Seguramente ya has escuchado la expresión “Los ojos son la ventana del alma”, pero los dentistas y ortodoncistas que son expertos en la salud oral piensan en la boca como una ventana que da paso a todo el cuerpo humano, además se ha demostrado científicamente que la salud bucal se relaciona en gran medida con el bienestar en general de grandes y pequeños, por otro lado cuando no cepillamos nuestros dientes, dejamos a un lado el hilo dental y las visitas al dentista le abrimos la puerta a un sinfín de enfermedades en las encías, alteraciones bucodentales y sistémicas.
Un dato curioso es que un artículo publicado recientemente en los Estados Unidos enfocado en la diabetología encontró fuertes vínculos entre nuestra salud oral y la diabetes, reafirmando lo importante de mantener una buena higiene bucal sin importar el día, hora o lugar.
¿Por qué la boca está vinculada con enfermedades tan graves?
Para entenderlo mejor primero debemos considerar el concepto de “microbioma” o “microbiota”, que se refiere a una comunidad de bacterias y diferentes microorganismos que coexisten en un entorno dado, como por ejemplo: tu boca, la piel, estomago, el tracto digestivo, gastrointestinal y muchas otras regiones del cuerpo humano.
Al escuchar microbios en la boca cualquier persona pensaría que son pocos, pero un estudio de periodontología realizado en Canadá durante el año 2000 encontró que la cavidad oral contiene alrededor de 700 especies bacterianas, el detalle es que muchos de estos microorganismos tienes funciones desconocidas para nosotros, aunque algunas han sido implicadas en la aparición de caries dentales y enfermedades en las encías otras son sumamente beneficiosas para controlar el pH dentro de la cavidad oral.
Incluso algunas bacterias evitan enfermedades al combatir cepas malignas que dan paso a infecciones y alteraciones en el pH de la saliva, en pocas palabras muchas especies de bacterias trabajan juntas para sobrevivir en la cavidad oral y al mismo tiempo nos protegen de patógenos específicos.
Por otro lado existe una conexión indiscutible entre la salud oral y sistémica relacionada con la inflamación crónica, la misma que genera daño excesivo en los tejidos sanos y promueve la actividad inmune no regulada, lo peor del caso es que la inflamación no regulada podría conducir a un mayor riesgo de enfermedad inmune convirtiéndose en un ciclo de nunca acabar.
El proceso anterior comienza cuando las bacterias orales entran al torrente sanguíneo después de una lesión o cirugía en la cavidad oral y se asientan induciendo respuestas inmunes en la zona, al mismo tiempo el cuerpo produce factores inflamatorios buscando proteger la herida reclutando células especiales al sitio de entrada bacteriana que destruyen el tejido infectado, la mala noticia es que este proceso no es para nada especifico ya que el tejido sano se sacrifica junto con el tejido infectado.
Las respuestas inflamatorias son beneficiosas a corto plazo pero al pasar a un estado crónico las células inmunes destruyen cantidades considerables del tejido oral, siendo una parte crítica en la progresión de enfermedades en las encías relacionadas con diabetes como por ejemplo la gingivitis o periodontitis severa.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sólo en los Estados Unidos se estima que 30 millones de americanos tienen diabetes, mientras que 65 millones sufren de periodontitis en diferentes estadios, esto quiere decir que ambas enfermedades son las condiciones crónicas más prominentes en el país según los registros y la realidad de otros países no se escapa mucho de esta.
Lamentablemente existe una relación muy estrecha entre la severidad de la periodontitis y algunas complicaciones diabéticas, el mecanismo que está detrás de todo esto es el papel que cumple la inflamación en la creación de productos finales de glicación avanzada (AGE), según diferentes estudios los AGEs son el resultado del exceso de azúcar en la sangre reaccionando químicamente junto a otras proteínas y moléculas, por esto se cree que están relacionados con la insuficiencia renal, enfermedades del corazón y daño a los nervios asociados con la diabetes no tratada.
Las enfermedades inflamatorias promueven la resistencia a la insulina, mejoran los efectos de los AGE y conducen a la progresión de la diabetes, en este orden de ideas los diabéticos con periodontitis severa tienen tres veces más probabilidades de morir de enfermedad renal o cardiaca. Afortunadamente, el tratamiento de la gingivitis disminuye el azúcar en la sangre y ayuda a mantener la diabetes bajo control, por esa razón mantener tu salud bucal en óptimas condiciones es importante si quieres controlar la diabetes y reducir algunas de sus complicaciones asociadas.
Hasta la fecha se han realizado diferentes estudios que afirman la relación entre nuestra boca y el resto del cuerpo, incluso las mismas han revelado que nuestra higiene bucal y visitas regulares al dentista tienen implicaciones directas en enfermedades sistémicas como la diabetes, pero desafortunadamente no se ha determinado un elemento causal en específico. La buena noticia es que al comprender mejor el impacto que tienen las enfermedades bucodentales a nivel sistémico es posible detectar problemas a tiempo y más importante aún tratarlos de forma eficaz.
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