¿Eres un atleta? ¿Participas en club o incluso en equipos deportivos casuales, u otras actividades de alto impacto como el CrossFit? De ser así, ¿usas un protector bucal regularmente? De no ser el caso, ve un momento hacia el espejo, o usa la cámara frontal de tu Smartphone, y piensa: ¿Cómo me vería con un diente delantero faltante? Podría pasar alguna vez, por lo que esperamos que este artículo te pueda ser de utilidad.
¿Cómo funcionan los protectores bucales?
Los protectores bucales son como bolsas de aire – sirven para absorber el golpe de impacto, y para difundir la presión alrededor del material del protector bucal, en lugar de los dientes y mandíbulas. Al absorber y disipar, los protectores bucales reducen drásticamente las posibilidades de incurrir en una lesión, como un diente frontal golpeado o una conmoción cerebral.
Tipos de protectores bucales, pros y contras de cada uno:
Protectores bucales listos para usar
PROS: Los protectores bucales listos para su uso son típicamente muy baratos, por lo general cuestan $200 (pesos mexicanos) o menos y se compran en cualquier tienda de artículos deportivos. Eso significa que son relativamente baratos de reemplazar si se pierden. Ten en cuenta que aunque no es un protector bucal hecho a tu medida, es mucho mejor que ninguno.
CONTRAS: Las posibilidades también son muy altas de que pierdas o te coloques incorrectamente este tipo de protector bucal, porque, al igual que con cualquier artículo de talla única, «encajar» es un término relativo. Estos protectores bucales espumosos y voluminosos funcionan esparciendo la fuerza del golpe recibido de la forma que hemos explicado anteriormente, pero sólo si lo usas. Tomando en cuenta que los protectores de este tipo no se adaptan a tu boca, es probable que se te caiga o se suelte cuando corras o durante el tiempo que practicas algún deporte.
Es complicado respirar por la boca mientras los tengas, y si intentas hablar con ellos lo más probable es que la otra persona no pueda comprender lo que dices. A la vez, también son menos duraderos y necesitan ser reemplazados con más frecuencia. Además, si estos protectores bucales se parecen, existe la posibilidad de que te termines poniendo el de algún compañero por error y… Bueno, no es lo óptimo.
Protectores bucales de forma variable (hervir y morder)
PROS: Estos son, por mucho, los protectores bucales más comunes que existen. El precio sigue siendo accesible, costarían alrededor de $400 (pesos mexicanos). Estos se ajustan a los dientes colocando el protector bucal en agua muy caliente y luego mordiéndolos firmemente. Las probabilidades de que este tipo de protector bucal se caiga cuando estés corriendo o realizando cualquier deporte es mucho menor que con el tipo anterior mencionado, lo que aumenta las probabilidades de que quieras usarlo, y por tanto las probabilidades de que estés protegido ante un trauma dental o incluso peor.
CONTRAS: Este tipo de protectores bucales son todavía voluminosos y es probable que te cueste respirar por la boca mientras lo tengas puesto. Lo que significa que si constantemente lo estás sacando de tu boca, es más probable que lo pierdas. Asimismo, deberán ser reemplazados con más frecuencia que si tuvieras protectores bucales hechos a la medida. Por último, aunque encajan mejor debido a la forma que dejan tus dientes en él, todavía hay posibilidad de que se suelten, reduciendo su efectividad, lo que significa que podrías terminar con $400 menos y a la vez perder tus dientes frontales.
Protectores bucales hechos a medida
PROS: Los protectores bucales de esta clase son la mejor opción cuando se trata de protección contra daños dentales y conmoción cerebral. De hecho, un estudio confirmó que los protectores bucales hechos a medida llegan a reducir tus posibilidades de sufrir una conmoción cerebral en más de un 50%. Ya que estos no sólo son hechos para encajar en tus dientes, sino también en toda tu boca. Muchos atletas que usan este tipo de protector bucal notan que tiene un perfil muy bajo, lo que significa que es mucho más fácil respirar y hablar al tenerlo puesto debido a su forma especial. El hecho que encajen perfectamente hace mucho menos probable que te lo saques constantemente, y por tanto de perderlo. Este tipo de protectores son también muy duraderos, se desinfectan fácilmente, incluso personalizarlo en distintos colores, e incluso logos.
CONTRAS: Es por mucho el costo de adquirir uno lo que hace que la mayoría desista de hacerlo. Al tener un costo por encima de $5000 (pesos mexicanos), la mayoría de la gente no ve el valor que puede tener, a menos que hayan pasado por alguna experiencia odontológica financieramente traumática. Sin embargo, una que vez utilizan un protector bucal hecho a medida, la mayoría duda mucho antes de volver a usar uno de cualquier otro tipo, al ver el tipo de protección que se obtiene y de forma que no afecta en nada su rendimiento deportivo. Por último, suele tomar algo de tiempo para que estén terminados, aproximadamente dos semanas, ya que las impresiones dentales son hechas en la oficina de tu dentista y el producto final en otro lugar.
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