Nunca te has preguntado ¿Qué se puede aprender de una sonrisa?
Las investigaciones evolutivas, transculturales y psicológicas han estudiado a fondo este tema llegando a sugerir que existe la “ciencia de la sonrisa”.
Es sorprendente como las sonrisas forman parte de nuestra vida, bien sean falsas, naturales, irónicas, educadas y hasta tristes, pero pocas personas saben que una sonrisa genuina es capaz de aumentar tu respiración mientras disminuye la presión arterial y frecuencia cardiaca.
Ciencia de la sonrisa
Este término inició con Charles Darwin quien se dio cuenta que la causa, consecuencias y manifestaciones de la sonrisa son universales, mientras que otros comportamientos no verbales del lenguaje corporal (como los gestos o el tacto) difieren entre culturas, y por lo tanto probablemente sean aprendidos, pero éste no es el caso de una sonrisa porque los bebés ciegos de igual forma sonríen como lo haría de forma automática un recién nacido sano.
Darwin también observó que sonreír y reír a menudo ocurrían juntos, por lo tanto tenían orígenes similares llegando a pesar que la felicidad era similar a la diversión, además psicológicamente sonreír es una manifestación externa de la felicidad y sirve para comenzar a conectarnos con los demás, incluso se ha demostrado científicamente que las personas que no pueden sonreír debido a una parálisis facial tienen más dificultades en cuanto relaciones sociales se refiere.
Esta teoría respalda la opinión de diferentes dentistas a lo largo de la historia demostrando que los dientes no sólo sirven para masticar, también nos ayudan a pronunciar palabras correctamente y tener una buena base para sonreír conectándonos con otras personas, pero ¿Qué tiene que ver esto con nuestra salud bucal? En pocas palabras si dejas a un lado el cepillo e hilo dental es como decirle adiós a nuestra autoestima.
Diferencias culturales y de género
Sin embargo existen diferencias culturales en las reglas de la sonrisa, como cuando la etiqueta dicta que es apropiado sonreír o no, por ejemplo en algunos países es una ofensa sonreír o hacerlo en determinados momentos. Por otro lado no es un secreto para nadie que las mujeres sonríen más que los hombres y esto se ha demostrado científicamente.
Es sorprendente como los rasgos faciales pueden crear mitos en torno a la sonrisa, muchos dicen que los ingleses sonríen menos; pero esta percepción se debe a que sus labios superiores son finos y rígidos por lo tanto no demuestran tanta emoción como los labios carnosos de los latinos, al mismo tiempo dentro de la cultura inglesa se ha vuelto un patrón mantener los dientes ocultos mientras sonríen tirando la boca hacia los lados en lugar de arriba.
Sonrisas sociales y en los negocios
Existe una gran cantidad de evidencia que relaciona a las sonrisas como un reflejo del lenguaje corporal, es sorprendente como copiamos automáticamente las expresiones faciales de los demás y en grupos sociales suele ser contagioso, instintivamente la gente responde y evalúa a aquellos que sonríen de manera positiva.
El hecho anterior establece ciclos virtuosos en situaciones específicas de ventas, hospitalidad y negociación, al sonreír primero aumentas las posibilidades de que el otro individuo siga el mismo gesto y a su vez generes confianza, cooperación y complicidad de su parte.
Estudios interesantes
También hay pruebas fisiológicas que demuestran como la sonrisa tiene consecuencias biológicas y hormonales que nos hacen sentir mejor y querer sonreír más, además la mayoría de investigadores del lenguaje corporal han intentado llegar a un esquema de categoría completa para las diferentes sonrisas en todo el mundo.
Incluso se han realizado estudios con animales, por ejemplo un grupo de zoólogos en Estados Unidos notaron que los chimpancés tienen dos tipos de sonrisas: una cara de presentación (labios retraídos, dientes expuestos) y una cara de juego (la mandíbula inferior cae y las esquinas de la boca se alejan), en su caso la cara de presentación está diseñada para apaciguar mientras la otra tiene la finalidad de socializar.
Pero en el caso de los humanos las sonrisas tienen más implicaciones de fondo integrando hostilidad, empatía, dominancia, picardía e infinidad de intenciones que muchas veces no decimos con palabras; los psicólogos han hecho muchas distinciones en cuanto a las sonrisas humanas pero fundamentalmente se han enfocado en las sonrisas genuinas y falsas.
Por un lado las sonrisas falsas se usan para pretender mostrar disfrute, acuerdos o sociabilidad y se pueden percibir facialmente porque involucran solo la boca pero no los ojos, técnicamente es posible diferenciar fisiológicamente entre una sonrisa genuina de una falsa por dos músculos el cigomático mayor y orbicular de los ojos, las sonrisas reales implican ambos músculos mientras que las falsas integran nada más la boca porque son inducidas.
Al conocer mejor este tema las personas de negocios o en servicios de entretención pueden empatizar mejor con las demás, hacer que otros se sientan bien, inducir respuestas positivas y lograr sus objetivos usando su lenguaje corporal de forma consciente.
Ahora que sabes más sobre el ¿Por qué?, ¿Cómo? y ¿Cuándo? sonríe la gente tendrás más herramientas para tus relaciones interpersonales, además podrás relacionar tus piezas dentales con algo más que salud oral, caries dentales o mal aliento.
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