Muchas personas desean una sonrisa blanca y bonita. ¿Por qué es tan demandado este atributo? Pues, sus efectos en la estética personal son significativos. Sin embargo, por diversos motivos, hay quienes optan por métodos domésticos para blanquear sus dientes, en lugar de acudir a un especialista.
Estos remedios caseros son muy populares entre las personas, quienes recurren a ellos como una alternativa práctica y en económica. Después de todo, se emplean utensilios que están presentes en la cotidianeidad del hogar. Por ende, son muy cómodos y fáciles de aplicar.
No obstante, vale la pena preguntarse: ¿qué tan recomendables son estos procedimientos?
Un antiguo lugar común reza que lo barato sale caro.
En primer lugar, hay que señalar que un blanqueamiento dental es un procedimiento que no se debe tomar a la ligera. Más aún cuando en la actualidad han surgido infinidad de procesos que prometen una sonrisa espléndida, sin tomar en cuenta las posibles consecuencias y riesgos que puede correr la boca del paciente si el trabajo no está abalado por un cirujano dentista profesional.
Los blanqueamientos caseros y las pastas blanqueadoras han ganado muchos seguidores desde que hicieron su aparición en el mercado. De hecho, han inspirado otras ofertas de tratamientos en clínicas estéticas, peluquerías y spas, quienes algunas veces emplean sustancias blanqueadoras que no se usan de forma correcta. Por lo tanto, no proporcionan resultados reales, solo transitorios.
En ese sentido, un artículo publicado en el diario ABC de España, cita a especialistas para referirse a este tema. Ahí, explican que la aplicación y el mal uso de ciertos materiales abrasivos solo dan un resultado estético, ya que solo rayan el diente, “y al rayarlo parece más blanco”.
Esto no es aconsejable, ya que “el esmalte es el único tejido del ser humano que no se vuelve a reproducir”. Es decir, si se pierde, se pierde para siempre. Como se ha visto, el maltrato realizado al diente por desconocimiento puede ser muy grande Estos procedimientos no supervisados pueden derivar en:
- Sensibilidad extrema,
- Pérdida del esmalte, a tal nivel que surgen dolores muy intensos, sobre todo en un diente con presencia de caries.
Dicho esto, se recomienda que los blanqueamientos sean aplicados por expertos. Así, se toman en cuenta detalles fundamentales como:
- tipo de esmalte,
- permeabilidad,
- sensibilidad,
- compatibilidad del estilo de vida con el tratamiento.
Todos estos factores tienen incidencia en el resultado final. Cabe destacar que los peligros a los que se expone una persona en un blanqueamiento sin supervisión pueden ser muy dolorosos. Es importante asegurar que estos tratamientos sean inocuos y con efectos secundarios reducidos, antes de exponer la boca a cualquier riesgo.
Las personas con enfermedades en las encías deben ser las más precavidas antes de poner en práctica cualquier método casero, ya que pueden sufrir daños severos debido a una mala práctica durante el proceso. Esto puede derivar luego en extensos y costosos procesos para solucionar un problema que se pudo haber prevenido.
A estos particulares se les recomienda asistir a consultorios dentales o centros de estética dental, donde se evalúen adecuadamente y se les recete un tratamiento con los mejores materiales, acordes a su condición.
Como se expuso anteriormente, se trata de un proceso delicado y que debe realizarse por un especialista con métodos profesionales de calidad. Así, las personas evitarán un mal rato y a la larga ahorrarán dinero. En ese sentido, hay que tener mucho cuidado con los efectos no deseados de algunos implementos caseros.
Por ejemplo:
- Limón, debido a que debilita el esmalte con sus propiedades ácidas.
- Sal, su uso en exceso deteriora las encías.
- El clásico bicarbonato de sodio, al que se considera un poderoso elemento abrasivo, que puede dañar el esmalte dental.
- Agua oxigenada, ya que modifica la flora bacteriana de la boca, lo que puede derivar en una coloración diferente de la lengua.
Los especialistas coinciden en que estos procesos se pueden utilizar en momentos puntuales. Sin embargo, su uso prologando pueden ser contrarios al deseado. Más bien contribuirían a la destrucción del diente, lo que podría derivar en daños irreparables. De ser este el caso, las únicas soluciones posibles serían tratamientos estéticos, como carillas dentales (prótesis de porcelana muy finas).
En cualquier caso, jamás tendrán el mismo efecto que un buen tratamiento especializado.
Tips para lucir una sonrisa bonita y saludable
- Mantener una dieta con alimentos bajos en colorantes.
- Evitar el consumo de elementos tales como el café, el té negro (se recomienda sustituirlo por té blanco o verde), bebidas alcohólicas, el cigarro, entre otros.
- Mantener una higiene bucal adecuada.
- Visitar al dentista para una limpieza cada seis meses o mínimo cada año.
- Asegurarse de que sea un especialista quien lleve el control y evaluación del tratamiento.
- Verificar que la clínica dental en la que se realiza el tratamiento cuenta con los especialistas y el equipo dental apropiado.
- Ante daños irreparables y notorios en alguna pieza de la dentara, optar por las carillas dentales.
Para concluir, cabe destacar que todos los especialistas indican que depende del paciente que los métodos de blanqueamiento dental surtan efecto y mantengan sus resultados. Son ellos quienes se encargan de continuar adecuadamente las indicaciones y recomendaciones de los odontólogos.
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