Todas las madres y los padres del mundo saben que llevar a nuestros hijos al dentista puede llegar a ser una tarea titánica. El simple hecho de decirles a los pequeños de la casa, que ya la cita está agendada con un doctor que les va a revisar los dientes, es algo que les pone los pelos de punta.
Esto puede complicar la labor de un padre, cuyo objetivo de vida es que su hijo tenga la salud al día. Ahora bien, existen varios métodos que se pueden emplear para evitar que los pequeños de la casa se atemoricen y acepten la idea de visitar al doctor de los dientes.
Son varios consejos los que se pueden conseguir en ese tema y a continuación te presentamos algunos de los mejores.
Cero amenazas
Este quizás sea el más importante de todos a la hora de motivar a los pequeños para ir al dentista. Si los obligamos a ir con temor a un castigo, esto generará una imagen negativa sobre la odontología infantil, haciendo que cada visita sea más complicada con el paso del tiempo.
Lo mejor que se puede hacer es ser directos y sinceros sobre el tema del dentista. Emplear la capacidad al máximo nivel: se busca es que siempre tengan una boquita limpia, sana y con los dientes completos para que cuando sonrían se vean hermosos.
Maneja las cosas con simpleza
De acuerdo con el doctor Joel H. Berg, Director del Departamento de Odontología del Hospital de Seattle, lo mejor es evitar los detalles complicados y mantener las cosas simples para los pequeños de la casa.
“Evita decir que todo va a estar bien, porque si el niño necesita un tratamiento más especializado el pequeño podría perder la confianza en ti y en el dentista”.
Motívalos desde pequeños
Esta es una parte fundamental a la hora de generar confianza en el pequeño de la casa y el dentista. Mientras más temprano inicien la odontología infantil, será más fácil para el pequeño adaptarse a las visitas al consultorio del dentista.
“Esto hará que tu hijo vea el consultorio del doctor como un lugar en el que se atienden sus necesidades ya sea con visitas preventivas, periódicas o una emergencia”, expresó Rea Haugseth, presidenta de la Academia de Odontología Americana.
Llévalos a su propia cita
En muchos casos, algunos padres llevan a sus hijos a sus propias citas odontológicas, lo cual puede resultar en un error que complique las cosas. A veces, algunos padres se sienten algo nerviosos por su visita al dentista y este temor lo pueden percibir los pequeños, quienes perderán la confianza si ven que su padre no se siente cómo en esa situación.
Lo mejor que pueden hacer es conseguir una cita solo para el niño y mostrarle apoyo durante todo el camino a la consulta. Esto los ayudará a ganar confianza en el médico y se sentirán más cómodos en sus respectivas visitas.
Ayuda al odontólogo en la primera cita del pequeño
Es normal que nuestros hijos se sientan incómodos, incluso lloren en su primera visita al odontólogo, ya que no es algo común que un extraño los esté revisando y mucho menos en un lugar tan delicado como la boca.
Por eso es recomendable prestarle asistencia al dentista a medida que va realizando la limpieza o tan solo el chequeo de rutina. Mantente con el doctor todo el tiempo y demuéstrale a tu hijo que hay confianza en él y que el pequeño también puede confiar en el doctor; sin embargo, si el Dentista te pide que los dejes solos, hazle caso porque la mayoría de los niños se comporta mejor cuando están solos con el Dentista, sin la interferencia de los padres.
También puedes hablar con el dentista para que el pequeño primero juegue y sepa para qué funciona cada uno de los instrumentos, así no se asustará cuando los utilicen en su boca.
No los sobornes
Muchos padres acuden a esta solución para que el pequeño se sienta motivado a ir al dentista; sin embargo, esta no es la mejor opción de todas. Hacer que el pequeño se acostumbre a un regalo especial cada vez que sale del dentista no es algo positivo según los expertos.
Lo mejor que se puede hacer en esos momentos es felicitarlo por la valentía que mostró visitando un lugar extraño. De vez en cuando lo puede premiar con un juguete pequeño o alguna calcomanía, pero no luego de cada ocasión que visite al dentista.
Enséñalos desde pequeños
Lo mejor que se puede hacer como padre es que desde una edad temprana comenzar a hablarles a los niños sobre el dentista y los beneficios que este les traerá para la salud de sus dientes. Coméntales que, llegado el momento, irán de visita con el dentista para que este se encargue de cuidar de sus dientecitos.
Explícale que el dentista tiene el objetivo de evitar que aparezcan las caries en su boca. Así cuando llegue el momento de la primera de visita, tu hijo estará listo para ver al doctor, pues sabrá que solo trata de cuidarlo y hacer que sus dientes brillen como nunca.
Con todos estos datos, lo más probable es que la primera visita de tu hijo al dentista sea totalmente agradable y no pases por un momento traumático. Recuerda, lo importante es que sienta confianza, al mismo tiempo que puede alegrarse de ir a ver al dentista, quien mantendrá su higiene bucal al día.
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