Vivimos actualmente en un mundo lleno de factores que pueden generarnos estrés. Ocasionalmente, el tráfico, el ruido, las multitudes en la calle y demás, terminan por derivar en diversos grados de ansiedad.
Incluso, dadas las circunstancias mencionadas, puede considerarse normal. Sin embargo, cuando la ansiedad se prolonga en el tiempo y comienza a interferir en tu vida cotidiana, ya no puede considerarse normal.
Cuando esto ocurre, se convierte en un trastorno. Bien sea que estemos hablando de ataques de pánico, fobias, trastorno de ansiedad generalizada, de estrés postraumático, etcétera.
Más allá de los efectos psicológicos que producen los trastornos de ansiedad, seguramente desconoces que también afecta tu salud bucal. Por ello, hoy te contaremos los detalles de cómo se afecta tu cavidad bucal ante el sentimiento de ansiedad.
Ansiedad y cuidado bucal
La primera circunstancia que puede presentarse cuando se tiene un trastorno de ansiedad es el descuido de tu apariencia física. Esto incluye también el descuido de la higiene bucal diaria, así como la desgana en las visitas al dentista.
De esta manera, se incrementan enormemente los riesgos de desarrollar todo tipo de afecciones bucales. Particularmente las caries y las enfermedades de las encías.
Medicación
Los medicamentos para tratar el trastorno de ansiedad generalizada suelen tener efectos sobre la salud de la cavidad bucal. Así que, además del descuido de la higiene bucal, se suma el efecto de estos fármacos.
La mayoría de los medicamentos indicados para el tratamiento de la ansiedad tienen efectos secundarios que involucran la resequedad de la boca. Esto, como consecuencia de que se disminuye la capacidad de producir saliva.
Cuando no produces las cantidades adecuadas de saliva, el bienestar de tu dentadura se ve seriamente comprometido. Principalmente porque la saliva se encarga de facilitar la masticación, la deglución y el habla, así como de proteger el esmalte dental.
Por una producción insuficiente de saliva, corres mucho más riesgo de desarrollar caries y otros problemas bucales.
Otros efectos secundarios de estos fármacos también pueden dañar la salud dental. Es el caso de los vómitos, que generan caries por los ácidos liberados.
Sistema inmune
Anteriormente, te decíamos que parte de los problemas bucales relacionados con la ansiedad surgen porque se descuida la higiene. Sin embargo, existen circunstancias internas que producen efectos negativos en la salud de la boca, y que no dependen de la limpieza dental.
Es decir que, independientemente de que se mantenga o no el cuidado de la boca, las personas que padecen algún tipo de trastorno de ansiedad desarrollan enfermedades bucales, ya que el sistema inmunológico se debilita.
Aunque la ansiedad tenga un carácter psiquiátrico, afecta tu sistema inmune. Por ello, no funcionan adecuadamente los mecanismos que deberían activarse para protegerte de las bacterias.
Como consecuencia, tu cavidad bucal se expone indefensa ante la acción de los gérmenes.
Problemas más comunes asociados a la ansiedad
Entre las afecciones bucales más comunes que tienden a desarrollar los pacientes con trastornos de ansiedad, se encuentran las siguientes:
- Bruxismo (rechinar o apretar los dientes).
- Boca seca. Como te explicamos antes, la ansiedad impide la producción adecuada de saliva, lo que conlleva a otros problemas bucales.
- Síndrome de boca ardiente.
- Liquen plano (úlceras en la boca, líneas blancas y enrojecimiento).
- Trastornos de articulación temporomandibular (ATM).
Consejos
- Si crees estar presentando algún trastorno de ansiedad, trátate inmediatamente con un psicólogo o psiquiatra.
- Una sensación constante e intensa de angustia es el síntoma que debe ponerte alerta para asistir a consulta.
- Si ya estás siendo tratado psicológica o psiquiátricamente, no descuides tu salud bucal.
- Mantén buenos hábitos de higiene bucal. Es decir, cepíllate después de cada comida, usa hilo y enjuague bucal.
- Acude al dentista con frecuencia. Para las personas que tienen trastornos de ansiedad se recomienda que las visitas odontológicas sean más frecuentes que en quienes no los padecen. De esa forma, el odontólogo podrá indicarte las medidas adecuadas para reducir los efectos negativos de los fármacos.
Además, si por efecto de la ansiedad se está presentando alguna enfermedad bucal, el dentista podrá darse cuenta a tiempo. Especialmente, antes de que la enfermedad se desarrolle y sea más difícil de tratar.
Miedo al dentista
Todo lo que te hemos explicado anteriormente es válido para cualquier tipo de trastorno de ansiedad. Sin embargo, también hay que considerar que la idea de asistir a la consulta odontológica también podría causarte ese sentimiento de angustia.
Muchas personas le tienen miedo al dentista y, más que al dentista en sí mismo, a los procedimientos odontológicos.
Qué hacer
Si ese es tu caso, haz un gran esfuerzo de voluntad, ya que tendrás que visitar el consultorio odontológico de cualquier manera. De lo contrario, tu problema empeorará y, a largo plazo, terminarás yendo al dentista para tratar un problema mucho más serio.
Por ello, la mayor recomendación que podemos darte si eres de las personas que les teme a las consultas con el dentista, es que hables de tu condición con tu psicólogo o psiquiatra tratante. Él tiene las herramientas para ayudarte a controlar esa ansiedad.
Finalmente, cuando vayas al dentista, cuéntale acerca de tus temores. Así tomará las medidas oportunas, como aplicar anestesia general si tu miedo es incontrolable.
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