedades al inicio de ellas, avanzarán y cuando por fin te decidas a ir al Dentista podría ser demasiado tarde, así que los tratamientos serán más complejos, caros y molestos, lo que incrementará tu temor.
Cuando se deja de asistir por mucho tiempo al dentista, las enfermedades empeorarán y avanzarán si detenerse por sí solas. Padecimientos como las caries, inflamación de las encías, dientes torcidos, úlceras y el terrible cáncer progresan irremediablemente si no se atienden. Las personas con ansiedad dental a menudo terminan asistiendo al odontólogo cuando presentan un dolor extremo, lo que no debiera suceder, porque es mejor atenderse oportunamente; además tu fobia dental puede tener serias repercusiones negativas para tu sonrisa.
Los dentistas saben que la mayoría de los pacientes acude al consultorio con ansiedad dental, por eso se preparan e el manejo conductual y utilizan la más avanzada tecnología para que los procedimientos sean lo menos molestos posible para sus pacientes; así que busca un Odontólogo que te de confianza y coméntale tus temores, él o ella tendrán especial cuidado y tus tratamientos podrán ser realizados oportunamente.
Signos de la fobia dental
El primer paso para superar cualquier fobia o ansiedad es reconocer que te afecta de algún modo. Por ello, si estás evitando acudir al dentista, existe una buena posibilidad de que tengas algún nivel de fobia dental.
Estas pueden ser algunas de las razones más comunes de las fobias dentales:
- Mala experiencia dental en la infancia. Los malos recuerdos de visitas al odontólogo pueden crear estragos durante la infancia y la adultez.
- Recuerdo dental doloroso. La boca es una de las áreas más nerviosas del cuerpo, así que cualquier mala experiencia en un chequeo dental, lo recordarás para siempre.
- Baja autoestima respecto a tus dientes. Algunas personas temen ir al odontólogo porque se sienten avergonzadas por el estado de su boca. Básicamente, por problemas estéticos, mal aliento o dolor crónico.
Todas estas causas generan un temor generalizado sobre cualquier tipo de tratamiento dental. Cuando no estás a gusto con tu sonrisa, el autoestima baja considerablemente.
Estrategias para superar su fobia dental
- Superar el miedo a la aguja. La herramienta a la que más le teme una persona durante una cita dental, es a la aguja dental. Y para colmo es de los instrumentos más usados por el dentista. El miedo a la aguja es parte de un grupo de fobias específicas que se asemejan a una inyección en la piel. La fobia por la aguja dental genera pérdida de la presión arterial y provoca el desmayo. Pero, siempre habrá una forma de lograr que pierdan el miedo.
- Anestesia tópica. También es conocido como gel anestésico, es una crema o gel que se usa para adormecer las encías antes de la inyección dental. Esto evitará que el paciente siente dolor cuando lo inyecten. La anestesia tópica sirve como un agente anestésico que simplemente se aplica externamente.
Si le temes a la aguja, puedes pedir a tu dentista que te aplique la anestesia tópica. Investigaciones revelaron que se necesitan de dos a tres minutos para surta efecto.
- Inyecciones indoloras. Aunque que puedas tenerle miedo a la aguja, existen algunas cuyo diámetro es realmente pequeño. En la actualidad, en las cirugías dentales se usan las inyecciones indoloras. Se refieren al uso de un dispositivo de anestesia local a través de una varita delgada.
Esta varilla dental es una pequeña pieza de mano que tiene cierto parecido a un bolígrafo. Fue diseñado para administrar el suero de la anestesia de manera lenta y cómoda.
Opciones de anestesia dental
Aunque casi todos los dentistas usan anestesia local para la mayoría de sus tratamientos, existen otra variedad de opciones que son efectivas.
- Óxido Nitroso. Es conocido como el “gas feliz”, porque al inhalarlo los pacientes se sienten tan relajados que suele haber episodios de risa. Al usar pequeñas cantidades empleadas de óxido nitroso el paciente no queda inconsciente sino simplemente sedado. El óxido nitroso mezclado con oxígeno y aire se usa para lograr relajación e incluso una sensación de adormecimiento en el paciente.
Se aplica en la cirugía dental usando un inhalador nasal, y que se coloca sobre la nariz del paciente. El sistema es muy cómodo y puede ser ajustado al tamaño de la cabeza de cada paciente. El odontólogo colocará la mascará con el gas feliz de óxido nitroso durante dos o tres minutos. El dentista se dará cuenta cuando el paciente esté sedado y comenzará con el tratamiento quirúrgico.
- Sedación intravenosa. Es la inyección del medicamento a través de las vías intravenosas. Este tipo de sedación induce un estado de relajación profunda, por lo que el paciente no sentirá dolor alguno. Los medicamentos que se usan pueden producir una pérdida de memoria parcial o total. Pero la amnesia desaparecerá cuando pasé el efecto del medicamento.
Por las propiedades del medicamento, sentirás que el tiempo pasará más rápido y es posible que no recuerdes muchas cosas. Incluso, muchas personas pueden no recordar nada. Por lo tanto, puede parecer como si estuvieras dormido durante el procedimiento dental. Para un paciente con fobia dental, este tipo de sedación, puede ser ideal para perder el miedo de manera definitiva, lo cual contribuirá en demasía con su salud bucal.
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