Si bien es cierto que día a día se cobra una mayor conciencia de la importancia que tiene la salud bucodental en nuestro estado general de salud, también hay un marcado interés en el impacto estético que causa una dentadura en perfecto estado. Tanto para hombres como para mujeres es importante no solamente de tener unos dientes sanos, sin caries, con una mordida funcionalmente correcta, con dientes bien alineados, etc., sino que también deben ser “de una blancura deslumbrante”. Esto ha sido importante desde épocas muy remotas y lo podemos constatar en un sinfin de obras literarias de todas las épocas y estilos en donde la blancura y perfección de los dientes son atributos que embellecen.
Actualmente así como hay personas tan obsesionadas por mantenerse delgadas que incurren en hábitos que ponen su vida en peligro, también hay quienes viven en una constante búsqueda de métodos para blanquear su dentadura. Debido a esto siempre se han buscado métodos para conseguir una dentadura cada vez más blanca lo cual es normal hasta cierto punto, pero cuando esto se convierte en una obsesión entonces estamos hablando de una enfermedad llamada Blancorexia y debe ser psicológicamente tratada.
El número de personas afectadas por este trastorno se ve incrementado día a día y esto se atribuye en gran medida a los efectos de la publicidad. En todos los medios de comunicación se ven personajes tanto masculinos como femeninos que son considerados como muy atractivos. Entre sus características principales destaca la “blancura” de sus dientes, que generalmente es producto de retoques y efectos visuales y no de tratamientos de blanqueamiento dental.
Antes de someternos a un tratamiento de blanqueamiento dental lo primero que hay que tener en cuenta es que el tono de los dientes de cada persona depende de muy diversos factores como la genética, la alimentación, los minerales contenidos en el agua de su región, etc. Existen también factores externos que producen variaciones en la coloración de los dientes, como son el tabaco, el café, etc. Además existen otros alimentos que por sus efectos abrasivos pueden provocar cambios de color ya que la superficie queda áspera, muchas veces en forma imperceptible, y por lo tanto susceptible a cambios de coloración por acción de los alimentos como café, alcohol, tabaco, chile, etc.
Los tratamientos blanqueadores de anaquel pueden dar lugar a efectos secundarios como hipersensibilidad, aparición de grietas dentales, cambio de coloración, alteraciones en la percepción de los sabores y lesiones en la pulpa dental, entre otros. Según los expertos lo recomendable es que entre un tratamiento blanqueador transcurra un lapso de tiempo mínimo de entre 5 y 6 años.
El querer ofrecer la mejor imagen de nosotros mismos no está mal , ¡al contrario! incluso es deseable ya que conduce a tener mejores hábitos de vida y salud. Lo grave es querer lograr todo esto rápidamente y sin importar los riesgos a la salud. Sobre todo, hacerlo sin acudir con un buen especialista que brinde la orientación necesaria y la información sobre los riesgos que implican los diferentes procedimientos de blanqueo dental.
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