La córnea es una parte integral del ojo, ayuda a que el ojo se enfoque correctamente y hace que el reflejo involuntario de los párpados se cierre, por eso, se necesita tener una córnea saludable para lograr una visión adecuada.
La córnea está formada por un grupo altamente ordenado de células y proteínas con terminaciones nerviosas esenciales, es la parte frontal transparente del ojo, que cubre la pupila, el iris y la cámara anterior del ojo; su transparencia le permite refractar la cantidad correcta de luz en la dirección correcta, incluso un ligero cambio en esta consistencia resultaría en una visión alterada. Si dicha transparencia disminuye, el afectado suele experimentar una visión borrosa.
La córnea humana tiene cinco capas, que se enumeran de la más externa a la más interna:
Epitelio corneal: la región ultra-periférica de la córnea constituye aproximadamente el 10 por ciento del grosor del tejido.
Capa de Bowman: esta capa resistente de fibras de proteína de colágeno está debajo de la membrana del epitelio, si la misma sufre algún daño, puede desarrollar una cicatriz al sanar. Si la cicatriz se desarrolla en el medio del ojo, esto causaría a menudo pérdida de visión.
Estroma corneal: la capa del estroma comprende el 90 por ciento del tejido de la córnea, la forma única de esta capa y la falta de vasos sanguíneos producen la transparencia de la córnea.
Membrana de Descemet: esta capa es una fina pieza de tejido, su principal función es proteger contra lesiones e infecciones, la membrana de Descemet consiste en fibras de colágeno.
Endotelio corneal: esta es una capa extremadamente delgada, la más interna de la córnea, estas células son necesarias para mantener la córnea transparente.
Si alguna lesión afecta la capa más profunda de la córnea, el proceso de cicatrización toma más tiempo y puede dar lugar a los siguientes síntomas: visión borrosa, dolor, enrojecimiento, sensibilidad a la luz y lagrimeo. Cabe destacar que las lesiones más graves producen cicatrices en la córnea, lo que normalmente causa visión distorsionada o incluso dañada; si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a un profesional de la salud ocular enseguida.
En este artículo te explicaremos dos de las cinco condiciones más comunes que afectan la córnea y cómo puedes identificar cada una, para saber sobre las otras, por favor visita este link (Acá iría un hipervínculo hacia el segundo post).
1.- Alergias
Las alergias afectan a casi todo el mundo en algún momento de su vida. Por lo general, las alergias oculares ocurren debido a uno de los siguientes elementos:
- Alérgenos en interiores, como el polvo, moho o caspa.
- Alérgenos al aire libre, como el polen.
- Irritantes como el humo y el perfume.
Síntomas: Picazón, enrojecimiento, ardor, secreción clara o acuosa, secreción de mucosidad, sensibilidad a la luz, hinchazón, visión borrosa y sensación de cuerpo extraño; esto último es cuando una persona siente que hay algo en su ojo, incluso cuando no es el caso.
Tratamiento: Los síntomas de alergia son en su mayoría temporales, pero pueden ocasionar molestia, eliminar el elemento causante hará que los síntomas de la alergia se detengan, pero si lo que buscas es un alivio temporal, la prescripción de gotas para los ojos te será de utilidad; a su vez, aplicar una compresa fría al ojo aliviará la picazón y la hinchazón.
Prevención: evitar el alérgeno, si se conoce.
2.- Síndrome del ojo seco
Una de las condiciones oculares más comunes que la gente experimenta es el ojo seco, para algunos, esta condición es persistente y extremadamente dolorosa.
Las lágrimas proporcionan un papel crucial en la salud ocular, eliminan la suciedad y los irritantes mientras mantienen la superficie del ojo húmeda y limpia. Esto previene posibles irritaciones, daños o incluso infecciones causadas por lesiones o bacterias.
La composición de las lágrimas se basa en tres elementos para proteger la salud general del ojo:
- Una capa oleosa – lípido.
- Una capa ácuea – acuosa.
- Una capa de revestimiento – mucina.
Cuando el ojo ya no produce suficientes lágrimas o la calidad de las lágrimas necesarias para mantener la salud ocular, las actividades cotidianas pueden resultar difíciles y/o dolorosas.
Las causas comunes del síndrome de ojo seco incluyen: alergias, uso de lentes de contacto, alguna enfermedad de la piel alrededor de los párpados, exposición a productos químicos o humo de tabaco, y algunos medicamentos. La edad es también un factor, ya que la mayoría de las personas mayores de 65 años han experimentado esta condición.
Síntomas: Ojos rojos, enrojecimiento de los párpados, sensación de cuerpo extraño, picazón, malestar ocular, visión borrosa y ardor o escozor en el ojo.
Tratamiento: Dependiendo de la causa, estos pueden ser variados. Los tratamientos incluyen compresas calientes, gotas oftálmicas sin receta, gotas para los ojos recetadas, medicamentos orales, tapones puntales (pequeños bio-dispositivos insertados en los conductos lagrimales) o cirugía de párpados. La terapia de luz intensa pulsada también ayuda a reducir los síntomas de los ojos secos al disminuir la inflamación y aumentar la salud de la película lagrimal. El tratamiento se centra en los párpados, los cuales juegan un papel crucial en el mantenimiento de la salud de la superficie ocular. Esta terapia mejora la capa lipídica de la película lagrimal, disminuyendo así la evaporación y mejorando la comodidad.
Ana dice
Es alguna enfermedad o es la edad
Ana dice
Se me están poniendo los ojos azules
Roberto Gómez G. dice
Estimada Ana:
Agradezco tu confianza y te sugiero que te revise un Oftalmólogo para que valore tu caso específico, con los datos que ns das no tenemos elementos para darte una opinión fundamentada.
Saludos