La salud bucal es fundamental para gozar de una buena calidad de vida, pues la imagen es nuestra carta de presentación y la sonrisa juega un papel primordial en ella.
Ahora, cuando tenemos hijos lo primero que pasa por nuestra cabeza al salirle los dientes es: ¿cuándo debo llevarlo al odontólogo?
Lo primero que debes tener en cuenta es que no debes esperar a que el niño presente problemas bucales para asistir a consulta. Es importante que desde que comienza la dentición des paso a los hábitos de higiene dental.
Entre estos se debe incluir la visita al llamado odontopediatra, que a diferencia de los odontólogos de adultos, estos se especializan en la dentición infantil temporal, es decir, en los dientes de leche.
¿Qué tratamientos se realizarán al niño?
Los niños necesitan tratamientos especiales y muchos menos invasivos que los que se realiza un adulto, por ello, el odontopediatra aplicará distintos tratamientos y técnicas que ayude a eliminar o prevenir la caries para así evitar problemas en los dientes de huesos (permanentes).
Estos procedimientos deben ser realizados por un especialista en el área para evitar este desarrolle miedo al dentista y su experiencia se vuelva traumática. A continuación, te detallamos los principales tratamientos dentales que debes tener en cuenta para una buena salud en niños:
- Limpieza o profilaxis dental
A pesar de que tu pequeño tenga buenos hábitos en cuanto a limpieza se refiere, al igual que los adultos estos acumulan placa y sarro que el cepillado diario no es capaz de eliminar.
Y en vista de que estas dos sustancias son las principales causantes del deterioro de los dientes y las encías, es fundamental que el niño reciba una limpieza dental.
- Tratamiento con flúor
Una caries es la destrucción de los tejidos que componen el diente; esta se crea por la presencia de los ácidos que producen las bacterias alojadas en la placa y el sarro que se va acumulando.
Esta va debilitando el esmalte de los dientes hasta el punto que ya no tenga reparación, por ello, los odontopediatras realizan tratamientos con flúor (sustancia que permite remineralizar los dientes).
- Empastes con amalgama o resina
Eliminar la caries de los dientes produce pequeñas cavidades que deben repararse, y en este caso se utiliza la técnica de obturación con amalgama o resina, esa que muchos conocemos como “empaste”
Esta reparación permite al diente recuperar su función y que a su vez el niño pueda mantener su sonrisa natural.
- Extracciones dentales
Ante una caries dental severa no queda otra solución más que extraer la pieza dental afectada para así evitar mayores complicaciones, como por ejemplo que esta se propague hacia los demás dientes.
Cabe destacar que en los niños los dientes de leche son los encargados de mantener el espacio de los sucesores, por lo que, si hay que extraerlos antes de tiempo debería utilizar un retenedor de espacio.
- Selladores dentales
El flúor, a pesar de ser un buen tratamiento, no protege del todo la superficie masticatoria de la dentadura, ante esto, es necesario utilizar selladores dentales en los dientes traseros para que actúen como barrera de las comidas.
Con este tratamiento se protegen los molares y premolares del niño de la placa dental y el ácido que a futuro origina la caries.
- Retenedores de espacio
Se utilizan para mantener el espacio necesario del diente permanente que no ha salido. Este debe colocarse al haber una pérdida prematura del diente de leche, ya que de no usarlo lo dientes contiguos pueden moverse hacia el espacio vacío y ocasionar problemas que a la larga requerirán de otros tratamientos, como por ejemplo: cirugía maxilofacial u ortodoncia.
- Pulpotomía
Este procedimiento consiste en tratar los nervios y vasos sanguíneos infectados por la caries, de esta manera, se elimina la zona dañada del interior del diente para evitar que se propague.
La pulpotomía permitirá que el diente de leche pueda seguir cumpliendo su función mientras que sale el permanente.
¿Cómo hago si mi hijo es muy nervioso?
Es importante resaltar que para realizar cualquiera de estos tratamientos el niño debe estar tranquilo, por consiguiente si el infante sufre mucho miedo no está relajado y no coopera con el odontopediatra se utilizará la sedación consciente.
Esta es un tipo de anestesia que permite al especialista realizar el tratamiento dental cómodamente sin ocasionar ningún tipo de daño al menor. Cabe destacar que durante la utilización de la misma el niño mantiene sus habilidades físicas activas.
Recuerda igual como madre o padre preparar psicológicamente al niño sobre la visita al dentista, siempre haciéndole énfasis en lo bueno que es y los beneficios que tiene para su salud. Evita asustarlo con este tema.
¡Mi hijo cumplió su primer año! Es hora de visitar al odontopediatra
Hace unos años atrás los pediatras recomendaban hacer la primera revisión dental cuando el niño tuviera sus 20 dientes de leche, es decir, a los tres años.
Sin embargo, la aparición de caries en bebés menores de esta edad y de otros problemas asociados a la primera dentición obligó a los especialistas cambiar las recomendaciones a partir de los 12 meses.
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