Con el envejecimiento, el cuerpo comienza a “desgastarse” y ya no se ve ni funciona de la misma manera. Aunque algunas personas se conservan mejores que otras, en definitiva los cambios son visibles, sobre todo los que se generan en la boca y los dientes.
Se dice que la sonrisa es nuestra carta de presentación, pero eso va cambiando con los años. Normalmente se asocia a la vejez con la pérdida dental, implantes, prótesis, entre otros. Es por eso que cuidarlos constantemente otorga más vida a las piezas dentro de la boca.
Para la Asociación Americana de Odontólogos es sumamente importante que desde la juventud se tome conciencia de los cuidados que requieren los dientes, y que cuando te acerques la vejez se preste aún más atención a los cambios en la boca y así evitar consecuencias graves que conllevan, incluso, a la muerte.
Cuáles son las consecuencias del envejecimiento de los dientes
El esmalte dental es lo primero que comienza a desgastarse con el envejecimiento, haciendo que los dientes sean más vulnerables al daño y la descomposición. De hecho, la pérdida de dientes es la principal razón por la que las personas mayores tampoco pueden alimentarse de manera correcta ya que no pueden masticar y, por lo tanto, no pueden consumir los nutrientes necesarios.
Cuando las personas mayores pierden sus dientes, la porción del hueso de la mandíbula que mantiene esas piezas en su lugar no mantiene su altura. Por eso, parece que se está consumiendo.
Otra de las consecuencias del envejecimiento en boca y dientes es la disminución de la saliva, lo cual puede causar una condición llamada xerostomía (sensación subjetiva de sequedad de la boca por mal funcionamiento de las glándulas salivales). En estos casos las encías adelgazan y retroceden. En ese sentido, la xerostomía y las encías retraídas aumentan la probabilidad de caries.
También se cree que la xerostomía puede hacer que el revestimiento del esófago sea más susceptible a las lesiones y que se produzcan otras patologías en el tracto digestivo.
Constantemente los adultos mayores presentan dientes flojos en sus consultas. En algunos casos lo más recomendable es extraerlos. Sin embargo, los odontólogos extraen las piezas cuando ya no hay forma de mantenerlos.
El sangrado frecuente en las encías también es una de las consecuencias más comunes, pues los adultos mayores tienen más dificultades para lavarse los dientes. Aunado a esto, la mala alimentación desgasta las encías y las hace débiles.
El proceso de envejecimiento no se puede detener y menos los cambios que surgen dentro de la boca. Una consecuencia es el mal aliento. Sin duda de las peores. Cuando los dientes están desgastados, se pueden astillar y causar molestias en las encías, las cuales pueden derivar en llagas y hasta abscesos.
Asimismo, estas dolencias generan inapetencia en el paciente, y si deja de consumir alimentos los jugos gástricos hacen de las suyas y producen gases que también influyen en la halitosis.
Cómo cuidar los dientes
El objetivo siempre será mantener nuestros dientes hasta el día de la muerte. Y aunque el envejecimiento puede tener algunos efectos negativos en la dentadura, basta con mantener una higiene bucal adecuada desde la juventud para evitar daños.
Es importante que la población que envejece preste atención a ciertos escenarios que pueden presentarse si no se cuida adecuadamente todo el tracto bucal.
Por eso, te mencionamos algunas medidas preventivas que debes tomar para evitar las consecuencias del envejecimiento dental:
- Mantén una higiene bucal adecuada y constante.
- Realiza chequeos habituales en tu clínica dental o dentista de confianza.
- Reduce la exposición a elementos que causen daños a las encías, como los cigarros, esteroides, prótesis dentales mal ajustadas, etc.
- Cepíllate adecuadamente.
- Usa un cepillo dental que esté avalado por expertos en el área bucal.
- Emplea hilo dental en cada cepillado.
- Evita tratamientos caseros que puedan debilitar las piezas dentales.
- Cumple los tratamientos recetados por los especialistas.
- No te automediques, ya que algunos medicamentos generan resequedad en la boca y, por lo tanto, daños dentales.
- Consulta con el especialista si debes cambiar el medicamento o la dosis.
- Consume una mayor cantidad de agua.
- Usa chicles o pastillas sin azúcar para estimular la producción de saliva.
- Evita los alimentos y bebidas que irritan la boca seca, como el café, el alcohol, los refrescos y jugos de frutas cítricas.
- Adopta una dieta alta en frutas, verduras, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa y proteínas magras como pavo, pollo y pescado.
- Limita el consumo de alimentos procesados y las bebidas con alto contenido de azúcar.
Según la Asociación Americana de Odontología, las personas mayores de 60 años deben mantener la boca limpia, cepillarse al menos tres veces al día y usar hilo dental todos los días. También recomiendan que los adultos mayores asistan al menos dos o tres veces al año al dentista.
Cumpliendo estos pasos puedes evitarte muchos problemas, pues las tareas que antes parecían simples pueden convertirse en un gran desafío.
Si tienes alguna dificultad para cuidar tus dientes, te recomendamos asistir al odontólogo para que pueda brindarte los consejos necesarios y que no llegues a padecer alguna enfermedad o patología asociada al envejecimiento.
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