A veces puedes creer que tienes un estado de salud general óptimo. Ante esta sensación, es normal evitar acudir al médico para realizar estudios que lo confirmen. Sin embargo, el chequeo anual de tu estado de salud no lo puedes pasarlo por alto. Asimismo, debes tener presente cuál es el estado de higiene de tu boca. Enfermedades como la periodontitis puede estar presente sin que te hayas dado cuenta.
Ante esto, debes acudir a un dentista para que determine cuál es el estado actual de tu boca. Durante la evaluación determinará si padeces de periodontitis y qué tan grave puede ser.
Diagnóstico previo
Tu odontólogo de confianza iniciará la evaluación revisando tu historial médico. Con esto podrá identificar cualquier factor externo que pueda estar contribuyendo negativamente. Como por ejemplo, fumar o tomar ciertos medicamentos que causan sequedad en la boca. También, examinará tu boca para detallar si existe acumulación de placa o sarro y se percatará de que no se evidencie sangrado.
Adicionalmente, el especialista dental medirá la distancia entre las encías y tus dientes colocando una sonda dental. Lo normal es que esta distancia se ubique entre 1 y 3 milímetros. Una distancia de más de 4 mm puede indicar que padeces de periodontitis. De igual forma, tomará radiografías de la dentadura para verificar si hay pérdida de masa ósea.
Tratamiento para la periodontitis
El tratamiento puede ser realizado por un periodoncista, un dentista u odontólogo, todo depende de las facultades del mismo. El objetivo del tratamiento es limpiar a fondo las bolsas que se forman alrededor de los dientes y evitar daños al hueso. Un tratamiento exitoso dependerá de si adoptas una rutina diaria de buena higiene bucal.
Si la periodontitis no está tan avanzada, el tratamiento puede incluir procedimientos no tan complicados.
- La profilaxis. Con esta se elimina el sarro y las bacterias de la superficie de los dientes y las encías. Puede realizarse utilizando instrumentos manuales como el azadón, cincel y curetas, o un dispositivo ultrasónico que reduce las molestias y el tiempo de trabajo.
- Alisado de las raíces. Con este se suaviza las superficies radiculares, lo que permite la eliminación de sarro y bacterias. A la vez que elimina microbios y bacterias que contribuyen a la inflamación y que retrasan la cicatrización o la reabsorción de la encía a las superficies de los dientes.
- Antibióticos. Estos medicamentos tópicos u orales pueden ayudar a controlar la infección bacteriana. Se puede incluir enjuagues bucales con antibióticos o la colocación de geles que contienen antibióticos entre el espacio de los dientes.
Tratamientos quirúrgicos para la periodontitis
- Cirugía de colgajo. Tu especialista realizará pequeñas incisiones en tu encía y levantará su tejido. Esto permitirá exponer las raíces para una eliminación de sarro y raíz más efectiva. Una consecuencia de la periodontitis es la pérdida ósea. Debido a esto, el hueso subyacente puede reconfigurarse antes de suturar el tejido de la encía. Luego de sanar, es más fácil limpiar estas áreas y crear un tejido de encías saludable.
- Injertos de tejidos. Cuando pierdes tejido de tu encía, esta tiende a retroceder. Por lo que es posible que se necesite reforzar algunos de los tejidos blandos dañados. Este proceso generalmente se hace mediante la toma de una pequeña cantidad de tejido del paladar u otra fuente del donante. Este tejido se trasplanta al sitio afectado.
Todo esto que puede ayudar a reducir aún más la recesión de las encías. Además, cubrirá las raíces expuestas y dará a sus dientes una apariencia más agradable.
Otro tratamientos quirúrgicos
- Injerto óseo. Esta técnica se realiza cuando la periodontitis ha destruido el hueso que complementa la raíz de tu diente. Este injerto puede estar compuesto de pequeños fragmentos de tu propio hueso. También se puede usar hueso sintético o donado. El injerto óseo ayuda a prevenir la pérdida de los dientes ya que estos lograr mantenerse en su lugar. También sirve como una base para el crecimiento del hueso natural.
- Regeneración del tejido. Este método permite la renovación del hueso que fue destruido por las presencia de bacterias. En este caso, tu dentista colocará una pieza especial de tela biocompatible entre el hueso existente y el diente. Este material evitará que el tejido no deseado afecte el proceso de curación, lo que permitirá al hueso volver a crecer.
- Proteínas generadoras de tejidos. Esta técnica consiste en aplicar un gel especial a la raíz de tu diente enfermo. Este gel contiene las mismas proteínas que involucran el desarrollo del esmalte dental, lo que estimulará el crecimiento de hueso y tejido sanos.
El cuidado en casa
Debes cepillarte los dientes tres veces al día o después de cada comida o alimento que consumas. Es recomendable que uses un cepillo de dientes mediando y que acostumbres a reemplazarlo al menos cada tres o cuatro meses. También es viable usar un cepillo de dientes eléctrico, ya que logra ser más efectivo para eliminar la placa bacteriana y el sarro.
Acostumbra a usar hilo dental a diario. Además, de acompañar la fase de limpieza dental con un enjuague bucal. Esto también para ayudar a reducir la placa entre tus dientes. Complementa el proceso con limpiezas dentales profesionales con mucha regularidad.
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