La saliva es una secreción líquida alcalina natural que se encuentra en la boca. Se crea a través de las glándulas salivales que se extienden por la cavidad bucal, a excepción de algunas zonas como las encías y la zona posterior del paladar.
Es un mecanismo natural del cuerpo humano para lubricar y humedecer la membrana mucosa, y los tejidos suaves de la boca. Por ejemplo, las mejillas, lengua y encías.
Este líquido facilita la trituración y disolución de ciertos alimentos, ayudando a prepararlos para el proceso digestivo. Su función es extensa y necesaria para el funcionamiento y mantenimiento del organismo.
Funciones de la saliva
- Ayuda a mantener el pH neutro, es decir, contribuye a mantener al margen los ácidos producidos por ciertos alimentos. Esto reduce la desmineralización del esmalte dental y evita la producción de sarro.
- Favorece la cicatrización. No solo es beneficiosa para la salud de nuestros dientes, lengua, mejilla y encías, sino que también contribuye al crecimiento epidérmico de la zona gracias a su composición. Así que facilita y acelera el proceso de cicatrización.
- Estimula las funciones digestivas. Las enzimas contenidas en la saliva son ideales para los procesos de la digestión. Cuando se mezcla con los alimentos masticados forma el bolo alimenticio y ayuda en la deglución de los alimentos.
- Promueve el sentido del gusto. Esta secreción hace que las partículas responsables del sabor de los alimentos (sápidas) estimulen a los corpúsculos gustativos de la lengua.
Al envejecer, la sensación gustativa disminuye por una baja en la producción de saliva. Sin embargo, su escasez también se atribuye a trastornos patológicos y a algunos medicamentos.
- Lubrica la cavidad bucal. Su viscosidad no solo facilita la degustación, digestión y cicatrización, también es un complemento necesario en la fluidez de las palabras. Pues, la saliva ayuda a la articulación maxilar.
- Funciona como indicador del nivel hídrico. Cuando la saliva disminuye, se envía una señal al cerebro que estimula la sensación de sed. Esto señala deshidratación.
- Tiene una acción protectora. Su composición enzimática cuida la cavidad bucal contra infecciones bacterianas. Previene la formación de caries y protege la integridad de los tejidos blandos.
Conoce más sobre la saliva
A pesar de ser una sustancia beneficiosa para el organismo, la saliva forma parte de los fluidos corporales más contagiosos que existen.
Su nivel de propagación de enfermedades es elevado debido a que no hace falta contacto directo con la boca para contraer una infección.
Las formas de contagio más comunes son mediante estornudos, conversaciones y al compartir un mismo vaso. A continuación, te explicaremos algunas de las enfermedades más usuales que se transmiten mediante la saliva:
Resfriado común
Complicaciones del tracto respiratorio, también conocido como resfriado común. Se adquiere por contacto directo con la saliva o por algunas de las secreciones producidas por la boca o nariz de la persona contagiada.
Enfermedad del beso
También llamada fiebre glandular o mononucleosis infecciosa. Este padecimiento es originado por el virus Epstein-Barr.
Se transmite por el contacto directo e indirecto con la saliva. Posee síntomas variados que tienden a confundirse con otras patologías. Sin embargo, los más destacados son los siguientes:
- Fiebre media o alta
- Dolores de cabeza intensos.
- Dolor en las articulaciones o musculares.
- Cansancio o fatiga extrema.
- Comezón.
- Erupciones cutáneas.
Ya que la saliva es una secreción de alto contagio, también propaga la fiebre glandular o enfermedad del beso a través del contacto indirecto. Es decir, la afección puede contagiarse por estornudos e incluso tos.
Una vez expendida del cuerpo, la saliva tiene un nivel de alcance de varios metros cuadrados. Así que el virus consigue quedarse inerte en el aire por unos minutos hasta ser adsorbido por otra persona.
Hepatitis B
A pesar de que es en la sangre donde se encuentra la mayor concentración virológica de esta enfermedad, el virus también consigue propagarse a través de la saliva.
Esta afección se reproduce en otra persona cuando existe contacto con la saliva, sangre u otro fluido del paciente infectado. Es decir, podrías infectarte mediante un beso si la otra persona posee heridas abiertas o lesiones en la boca.
Herpes
Se contrae al tener relación directa con el virus. Esta formación infecciosa es de rápido y alto contagio cuando logra formar ampollas que deterioran tu salud bucal.
Esta enfermedad es difícil de curar. Su tratamiento se basa en pomadas y antibióticos. Sin embargo, podría reaparecer en el cuerpo por diferentes causas. Las más comunes son:
- Estrés emocional.
- Ansiedad
- Defensas bajas.
Verrugas orales
Se caracterizan por ser altamente contagiosas, especialmente mediante la saliva. El medio común para contraerlas es a través de los besos. Sobre todo, si al momento, existen lesiones abiertas en encías o tejidos blandos de la boca.
Varicela
Forma parte de las afecciones contagiadas por la saliva. Deriva del virus varicela- zoster. Se evidencia por erupciones que contienen un líquido de coloración amarilla.
Su contagio se produce por el tacto. Sin embargo, a través del contacto salival también puede adquirirse.
Por último, en la lista tenemos a la parotiditis. Es una enfermedad viral que genera dolor e inflamación en áreas del cuello.
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