Para los niños perder los dientes de leche es emocionante y aterrador a la vez, la mayoría de ellos están encantados de dar otro paso y convertirse en “niños grandes” pero es normal que estén nerviosos durante el proceso, es posible que pasen las siguientes preguntas por su mente ¿Y si me lo trago mientras como o duermo? O ¿Será doloroso?
Como padres existen diferentes pasos a seguir para aliviar la ansiedad de los pequeños, siendo posible reducir al mínimo su dolor al tirar de un diente que está listo para salir.
La mayoría de los niños empiezan a perder sus dientes de leche alrededor de los seis años, por lo general los dientes en la parte frontal de la boca son los primeros en caerse. Un dato curioso es que las raíces de los dientes primarios se vuelven a absorber a medida que los dientes permanentes comienzan a crecer, lo que deja un poco de tejido conectivo que los sostiene en su lugar.
En consecuencia los dientes de leche comienzan a perder peso, siendo la etapa perfecta para leerles historias del ratoncito Pérez y el hada de los dientes de esta forma podremos liberar su estrés y convertirlo en una experiencia divertida.
Sin embargo cuando llega el momento cada niño se comporta diferente, muchos tienen miedo de tirar sus propios dientes y pocos los sacan sin temor alguno, en última instancia es mejor que lo hagan ellos mismos controlando su nivel de dolor. A continuación encontrarás algunos trucos sencillos y efectivos:
Frotar analgésicos orales en la zona
A veces los niños se vuelven temerosos especialmente si es su primera experiencia. Si tu hijo no quiere tirar su propio diente no tengas miedo de ofrecerle ayuda, comienza por frotar algún analgésicos oral en la región que rodea el diente estos los podrás encontrar en cualquier farmacia y no requieren receta médica, deja que actué por unos minutos para adormecer el área y empieza a movilizar el diente en diferentes direcciones hasta retirarlo.
Mover el diente con la lengua
La mayoría de los niños presionan sus lenguas contra los dientes sueltos balanceándolos hacia adelante y atrás, en muchos casos también utilizan sus dedos dosificando ellos mismos el umbral de dolor, anima a tu pequeño a utilizar estas técnicas que son 100% naturales y auto regulables. En el caso que se niegue a hacerlo no hay problema solo toma una gasa estéril y moviliza el diente hacia adelante y atrás para determinar si está listo para salir, ¿Cómo saberlo? Podrás moverlo libremente, en el caso que ofrezca poca resistencia tira suavemente pero si debes halar con fuerza deja el diente en su sitio y vuelve a intentarlo en unos días.
Ofrece a tu hijo alguna merienda crujiente
Morder alimentos crujientes ayuda a que el diente se afloje mientras que masticar hará que salga naturalmente, sin embargo asegúrate de que la zona no esté herida para evitar molestias las manzanas o peras son una buena opción.
Visita al dentista
En algunos casos los dientes de leche por caerse permanecerán durante unas semanas, lo que es frustrante o incluso molesto para los niños ya que hace difícil actividades básicas como comer o cepillarse los dientes. Si el diente todavía está firme déjalo en su lugar ya que el tirar con fuerza será doloroso y molesto, por otro lado si está colgando de un hilo es hora de ayudar a tu hijo para extraerlo.
Si el pequeño es demasiado temeroso debido al dolor extremo o ansiedad lo mejor es llevarlo al odontopediatra, este es único profesional que tendrá las técnicas y trucos necesarios para atender a esta población en especial, no sólo facilitan el proceso para el niño psicológicamente sino que también utilizan la técnica correcta para sacar el diente suelto que no afectará al infante en lo absoluto.
Tratamiento para dientes extraídos
Una vez que el diente sea extraído no es raro que haya un poco de sangre en el lugar, solo debes aplicar presión en la zona con una gasa limpia para detener el sangrado rápidamente, después revisa las encías con detalle para verificar si quedaron fragmentos de diente a la vista, en la mayoría de los casos las piezas dentales salen completas sin dejar fragmentos pero es necesario revisar ya que podrían lesionar los tejidos orales, incrustarse en las encías y conducir a otros problemas dentales, si quedaron fragmentos no trates de eliminarlos por tu cuenta y programa una cita con el odontólogo de inmediato.
Tirar de un diente por lo general causa un pequeño desgarro en las encías, y recuerda que las aberturas en el cuerpo aumenta el riesgo a padecer infecciones. Aunque las posibilidades son muy bajas vigila a tu hijo durante las siguientes semanas y en el caso que se queja de dolor, exista inflamación y enrojecimiento en la zona no lo pienses dos veces y llévalo con su odontopediatra.
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