Los brackets o aparatos autoligados han aumentado mucho en popularidad durante los últimos años, aunque su existencia ya lleva un tiempo considerable en el mercado. Se iniciaron en el año 1930 pero comenzaron a popularizarse a partir de la década de los 80.
Este tipo de brackets son muy parecidos a los frenos convencionales, con la notable diferencia de la ligadura. Se colocan sin bandas elásticas o amarres de metal porque no son necesarios. Para ellos se usan soportes especiales que le permiten al arco tener movilidad sobre los dientes en su lugar.
Estos soportes agregan mayor libertad de movimiento dental, por lo que pueden ser más cómodos que los brackets o ligadura tradicionales, además de que son más prácticos a la hora de realizar ajustes simples, ahorrando con ello tiempo y malestares cuando visitas al ortodoncista.
En algunos casos también podrían reducir la cantidad de presión y fricción en los dientes de las personas que los usan.
Soportes activos, pasivos e interactivos
En la actualidad se cuentan con tres tipos de brackets autoligados:
- Brackets autoligados pasivos
Para la aplicación de estos se usa un arco de menor tamaño, ya que los arcos de alambre de medidas pequeñas otorgan menos fricción y permiten que los dientes tengan mayor movilidad y libertad.
En líneas generales, trabajan como tubos que favorecen el deslizamiento y poseen menor control en la rotación e inclinación.
Los brackets pasivos recrean una compuerta que sirve para impulsar el alambre hacia las paredes internas de las ranuras que tienen.
En comparación con los brackets autoligados activo, producen una fricción mucho menor gracias a un arco de acero inoxidable. Por lo general, los ortodoncistas aplican este tipo de aparatos para iniciar con el tratamiento.
- Brackets autoligados activos
Estos presentan un arco de alambre más grueso que los pasivos, por lo que cuentan con mayor presión para los dientes, provocando que se muevan de una manera más eficiente hacia el lugar en el que deberían estar.
Tienen un mejor control de torque y menor cantidad de alambres dentro de la ranura que los del tipo pasivo. En su diseño, la tapa flexible con la que se cierra la ranura presiona el arco con el alambre, creando baja fricción en los arcos redondos preliminares, pero mucha más fricción en los rectangulares.
Por lo general, con ellos se percibe una diferencia de torque clínicamente más grande, y con los pasivos se pasa de manera rápida de uno de poco torque a uno fuerte. Al igual que estos últimos, cuentan con la posibilidad de individualizar la selección de torque.
- Brackets autoligados interactivos
Este tipo de brackets también brindan una baja fricción para los dientes durante la primera etapa del tratamiento. En ese punto se encargan de hacer correcciones de nivel y alineamiento para después presionar el arco hacia el fondo de la ranura, consiguiendo lograr las posiciones dentales correctas.
¿Brackets autoligados versus brackets convencionales?
La diferencia entre estos dos tipos de aparatos se puede explicar a través de la adición de un mecanismo que se encarga de sujetar en su lugar y de forma segura el arco en el metal.
Las abrazaderas de metal producen el movimiento necesario en los dientes, pero con los brackets autoligados se tiene mayor higiene bucal.
- Brackets convencionales: estos están unidos a la parte externa del diente y dependen de una banda elástica llamada módulos para presionar el arco en la abrazadera. Así se mueve el diente hasta el lugar deseado.
- Brackets autoligados: no requieren de un módulo, debido a que el arco se adhiere al soporte con la inclusión de una compuerta de metal, mientras que el mecanismo de cierre se encuentra abierto o cerrado, facilitando que el arco sea enganchado de manera segura.
Ventajas de los brackets autoligados
Los brackets autoligados son el método de tratamiento de ortodoncia más aplicado y usado durante los últimos años. Con este sistema no se usan ligaduras elásticas o amarres para presionar o ajustar los soportes.
En lugar de esto, se aplica un mecanismo de deslizamiento autoligado para mover los dientes de una manera más cómoda y efectiva. De hecho, ofrecen varias ventajas en comparación con otro tipo de aparatos:
- Son transparentes
El punto principal de comercialización de los brackets autoligados es su tradicional y característica transparencia y alineados invisibles, siendo los preferidos de personas adultas profesionales y de adolescentes que evitan pasar por la molestia, y puede que vergüenza, de usar frenos metálicos con amarres.
- Actúan más rápido
Este sistema cumple con su cometido en menor tiempo que otro tipo de aparatos de ortodoncia, reduciendo el tiempo hasta por seis meses.
- Requieren de menor tiempo en el consultorio
Con la aplicación de este tipo de correctores dentales, no son necesarias tantas citas durante el tratamiento, ofreciendo a los pacientes una ventaja importante como lo es ahorrar tiempo.
- Son más higiénicos
La ventaja más interesante es que los brackets autoligados, a diferencia de los aparatos ortopédicos tradicionales, no cuentan con una ligadura en la que se atrapen las bacterias adquiridas de los alimentos. De hecho, proporcionan una mayor facilidad al momento del cepillado y uso del hilo dental. Te permiten tener unos dientes más limpios al finalizar el tratamiento.
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