Actualmente un gran número de personas de todas edades llevan anteojos para proteger los ojos contra los rayos UV, el viento, etc. Continuamente surgen nuevos estilos, diseños, materiales, etc., y en muchos casos representan factores de status. Pero cuando se trata de usar anteojos para corregir defectos de visión entonces nos enfrentamos a conflictos de tipo psicológico, de autoestima, etc., y estos problemas pueden presentarse casi a cualquier edad.
Por esto se han realizado múltiples investigaciones para para ofrecer diferentes soluciones o alternativas a quienes necesitan mejorar su visión y se resisten al uso de anteojos.
Una buena solución para mejorar la visión sin alterar en absoluto la apariencia de quien los usa son los lentes de contacto. Son imperceptibles, no resultan incómodos y con una buena higiene no representan ningún riesgo.
Otra de sus ventajas es la función cosmética que permite cambiar el color de los ojos. Sin embargo esta opción presenta algunos inconvenientes ya que hay que removerlos para dormir o nadar, pueden producir lagrimeo en caso de viento fuerte, y algunas molestias cuando penetran partículas. Además cuando llegan a caerse es muy fácil que se pierdan.
Cuando se requiere usar anteojos debido a defectos de refracción como es el caso del astigmatismo, miopía, hipermetropía, o presbicia, la cirugía llamada refractiva puede ser una muy buena solución ya que ayuda a la corrección o mejoría de la visión. Dependiendo de cada caso en particular puede contribuir a prescindir completamente de los anteojos o a necesitarlas únicamente en algunas circunstancias.
La cirugía refractiva es una técnica quirúrgica sin bisturí, en la que se emplea tecnología láser y se conoce como LASIK por sus siglas en inglés (Laser-Assisted in Situ Keratomileusis). Mediante ella es posible modificar y moldear la córnea de manera que sea posible tener un mejor enfoque, ya sea acentuando o disminuyendo la curvatura según se requiera dependiendo del tipo de problema de cada paciente.
En un principio este tipo de cirugías era sumamente costoso, pero gracias a la gran aceptación y difusión los costos se han reducido de manera importante siendo actualmente muy accesible para un gran número de personas.
Quien determina si una persona califica o no para la cirugía refractiva es el oftalmólogo después de una minuciosa evaluación.
La cirugía LASIK es ambulatoria, es decir, no se requiere hospitalización pero de todas maneras se debe estar consciente de que debe haber un cierto período de recuperación para poder evaluar los resultados y que el paciente pueda apreciar una mejoría en la visión. Este período puede ir de unos días hasta aproximadamente 6 meses, durante los cuales las mejoras visuales quedan estabilizadas y desaparecen totalmente las molestias secundarias que puedan haberse presentado.
En algunos casos puede ser necesario el uso de anteojos para actividades donde se requiera ver con mucho detalle. En todo caso el oftalmólogo advierte a cada paciente sobre la conveniencia de someterse al procedimiento según las circunstancias.
Respecto a las molestias post-operatorias puede presentarse una sensación de ojo seco, visión borrosa o nublada, ardor o comezón, sensibilidad a la luz, sensación de irritación o dolor, aparición de algunas manchas rosadas en los ojos, y algunas otras. Por lo general todas estas molestias desaparecen poco a poco.
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