Tanto en tu vida personal, como en la familiar y profesional, la estima que tienes de ti mismo conlleva a un sinfín de implicaciones. Pues, influye en tus actitudes y, por tanto, en cómo te ven los demás.
Es por ello que, el día de hoy, traemos para ti un artículo sobre la autoestima. Ella está determinada por el conocimiento que tienes de ti mismo o por lo que los psicólogos y coach llaman “autoconocimiento”.
Cómo conocerte a ti mismo
Difícilmente puedes querer lo que no conoces y eso también vale cuando se trata de ti mismo. Aunque pueda sonar absurdo, muchas personas no se conocen. Como consecuencia, dudan de su belleza, inteligencia, talento, capacidades y hasta de su valor como personas.
De allí, la importancia de conocerte. Aunque el proceso del autoconocimiento puede llevarte un tiempo, existen unas técnicas concretas que te ayudarán a comenzar a reconocer tu valor fácilmente.
Y esto implica apreciarte como miembro de un grupo, como profesional y, sobre todo, como ser humano.
La primera técnica que te recomendamos es la llamada matriz DOFA o FODA. Esta consiste en un mecanismo de comparación muy sencillo para conocer tus condiciones en tu entorno interior y exterior.
DOFA
Para hacer esta matriz, solo necesitas lápiz y papel. Para comenzar, sigue estos simples pasos:
- Divide la hoja en cuatro partes, formando cuatro cuadrantes.
- En el primer y segundo cuadrante, ubica los sectores que se corresponden con los aspectos internos. Serían Debilidades y Fortalezas.
- En el tercer y cuarto cuadrante, coloca los factores externos. Es decir, los que no dependen directamente de ti. Las Amenazas y Oportunidades.
Una vez que tengas el esquema de la matriz, sincérate contigo mismo y anota todas aquellas circunstancias internas y externas de tu vida. Tanto positivas como negativas, en el cuadrante que corresponda.
Esto te servirá para saber quién eres, qué debes mejorar y qué debes mantener. Además de cómo influyen en ti los aspectos del exterior.
Tu imagen personal
Para determinar qué percepción tienes de ti mismo, toma lápiz y papel. Tu imagen personal se forma de acuerdo con ciertos factores, así que comenzarás a hacer un listado de ellos. Las categorías que tomarás en cuenta son:
- Lo que crees que eres.
- Lo que quieres ser.
- Lo que piensan los demás de ti.
Lo que crees que eres
Tiene que ver con lo que piensas de ti mismo según tu experiencia. Anota cuáles son tus cualidades, tus defectos, tus valores. En este aspecto, reconocer tus virtudes te ayudará a fortalecer tu autoconfianza.
Lo que quieres ser
Muchas veces queremos ser diferentes a como somos realmente. En esta categoría, escribe qué características y cualidades te gustaría tener.
Si la diferencia entre lo que quieres ser y lo que eres es muy grande puede que tengas frustraciones. Sin embargo, piensa que esa diferencia se debe a que debes trabajar para llegar a eso que deseas. Entonces, plantea un plan de acción para llegar allí.
Lo que piensan los demás de ti
Es difícil que sepas esto porque depende de otras personas, pero puedes tomar en cuenta los comentarios que la gente hace sobre ti con cierta frecuencia.
También puedes hacer una rutina con varios amigos y que cada uno diga la primera palabra que asocia contigo y los demás. Otra idea es hacerlo por escrito. Si lo que piensan los otros de ti coincide con lo que tú piensas de ti mismo, puedes estar satisfecho.
De lo contrario, si la diferencia es enorme, plantéate qué actitudes pueden estarte perjudicando y haz lo posible por superarlas.
Mejora tu autoestima
Más allá de los resultados que puedan darte esos ejercicios, es importante que sepas qué medidas debes tomar para mejorar tu autoestima.
Recuerda que todo lo que te pasa, aunque parezca malo, tiene su lado positivo. Así que todo recae en el punto de vista con que quieras evaluar tu vida. A continuación, algunos de nuestros consejos:
- Ten pensamientos positivos sobre ti. No te acostumbres a enfocarte en tus defectos. Hasta la persona más cruel tiene aspectos positivos. Cada vez que pienses en uno de tus defectos, desecha ese pensamiento recordando una de tus virtudes.
- Deja de buscar la perfección. Está muy bien que trates de hacer las cosas bien, pero la perfección no existe. Así que no te atormentes si algo no resulta como deseabas. Solo enfócate en hacer lo mejor que puedas.
Otras recomendaciones
- Saca provecho de las equivocaciones. Cuando te equivocas, se te da una oportunidad valiosísima: la de saber que esa actitud no te hace bien, así que debes cambiarla. Los errores te dan la oportunidad de aprender cómo no hacer las cosas.
- Cambia lo que puedes cambiar y acepta lo que no. Si aplicas este consejo, no sentirás tantas frustraciones. Cuando sientes que debes mejorar algo en ti, trata de hacerlo sin aferrarte a cosas que no tienen sentido. Por su parte, aquello que no depende de ti, déjalo ser, acéptalo y sigue adelante.
- Plantéate metas. Fíjate un objetivo que te ayude a mejorar personal y profesionalmente. Piensa en algo que verdaderamente quieres lograr y haz un plan realista para hacerlo.
Eso sí, es importante que tu objetivo sea factible para evitar frustraciones. Además, debes desearlo con toda tu energía.
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