Dentadura postiza es el término más común con el que se denomina a las prótesis dentales, sobre todo cuando se trata de sustituir varios dientes a la vez. En algunos lugares también se le conoce como placa.
El dentista, después de evaluar las condiciones bucales del paciente, generalmente le presenta varias opciones de prótesis para que decida de acuerdo a diferentes factores como puede ser la funcionalidad, la calidad de los materiales, su duración y por supuesto el precio.
En cuanto a los materiales de uso común para la elaboración de las prótesis o dentaduras postizas destacan los acrílicos ya que son fácilmente manejables, no resultan costosos y permiten imitar perfectamente la apariencia de dientes y encías naturales.
Cuando en los maxilares inferior o superior, o en ambos ya no quedan dientes, estos son sustituidos por una dentadura postiza. En el caso de la parte superior, la pieza cubre el paladar y se sujeta mediante la succión que se ejerce por la saliva y las mucosas de encías y paladar. Cuando el trabajo está realizado adecuadamente y se adapta a la medida y forma de la boca del paciente, es muy difícil que se presenten problemas de sujeción.
En el caso del maxilar inferior puede resultar un poco más difícil retener la dentadura en su lugar debido a los movimientos que se realizan y sobre todo a que la llamada cresta, que es la parte donde los dientes naturales deberían estar, se va reduciendo con la edad. Aunque en teoría una buena dentadura no debe dar problemas de fijación aún sin la utilización de adhesivos o pegamentos, es muy frecuente que con el tiempo estos lleguen a ser necesarios.
En cuanto a la apariencia de las dentaduras postizas, es muy difícil llegar a identificar si una persona la lleva o si son sus dientes naturales, sobre todo cuando son piezas de buena hechura y materiales de calidad. Pero es necesario aclarar que la sensación, sobre todo al comenzar a utilizarla puede llegar a ser muy diferente a que ofrecen los dientes naturales.
Seguramente el dentista, junto con las recomendaciones de cuidado y aseo de la nueva dentadura, advertirá al paciente sobre la mejor forma de adaptarse paulatinamente a ella.
Ciertamente al inicio serán normales algunas dificultades al hablar o al comer, pero la nueva dentadura no debe llegar a causar dolor o a lesionar la cavidad bucal. Regularmente se hace una cita para revisión a la semana o a los 15 días, pero si surgen molestias hay que comentarlo con el dentista para que efectúe una revisión y/o ajuste para evitar así algún tipo de complicación.
Es muy recomendable retirar la prótesis dental durante la noche para mejorar la circulación y favorecer la oxigenación de la piel que ha estado todo el día cubierta por el material de la dentadura. Durante ese tiempo lo mejor es dejarla dentro de un vaso con agua a la que se puede añadir una tableta limpiadora y/o desinfectante.
Al comer las primeras veces con la dentadura es recomendable que sean alimentos blandos para habituarse a usarla.
En cuanto al aseo se recomienda realizarlo siempre después de cada comida, al igual que los dientes naturales. Los cepillos y limpiadores pueden ser sugeridos por el especialista dependiendo del tipo y materiales de la prótesis.
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