Si eres de las personas que disfrutan de un buen helado o de las tan deliciosas bebidas calientes como el café o el chocolate, pero ¡ouch! tus dientes no lo pueden soportar, aquí te ofrecemos algunos consejos que te pueden ayudar.
Lo primero que hay que saber es que los dientes tienen un recubrimiento natural que ofrece protección tanto en la corona como en la raíz. La corona es la parte visible del diente y está recubierta por el esmalte, mientras que el recubrimiento de la dentina de la raíz se conoce como cemento. Cuando este recubrimiento se pierde o se debilita los dientes se vuelven muy sensibles.
El recubrimiento de los dientes, que es el aislante natural que además de proteger los dientes contra la caries y el desgaste, también puede sufrir daños o desgaste
El que tengas dientes sensibles puede deberse a muy diferentes causas. Entre las principales destacan las fracturas, cuarteaduras o estrelladuras, el desgaste, caries, exceso de sarro y placa, enfermedades y/o retracción de las encías y muchas otras más.
Es muy frecuente que los dientes queden sensibles después de algunos tratamientos odontológicos como limpiezas, aplicación de algún producto durante la colocación de coronas, algunos tipo de prótesis fijas, cuando se acaban de colocar brackets o después de una sesión de ajuste, etc. En muchos de estos casos lo usual es que tu dentista te haga la advertencia y te recomiende algún producto para aliviar las molestias mientras desaparecen.
Cuando se presenta la sensibilidad en los dientes la aplicación de flúor, el uso de pastas dentales y/o enjuagues bucales especiales puede ser de gran ayuda. Pero estos productos no deben usarse por tiempo prolongado y generalmente en los empaques viene una advertencia. Por lo tanto si notas que las molestias persisten es necesario acudir a que te realicen una valoración para determinar las causas y poner remedio a la situación.
Cuando las encías se desprenden del diente o se retraen hay partes de los dientes que quedan al descubierto. El especialista puede sellar la parte descubierta o indicar algún tipo de tratamiento periodontal para prevenir daños mayores como la enfermedad periodontal, que puede conducir a la pérdida prematura e irremediable de los dientes.
Las fracturas o los dientes estrellados pueden aparecer no solamente por golpes recibidos en la boca. Estos se pueden fracturar o agrietar por diferentes causas como puede ser la excesiva presión de los maxilares, sobre todo en situaciones de estrés excesivo o por motivos de alineación incorrecta, bruxismo, etc.
Aunque el exceso de sensibilidad desaparezca no debe dejarse pasar el tiempo sin una periódica visita al dentista, al menos una vez al año. De este modo él puede detectar cualquier problema por mínimo que sea y tratarlo de inmediato.
Recuerda que tus dientes no son solamente para mostrar tu mejor sonrisa sino que están directamente relacionados con tu bienestar general. Si tienes un seguro de atención dental ¡usalo! Si no lo tienes infórmate sobre las opciones que existen simplemente acude con tu dentista de confianza pero no te olvides de tus dientes.
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