¿Alguna vez has sentido que las piernas te tiemblan al oír la palabra “dentista”? Dime algo, ¿negarías que experimentaste sudoraciones en las palmas de tus manos en sus consultas? Apostaría a que sabes de qué te hablo, sino, no estuvieses aquí.
Tranquilo, no sientas pena ni vergüenza, te diré algo, tú también perteneces a nosotros, a este grupo selecto de individuos rudos y valientes que le temen al odontológico. Y hoy estamos aquí para ayudarnos y evitar ser el hazme reír una vez más.
Actualmente, los profesionales de la salud bucal han ingeniado maneras bastante atractivas de calmar nuestros niveles de estrés. Incluso, han evolucionado su capacidad de entendimiento e interacción con el paciente, aunque lo más común es que los nervios no nos dejen notar eso.
Por eso hoy traemos para ti las seis maneras más efectivas que los dentistas usan para apaciguar nuestros miedos y calmar dudas en esas eternas consultas odontológicas.
Lentes reflectores
Nos acercamos y nos sentamos, ha comenzado nuestra película de terror, y en ella, somos los únicos protagonistas. Así es, se trata de la silla del dentista y su radiante luz, esa que usan para sesgarnos, ¡disculpa!, para iluminar nuestra boca.
Esas lámparas de alta potencia aunque nos incomoden es una de las herramientas más utilizadas por los dentistas. Con ella, observarán a plenitud y sin sombra cada rincón de nuestra boca.
Aunque para los desinteresados esta luz no significa nada; valientes ellos. Para nosotros es totalmente distinto, ese resplandor aumenta nuestros niveles de estrés, el miedo y la desesperación. Sin embargo, su función no solo es reducir el brillo de la lámpara.
Esas gafas de colores que usualmente se nos asignan están diseñadas para evitar que las herramientas de trabajo, líquidos y demás caigan en nuestros ojos. Reduciendo significativamente cualquier daño o molestia durante el proceso odontológico
Televisores en cada rincón
Alguna vez te has preguntado ¿por qué los bares, locales de comida entre otros usan tantos televisores? Bueno, la razón está enfocada en tus gustos y necesidades. Este innovador aparato es una fuente de entretenimiento inminente, capaz de distraernos y relajarnos al menos por un momento, entonces, ¿ya sabes para que se usa?
Sí, para reducir nuestros niveles y estados de alerta, responsables del nervio y el miedo al odontólogo. Curiosamente, los dentistas, así como nuestro bar favorito, descubrieron que una pantalla tiene la capacidad de relajarnos y reducir la tensión en nuestro cuerpo.
La televisión también calmará los niveles de ansiedad haciendo que la espera sea más corta y agradable. ¿Sabías que mientras más esperas más nervioso te pones? Por ello muchos dentistas programan tu cita para evitar una espera más prolongada.
Música suave
Durante generaciones la música ha sido el principal instrumento para calmar a las personas, especialmente, a los pacientes. También es de los más beneficiosos. Los profesionales de la salud se inclinan por las bondades de la musicoterapia para relajar psicológicamente a las personas. Los niveles de estrés son reducidos. Está demostrado que la música es capaz de reducir la presión arterial y las pulsaciones. Para los odontólogos, este descubrimiento mágico es sin duda uno de los más efectivos, debido al incremento en la presión arterial, que a su vez, magnifica la frecuencia cardíaca por el estrés generado en el consultorio dental.
Agua relajante
Como la música, el sonido del agua tiende a calmar a las personas, reduciendo los niveles de estrés con beneficios físicos inesperados. El agua auditiva también minimiza la frecuencia cardíaca de los pacientes.
Esta técnica no es tan conocida como la anterior pero sus resultados son tan buenos como prácticos, o, ¿creíste que el acuario a escala en el consultorio dental era coincidencia? Quizás, una pequeña fuente, corriente o caída de agua en algunas de estas instalaciones cumplen más que un fin estético.
Son muchas las estrategias utilizadas por los profesionales de la salud, para brindarnos los ambientes más agradables, reduciendo la tensión y aumentando nuestra aceptación por estos lugares.
Charlas frecuentes
¿Has notado que al parecer los dentistas hablan mucho? Bueno, esta es una buena estrategia para reconocer los niveles de incomodidad y tensión en tu consulta odontológica. Muchos de estos profesionales te harán saber que todos en la clínica dental buscan hacer tu experiencia más agradable.
Si has llegado a notar su capacidad de hablar, también te percataste del volumen utilizado. Sí, el volumen.
Generalmente estos consultorios odontológicos suelen ser cerrados y con una capacidad acústica increíble, tan buena que escuchas un alfiler cayendo, entonces, ¿por qué hablan tan fuerte? La respuesta, a continuación:
Usar un tono de voz más alto de lo normal a menudo es suficiente para tranquilizarnos y generar la confianza y calidez que nuestra mente pide a gritos.
Una charla agradable no solo crea un ambiente de confianza, sino un feedback entre el paciente y el dentista que, en algunos casos, esto generará un sentido de parentesco entre ambos. Esto hará que la consulta sea más llevadera.
Aunque bueno, en casos muy aislados, tienen una respuesta por parte nuestra, ¿ya sabes por qué? Bueno, no olvidemos que nuestra boca está llena de herramientas e instrumentos odontológicos lo que obviamente dificulta e imposibilita hablar. Quizás debamos dedicar un artículo respecto a ese tema, ¿no lo crees?
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